Capítulo 24

534 77 13
                                    

Eva

Me encontraba sentada, sola, en la oficina del director.
Todo mal.
"¡No es justo! Todos los días ellas me hacían lo mismo."
Intenté decirselo al director, pero estaba fuera de si y no quería oirme.
Ni siquiera me habían dejado ir a lavarme.
Mis manos seguían todas con sangre y mi ojo no paraba de doler.
Ni siquiera recuerdo como llego ese morentón ahí.
Sin poder evitarlo, comienzo a llorar.
Todo mal.
De un momento a otro, iba a llegar mamá.
Le contarán que me suspendieron toda una semana.
Todo mal.
Estará furiosa.
Incrédula.
Ni siquiera sabe que todo este tiempo ellas se estaban metiendo conmigo.
Todo mal.

***

Oigo la voz de mi madre.
Había llegado.
Me seco las lagrimas y trato de oir lo que sucedía afuera.

-¿Qué paso...? -Mi madre.
-¡Su hija, golpeo sin razón alguna a una de sus compañeras!
-¡¿Qué?!
-¡Lo que escuchó! -La madre de Sarah lloraba.- ¡Mi pobre hija fue víctima de una golpiza propinada por SU hija!

Puedo sentir la confusión y furia de mi mamá desde aquí.
Me echo a llorar sin escuchar nada más.
No valía la pena.

***

La puerta se abre de golpe.
Mi madre.
-Al auto.
Estaba roja de enojo.
-¡Yo no...!
Sin previo aviso, me agarra del brazo y comienza a caminar.
-Déjame con...
-Al auto.
Al salir de la oficina, noto miradas clavadas en mi.
Aguantando las lagrimas, trato de ignorarlas.

***

Mi mamá no habló en todo el camino hasta el auto.
Al subirme, trato de hablar.
-¡Yo solo...!
-En casa hablaremos con tu padre.
Mi padre.
Estaba furiosa.
Nunca antes la había visto así.
-¡No lo entiendes!
-¡No quiero oirte! ¡¿Entiendes?!
Nuevamente, comienzo a llorar.
No es justo.
No debería existir.

***

Al llegar a casa, me bajo del auto, todavía derramando lagrimas.
Ni siquiera podía limpiarme mis manos aún.
Mi mamá me hace entrar a casa.
Apenas cierra la puerta, noto la figura de mi padre.
Mi madre explota.
-¡Eva golpeó hasta hacer sangrar a unas de sus compañeras y fue suspendida por una semana! ¡Eva no era así!
Mientras mi madre seguía gritando todo lo que hice, no aguante más.
-¡No es justo! ¡Solo me defendía!
-¡¿Defenderte?! ¡Eso no es lo que parece!
Comienzo a sollozar. Si mi madre reaccionaba así, no sabía como podría reaccionar mi papá.
Para mi asombro, se agacho a mi altura y me quito cuidadosamente una lágrima.
-Cuentanos que pasó.
Su voz sonó calmada como siempre.
No estaba furioso.
Quería oir mi versión.
Sin poder reprimir el impulso, lo abrazo y lloro en su hombro.
Pude notar su reacción contenida de apartarme, pero luego él también respondió el abrazo.
Mi padre.
Siempre sabía como hacerme feliz.
-Papá... -Sollozo.
-Tranquila, criatura. Aquí estoy.
Me aferro más a él.
-Solo me defendí...
-¿De qué?
Me acaricia el cabello.
-Yo... Ellas...
-Tranquila, puedes contármelo.
¿Cómo era posible que me entendiera tan bien?
-Ellas... me molestaban.
Noto como los músculos de mi padre se tensan y forzadamente se relajan.
-Todo este tiempo se estaban... metiendo conmigo.
-¿Qué...? -Mi madre no podía creerlo.
-¿Por qué? -Pregunto mi padre.
-Dicen que... soy un bicho raro y no debería... existir.
Me echo a llorar nuevamente en el hombro de mi padre.
-Oh... Eva...
Mi madre se acerca y me abraza por atrás, uniendose al abrazo de mi padre.
Estaba aguantando las lágrimas.
-¿Por qué no nos contaste antes?
Mi padre ya no podía fingir la tensión de sus músculos.
-Tenía miedo.
Me abrazan aún más.
-Esas... la van a pagar... -Se separa de mi, y me dirije una mirada que me provoco un escalosfríos.- ¿Quiénes fueron?
Oh no. Mi padre era capaz de cualquier cosa.
-No les hagas nada, por favor...
-No voy a dejar que molesten a mi hija.
-Christian... Después de lo que hizo hoy, se la pensaran 2 veces antes de acercarse a Eva. -Mi madre mira por un momento a mi padre. Sabía perfectamente que compartían una conversación telepática.
Mi padre se queda un momento pensando y asiente lentamente.
Mi madre me limpia las lágrimas y sin poder protestar, me cura el moretón.
-¡Se darán cuenta de que el moretón desapareció mágicamente!
-Ellas no te verán por una semana.
Me abraza.
-Mi pequeña... Perdóname por no dejarte hablar...
Asiento.
-Ven, lavemonos esas manitos.

***
Mi madre telefoneó a Jack, para contarle lo sucedido.

Después de estar aseada y más tranquila, mi padre se acerca a mi.
-Quiero que me acompañes a dar un paseo.
Su mirada estaba clavada en mi.
Trato de ocultar la emoción que corre por mi cuerpo al decirle que si.
Nunca antes me había propuesto algo así.
Me encantaba pasar tiempo con mi él.

¡Idhún es real!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora