VELADA

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[ Diez años después ]

Nayeon: Que bueno verte mi amor, ¿qué tal el día? *le saludó con un beso*

Jeongyeon: Muy estresante.

Nayeon: ¿Cómo te fue en tu... prueba?

Jeongyeon: Los catadores dejaron críticas muy buenas, entonces creo que todo salió bien.

Nayeon: Tu padre estaba ahí, supongo.

Jeongyeon: Sí, ¿pero sabes lo que me hizo?

Nayeon: ¿Qué?

Jeongyeon: Únicamente estuvo observando. Todo el liderato lo tuve que cargar yo, le pedí que me ayudara pero dijo que debía aprender a controlar la cocina del restaurante yo sola y hacerlo perfecto.

Nayeon: Oh, ¿acaso te está pasando las riendas del negocio familiar?

Jeongyeon: Así lo sentí yo.

Nayeon: ¿No te emociona?

Jeongyeon: Sí pero no sé si estoy preparada.

Nayeon: Bueno, hace un momento mencionaste que los catadores dejaron excelentes reseñas. Eso significa que estás lista para dirigir el restaurante.

Jeongyeon: Eso creo...

Jeongyeon se había convertido en una chef profesional y trabajaba en el restaurante de su padre.

Nayeon por su lado, era cantante y parte de una banda de música clásica coreana. Asistía a eventos formales de toda índole y tener ese trabajo le permitía llevar una vida relajada.

Ellas eran pareja desde hace varios años.

Cuando eran adolescentes, se generó en ellas un sentimiento de curiosidad sobre las relaciones amorosas. Conforme fueron creciendo y madurando más, se dieron cuenta que encontraban un atractivo en la otra no solo externo sino también interno.

Fue ahí que Jeongyeon le pidió a Nayeon formalizar una relación.

Nayeon: ¿Y al menos trajiste algo de esa comida para mí?

Jeongyeon: Se acabó toda. Decidimos servirla a los comensales. Ni siquiera restó una porción para mí.

Nayeon: ¿Entonces me voy a quedar con el antojo?

Jeongyeon: Lamento decir que sí.

Nayeon: Rayos... ¿Podemos ir a cenar a tu casa? *hizo un puchero*

Jeongyeon: Por supuesto cariño. Solo que no tengo nada preparado.

Nayeon: Ordenaremos a domicilio entonces.

Jeongyeon: Ok.

Nayeon vivía en casa de sus padres, aunque pasaba poco tiempo ahí.

Jeongyeon por el contrario tenía su casa propia en Seoul. No era una casa enorme pero había espacio de sobra para ella y la constante compañía de su novia.

Nayeon: ¿No te parece ilógico que siendo una excelente chef, pidas la cena a domicilio?

Jeongyeon: No cuando estoy demasiado cansada.

Nayeon: Tienes razón.

Ya estaban en la casa de la menor y su cena había llegado: Ensaladas.

Jeongyeon: Pensé en abrir una botella de vino pero no queda con ensalada.

Nayeon: Podemos beber cuando terminemos.

Jeongyeon: Será muy noche para beber.

Nayeon: ¿Y qué?

Jeongyeon: Tendré que conducir para llevarte de vuelta a tu casa, no hay que arriesgarnos.

Nayeon: Puedo pasar la noche aquí.

Jeongyeon: En ese caso... Me parece bien.

Seguían consumiendo sus alimentos.

Jeongyeon: ¿Tú madre no se molestará si duermes aquí?

Nayeon: Ya hace mucho tiempo desde la última vez que dormí aquí, no me dirá nada.

Jeongyeon: Vale, si tú lo dices...

Nayeon: Además ya no tengo doce años, sabes.

Jeongyeon: Cierto.

Nayeon: Y hoy quiero pasar contigo una linda velada...

Se besaron.

Inocente ~ 2yeon ~ TwiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora