Capítulo 15

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Era media tarde antes del turno de la cena, y yo estaba detrás de la barra ayudando a Louis a cortar las guarniciones de frutas para sus bebidad. Y cuando digo ayudar a Louis, me refiero a hacerlo todo por él. No es que me importara. Estaba siendo encantador como siempre con algunos clientes en el bar, contándoles historias de salidas nocturnas y haciéndoles reír. Cuatro personas entraron por la puerta de entrada, cruzaron el vestíbulo y se dirigieron hacia el patio pavimentado junto a la piscina, hablando entre ellos y mirando a su alrededor con curiosidad. Reconocí a las dos mujeres. Eran las dueñas del hotel, pero no tenía ni idea de quién estaba con ellas. Louis dejó de hablar. Dejó a los otros chicos a mitad de la conversación y se puso a mi lado.

—¿Puedes ir a buscar a Li? —Lo miré. No era muy frecuente que se pusiera tan serio.

—Claro. —Le dije. Entonces miré a los dos extraños. —¿Por qué? ¿Quiénes son?

—No sé quién es el tipo del traje negro, pero el del traje gris... —Louis miró al hombre de mediana edad que llevaba el costoso traje gris.— ...Ese es Hartley.

Hartley. El promotor que había convertido librar a la costa del Golfo de los gays en su misión en la vida. Ese Hartley. Estaba de pie en el hotel. Nuestro hotel. Corrí escaleras arriba, y aunque la puerta de la oficina estaba abierta, llamé de todos modos.

—¿Li? —Liam se giró para mirarme.

—¿Qué pasa?

—Los dueños están abajo. —Le dije ràpidament.— Hay dos hombres con ellos. Louis dijo que uno de ellos es el tal Hartley.

Liam se puso de pie rápidamente, cogió su chaqueta del respaldo de la silla y, con un murmullo de "Joder", bajó las escaleras. Lo seguí, por supuesto, pero cuando se acercó a las dueñas y a los dos hombres de traje, regresé al bar. Los oí hacer presentaciones, pero desde donde estábamos Louis y yo, poco más podíamos oír. Acabamos de verlos. No era un experto en lenguaje corporal, pero podía ver por la postura de Liam que no se veía bien. Pero unos minutos más tarde, la reunión se disolvió. Las dos mujeres mayores se fueron, y Liam se acercó a nosotros, dejando a Hartley y a su amigo, quien asumí que era un asesor financiero o jurídico, de pie en el patio abierto. Liam entró detrás de la barra y se interpuso entre nosotros. Hablaba en voz baja con los dientes apretados.

—Aparentemente, sólo están aquí para echar un vistazo. — Negó con la cabeza.— Los dueños querían presentármelo, así estaba al tanto de quién era y por qué estaba aquí.

Un Louis con los ojos muy abiertos miró a Liam.

—¿Por qué está aquí, Li?

Era muy obvio por qué Hartley estaba aquí, pero adiviné que Louis necesitaba oírlo. Liam se acercó a Louis y puso su mano en su brazo.

—Están negociando el precio. Hartley va a comprar el hotel. —Louis miró a Liam, luego a mí, luego de nuevo a Liam, y agitó la cabeza.

—¿Qué significa eso? —Miró alrededor del hotel y a los huéspedes en las mesas, en la piscina.— Quiero decir, ¿qué significa eso para este lugar? ¿Para nosotros? ¿Dónde nos deja eso?

Antes de que Liam o yo pudiéramos responderle, Hartley y su asesor se acercaron al bar.

—Liam, ¿verdad? —Liam respondió con frialdad.

—Sí.

—Ya nos vamos. —Dijo Hartley resoplando. Luego miró a la pareja besándose en la piscina y la pareja en una de las mesas. Casi se mofa.— Creo que he visto suficiente.

Liam asintió, pero cuando Hartley se dio la vuelta para irse, Liam dijo.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —Hartley le dio una sonrisa astuta.

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