-¿Sí ? ¿Quién es ?- dijo mi amiga.
- Soy Ferran, ¿está Ari contigo ?- preguntó.
-Sí, hola Ferran, ahora salgo.
- Uuuuhhhh, aquí hay tema... ¡ pero vamos! - dijo Irene riéndose.
-Shht, ¡ calla, que te va a oír ! - musité.
-Vale, vale, jajaja, venga ve que te está esperando, luego nos vemos.
-Sí, hasta luego.
-Hola Ferri.
-Hola, ¿Qué te ha parecido lo de esta mañana ?
- Ha sido.... UAU . - le dije, y sonó un poco estúpido.
-Ari, me gustas mucho.
-Y tu a mi también.- respondí.
-Y... me gustaría que fuéramos más que amigos... ¿Sabes lo que te quiero decir ? - preguntó con vergüenza.
-¿Me estás preguntando si quiero ser tu novia ?- contesté, sonrojada, como de costumbre.
-Sí, yo sí que quiero. ¿Y tu?
-Pensé que nunca me lo preguntarías... Me encantaría - típico de las películas.
Entonces nos besamos otra vez. Esta vez, con más pasión. Me apretó contra su pecho, y como él era más alto que yo mi cabeza llegaba justo a su corazón. Me sentía protegida, liberada, felíz. Duró poco este momento, la campana de fin de recreo. Vuelta a clases.
Por fin acabó el lunes. Llegué a casa muy cansada, tenía deberes de biología y al día siguiente tenía un exámen de ciencias. ¡Qué avurrido!. Me puse a estudiar. Estaba nerviosa. Ferran aún no me había llamado, desde el patio que no nos vemos. "Bueno" -pensé- "él es así, no querrá presionar mucho, acabamos de empezar a salir". Así que dejé de darle vueltas al tema y continué estudiando con la compañía de mi perrita Laica. Entonces sonó el timbre de casa:
-¿Quién es?
-Tu príncipe azul.
-¿Ferri?