28

1.3K 58 7
                                    

Buenas buenas!!! Perdón la tardanza acá va otra parte de esta historia, espero la disfruten!💫💫💫

-*-*-*-

Y si, Marcus tenía razón, no pasaron muchos días que Katrina la llamó por teléfono para invitarla a almorzar fuera, Amina aceptó y corrió a arreglarse.
 El lugar era un restaurante no tan formal y Katrina ya la estaba esperando, automáticamente Amina miró el reloj pero vio que llegaba puntual. 

–No te preocupes, querida, soy de llegar temprano y no esperé casi nada ¿Cómo estás? –se saludaron con un beso en cada mejilla y se sentaron.

–Bien, menos mal no me gusta llegar tarde. –les dejaron la carta y la mujer preguntó sin rodeos:

–¿Cómo fue que terminaste en una relación con tu hermano? No es para juzgarte, no, es más bien para entender. –Amina notó cómo la miraba apenas por encima del menú. 

–Bueno, es difícil mirarnos como hermanos porque nunca tuvimos una relación como tal. De hecho me gustaba a mi desde pequeña pero no sé qué hubiese pasado si él se hubiera acercado alguna vez como hermano mayor.

–Entiendo ¿y por qué crees que no se acercaron? 

–La verdad, no sé. Es algo que nunca fomentaron. –el mozo llegó y ambas pidieron pescado a la plancha con salsa de quesos.

–Con mi Alfi los apoyamos, el amor es amor y todo eso. –la miró de una manera que la tranquilizo haciendo que deje aún lado la desconfianza– Marcus es como un hijo para nosotros, claramente no reemplaza a nuestro Pablito pero lo amamos mucho y queremos que sea feliz por ende tienen nuestro apoyo.

–Wow, bueno muchas gracias…

–Lo que me gustaría que me contarás es su historia ¿como empezó todo?

–Emm… bueno. Es un poco larga, creo, pero ahí va…

–*–*–*–

 Mientras tanto en pleno centro Marcus entraba apresurado a una cafetería dónde su padre lo estaba esperando. Estaba tomando un café muy serio mientras miraba por la ventana hasta que sintió a su hijo sentarse y lo observo con el ceño fruncido como juntaba las manos sobre la mesa inclinándose apenas:

–Acá estoy ¿Qué querés? –pregunto sin rodeos.

–Quiero que me cuentes qué carajo pasa con ustedes dos. –ambos se apoyaron contra el respaldo de las sillas como queriendo alejarse más.

–¿Qué de todo lo que pasa? Porque pasan muchas cosas. –respondió con asombro y con un tono algo burlón.

–¿Cómo muchas cosas? Yo me refiero a que es eso de que viva con vos, salgan a correr, a irse de vacaciones cuando no hace un año apenas si se hablaban. No lo entiendo.

–¿De verdad no entendes o te gusta hacer la vista gorda?

–No entiendo a que podría hacer la vista gorda, iluminame. –ninguno levantaba la voz, visto de otro punto podrían pasar por dos hombres hablando amablemente aunque quién sabría de la situación supondría que estarían conteniendose de sacarse los ojos.

–La verdad…es que fue una etapa tan fea que no recuerdo detalles pero te puedo poner en contexto. –su padre asintió.

–Soy todo oídos. –eso hizo sonreír con ironía a Marcus.

–Vos y mamá con sus notables preferencias con respecto a nosotros nos hizo imposible crear un vínculo, recuerdo que mamá no dejaba que juegue con ella o que pase mucho tiempo a su lado, nunca supe por qué pero sí recuerdo que enseguida me ponía hacer otra cosa y vos cuando ella se me acercaba para hablar o molestar o esas cosas que hacen las hermanitas instintivamente hacías lo mismo, decime ¿era intencional o nunca te diste cuenta?

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora