HATED - Mattheo Riddle

CAPÍTULO 4-Acuerdo

Acepté su mano y me acompañó a mi sala común, pero la suerte nunca estaba de mi parte.

-¿T/N donde estabas? ¡Te he estado esperando una hora!-Dijo Mattheo.

-No me apetecía quedarme encerrada en una sala como lo he hecho en los 14 años que tengo de vida. Me he ido a dar una vuelta y me he perdido, además, ¿Quién te crees tú para tener que darte explicaciones?

-¿Diggory que coño hacías con T/N?-Dijo Mattheo cuando vio a Cedric y le cogió de la camiseta para así amenazarlo.

-Mattheo tranquilízate, me la encontré en el patio del árbol y sabiendo que era nueva y que se había perdido, pues me he ofrecido a acompañarle a su sala comú-Dijo Cedric súper relajado.

-Suéltale de una vez Mattheo, pareces un crío. Gracias por acompañarme Cedric, nos vemos mañana-Dije sonriéndole.

Entré en la sala común ignorando a Mattheo que me seguía por detrás.

-Tu y yo vamos a hablar ¡Ahora!-Dijo Mattheo entrando en mi habitación y cerrando la puerta.

Me giré dándole la espalda a Mattheo para poder pensar tranquila y de repente escuché a Riddle decir dos hechizos.

-Fermaportus, Muffliato.

-Que hac-

Eso fue lo único que llegué a decir antes de que Mattheo estampara sus labios contra los míos, dejándome prácticamente sin respiración. Era un beso salvage, como si lo hubiera estado deseando por décadas.

Me tumbó en mi cama y se puso encima de mi, acariciaba mi cuerpo como si fuera la última vez que lo fuera a hacer.

-Mattheo...-Jadeé ante el contacto de sus labios en mi cuello.

-No voy a tocarte sin tu consentimiento-Susurró Riddle a milímetros de mis labios.

Estaba nerviosa, me mordí el labio inferior como muestra de duda y confusión. Al instante, Mattheo lo comprendió, me acarició la mejilla y me dió un beso en la frente.

-Está bien, ven-Dijo sentado en el pequeño sillón que había en mi habitación e indicándome que me sentara encima de él.

Obedecí y me senté encima de él dándole la cara y con mis rodillas flexionadas.

-¿Por qué cada vez que intento hacer amigos reaccionas de esa manera?, Nunca he tenido amigos, Se me dificulta y tú me lo dificultas aún más-Dije con cara de pena.

-No me gusta que vayas con ellos-Dijo con una expresión tan seria que podía llegar a dar miedo.

-Ya, pero es que a mí me da igual lo que te guste. Sinceramente-Dije con una sonrisa irónica.

-No creo que eso diga siendo así después de lo que ha pasado-Dijo mirando directamente a mis labios.

Nos quedamos un rato en la misma posición, no nos movimos ni un solo centímetro.

-Me confundes... me hiciste daño en el tren, no me dejas acercarme a nadie y ahora esto, no se qué pensar. Te odio, y mucho. Y como me vuelvas a besar, serás capaz de ver hasta a los cestrals.

Me iba a levantar, pero colocó una de sus manos en mi espalda, me empujó levemente hacia él y quedamos tan cerca que podía sentir su respiración en mi cuello, exactamente dónde tenía las marcas que el me había dejado el día del tren. Sentí como pasó sus dedos por las marcas de mi cuello provocándome un gran escalofrío por todo mi cuerpo.

-Hagamos una cosa. Yo te dejo en paz, pero no te vayas con Cedric. Solo te pido eso.

-Te mandaría a la mierda y te diría que puedo hacer lo que se me plazca, pero me parece bien. Trato hecho.

Después de lo sucedido, Mattheo se marchó a su habitación y yo me quedé dormida ya que era bastante tarde.

Me desperté extrañamente pronto, como la sala común de Slytherin estaba literalmente bajo el agua, Munin no podía venir a despertarme, además era viernes y como era el día siguiente de llegar, decidieron no hacer clase.
Salí a la sala común para a ver si estaba Mattheo y lo encontré en el sofá leyendo.

-Buenos días bella durmiente-Dije al notar mi presencia.

-Buenos días-Dije frotándome los ojos de sueño.

-Hoy van a venir alumnos de dos colegios para el torneo de los tres magos y los de Slytherin harán una fiesta mañana, ¿quieres venir conmigo?

-Claro, ¿de que va ese torneo?-Dije sentándome en el brazo del sofá.

-Dumbledore seguro que va a dar un discurso para explicarlo, vamos a desayunar y luego vamos a ver a los de Beauxbatons y Dumstrang.

Fuimos a desayunar al Gran Comedor y la mañana pasó rápidamente, tanto que no nos dimos ni cuenta de que ya era casi la hora de comer.
Nos dirigimos fuera del castillo para ver a los estudiantes llegar y nos encontramos con el trio de oro, Cedric y los gemelos Weasley, pero Mattheo se fue con su grupo de Slytherin.

-Hola chicos-Dije para que se dieran cuenta de mi presencia.

-Hola T/N-Dijo Cedric y dándome un abrazo que literalmente me levanto de el suelo.

-¿Que se supone que estamos esperando?-Dije mientras aún reía por el abrazo de Cedric.

-Estamos esperando a los de Beauxbatons y los de Dumstrang-Dijo Hermione Granger, la amiga de Harry.

-Mira, ahí llegan-Dijo Harry señalándome un barco que salía a la superficie en el lago negro y un carruaje llevado por Pegasus.

-¡KRUM!-gritó Ron Weasley mirando hacia el barco.

-¿Y a este que le pasa?-Dije riéndome.

-Tiene una pequeña obsesión...-Dijo uno de los gemelos.

-...Con Viktor Krum-Dijo el otro gemelo.

-¿Y quien es Viktor Krum?-Dije mirando a Cedric.

-Es un buscador de el equipo de quidditch de Bulgaria y además es estudiante de Dumstrang-Dijo Cedric.

Podía sentir su mirada quemarme como si de fuego se tratase, Mattheo estaba a bastantes metros de mi pero aún así le sentía como si estuviera pegado a mí. Sabía que Riddle me estaba observando, y no con buenas intenciones, me giré y le vi, vi su cara de odio y celos que iba dirigida a Cedric por supuesto.

-Vamos T/N, tenemos que ir a comer-Dijo Cedric poniéndome su mano en mi espalda para indicarme que me moviera.

Aún no me conocía el castillo, pero había leído sobre el, los pasadizos secretos y las salas ocultas que existen.

-Id yendo vosotros, yo iré con Mattheo-Dije caminando hacia Riddle y su grupo que incluía a mi hermano.

-Uuuuh, pero que tenemos aquí, hola hermanita-Dijo Draco acercándose.

-Draco deja de ser un capullo por una vez en tu vida, gracias-Dije subiendo en la ultima palabra y sonriéndole falsamente.

Fuimos al Gran Comedor y me senté al lado de Mattheo.

Dumbledore se levantó y colocaron una copa enorme cerca de donde se sentaban los profesores.

-!Silencio! Como ya la mayoría sabréis este año se celebra el torneo de los tres magos, para los que no sepáis cómo funciona, tres escuela de magia se juntan para escoger a un estudiante de cada una de ellas y competir por la copa. Os voy avisando ya que estas pruebas no son nada fáciles, pero eso lo hablaremos más tarde, por ahora, ¡demos la bienvenida a las encantadoras estudiantes de la academia de magia Beauxbatons y su directora Madame Maxime!

Entraron las estudiantes de Beauxbatons por la puerta del Gran Comedor, llevaban uniformes totalmente azules claros y muy femeninos y a parte llevaban un pequeño sombrero que conjunta con el uniforme.
La directora era una mujer enorme literalmente, probablemente fuera medio gigante.

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El próximo capítulo lo sacaré muy pronto, estate atent@.

Gracias por leer