CAPÍTULO 2-Munin

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-¿Que crees que estás haciendo Lucius?- Dijo Mattheo mientas se apoyaba en el marco de la puerta de mi habitación con cara de querer matar a mi padre.

-Nada que te incumba Riddle-Dijo Lucius mirándole con desprecio.

Mientras parecía que se fueran a matar con las miradas, yo estaba intentando aparentar que no pasaba nada.
De mi mano brotaban hilos de sangre que teñían el escritorio de un rojo vino.

-Vete antes de que llame a mi padre-Dijo Mattheo con tal desprecio que parecía que escupía las palabras.

Antes de que me diera tiempo a mirarle a la cara se dirigió hacia la puerta chocando fuertemente con el hombro de el joven Riddle.

Mattheo se mantuvo en la misma posición por un buen rato, hasta que dejaron de oírse los pasos y quejidos de mi padre, y en un instante se acercó hacia mí con una clara preocupación mostrándose en sus ojos.

-¿Estas bien T/N? Déjame ver.

-No, no te preocupes, puedo sola-Dije apartando con delicadeza mi brazo de sus manos. Saqué mi varita para poder arreglar el desastre que había hecho la endemoniada pluma.

-Episkey-Dije apuntado con mi varita hacía la gran herida de mi brazo curándola casi inmediatamente.

-¿Donde aprendiste eso?-Preguntó este con cara de asombro.

-Aprendo rápido, nunca he ido a una escuela entonces he tenido que aprender sola por los libros que hay en la biblioteca. Es probable que me los haya leído todos con todo el tiempo libre que he tenido hasta ahora-Dije con cierta despreocupación.

No me interesaba lo que pensara u opinara Riddle. Despreciaba su curiosidad, sobre todo en estos momentos en los que estaba expuesta y débil ante él, odiaba sentirme débil.

-Entonces las clases en Hogwarts se te harán un poco aburridas, pero igualmente Hogwarts está lleno de sorpresas. No solo estudiamos, suelen haber fiestas en las salas comunes a menudo y estoy seguro de que no te aburrirás.

-Teniendo en cuenta que hace dos días se descubrió que yo existía, no sé si me entusiasma la idea de fiestas.-Dije con un tono sarcástico.

Mattheo se empezó a reír como si hubiera dicho algo gracioso, pero en realidad no lo era, sabía que habría gente allí que me despreciaría.

-Bueno...en realidad venía a decirte que nos vamos a Hogwarts Mañana por la mañana. Voldemort se ha encargado de conseguirte todo lo necesario para tus clases, lo único que falta es la mascota si lo deseas.

De repente, un cuervo enorme golpeó la ventana de mi cuarto haciendo entender que quería entrar.
Le conocía, fue único pilar que sujetaba mi vida en los momentos más difíciles, era como si yo le hubiera criado.

-¡Munin!- Exclamé mientras iba a abrirle la ventana.

Instantáneamente acaricié su suave y negro plumaje, a lo que él respondió con un leve graznido.

-Veo que lo de la mascota está resuelto entonces. Mañana a las nueve vendré a tu habitación para ayudarte a bajar las maletas. Descansa T/N, lo necesitaras-Fue lo último que dijo Mattheo antes de desaparecer por la puerta.

Me tumbé en mi cama mientras que acariciaba al hermoso cuervo.

-Munin, creo que mañana vamos a tener un día muy largo.

Dije mientras observaba a el ave dormirse con mis caricias, y yo caí rendida con él.

Me despertaron los pequeños picotazos de mi astuta ave, él sabía perfectamente cuando despertarme.
A los pocos segundos escuché el sonido del reloj anunciando que eran las ocho de la mañana.

HATED - Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora