Capítulo 10

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Miércoles.

Suena el despertador, son las siete de la mañana. Voy al baño y me lavo la cara con agua fría para despejarme un poco. Me miro al espejo y me peino, ya que tengo nudos en el pelo. Bajo al piso de abajo para prepararme el desayuno y desde laas escaleras veo a  Ferran en la cocina. Que vergüenza que me vea así; llevo puesta una camiseta grande de mi hermano Brent (es dos años mayor que yo, yo tengo 16 y él 18) que apenas me tapa el culo. Me agarro la camisa intentando bajarla para que no se me vea nada. Pero al llegar a la cocina Ferran me abraza y me levanta del suelo, cosa que hace que se me levante la camisa.

-¿Cómo has entrado?

-Tu madre me dejó entrar. ¿Quieres desayunar conmigo?

- Ah vale. - mis padres sabían que estaba saliendo con Ferran. Sería un placer,- Después miro la encimera y hay preparado dos zumos de naranja natural y dos croissants. Me siento en un taburete. Y Ferri toma asiento delante mío.

-Por cierto, te queda bien la camiseta - me guiña un ojo, y yo me sonrojo. Pero tengo confianza con él así que no me importa que me vea. Me acerco a él y me siento en su regazo, el posa sus manos alrededor de mi cintura  yo alrededor de su cuello. Nos unimos por un beso, que empieza lentamente, y después acelera. Va subiendo la mano por mi espalda, hasta llegar a mi cabeza y me acaricia el pelo. Nos separamos por un momento, y nos miramos fijamente. Le dedico una sonrisa, que automáticamente le contagio. Vuelvo a mi sitio y acabo de desayunar.

Voy a mi habitación y me pongo unos vaqueros, un jersei y mis converse blancas. Me miro al espejo y me arreglo un poco: me pongo un poco de rimel, y cacao para los labios. Cuando salgo de mi habitación, me está esperando. 

Miro la hora, vamos bien de tiempo. Salimos de casa, y me agarra de la mano. 

-Ari, una cosa, ¿mañana tengo una cena de un amigo, puedes ser mi acompañante?

-Sí. Y mis padres se van de viaje, y mi hermano se va a casa de un amigo a dormir. Así que estaré sola...

Llegamos al insti, puntuales. Empiezan las clases... El día es avurrido, menos lo de esta mañana con Ferran. Al acabar el cole, voy a casa para despedirme de mis padres. Y me quedo sola, pero mi móbil suena, es Andrés.

Hay días buenos y días sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora