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(Diario de Marcus)

-Al fin…
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El trabajo se normalizo, mis compañeros son los mismos imbéciles de siempre y vuelvo a escribir porque si bien mis frustraciones y molestias ya no son laborales sino que son por Amina. Desde que tuvimos esa charla apenas si nos hablamos y ella ya no intenta acercarse a mi. Pasó a usar esos mini vestidos a un pantalón de verano horrible por dónde se mire; color, corte, calze. Y parece deprimida, pero no tengo ánimos de escuchar a nuestra madre asique puede deprimirse todo lo que quiera.

 ¡Se comió mi helado! Es decir tenía el pote de ella casi intacto y decidió comerse Mi helado de frutilla. La vi comiendose justo la última cucharada mientras tenía los ojos llenos de lágrimas y la nariz roja.
-¿Y ahora que te pa…?¿Ese es mi helado? -mi enojo fue momentáneo pero enojo en fin.
-Era. Ya que voy a engordar y mi piel se va a estropear que sea al menos satisfactorio el proceso.
-No estoy entendiendo.
-Simón se fue a vivir a otro continente y no voy a tener más esa cantidad de sexo por lo que me va a pasar eso y como no me pude despedir personalmente por tu culpa te voy a joder hasta que me eches o vengan nuestros papis. -me sonrió muy falsamente
-Yo no sabía…
-Hay muchas cosas que no sabes, por ejemplo el helado de frutilla apesta.
-¿Porque no me dijiste que se iba y…?
-Ya está. -yo me sentía mal y ella se iba a la habitación- me voy a tocar, no molestes.
Y acá estamos me siento frustrado porque haga lo que haga, la termino cagando.

Última frustración del día, cuando estaba dormida le tire se pantalón espantoso color diarrea. No, no es para ver sus piernas. No.

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Espero les guste n.n

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora