Capítulo 26

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Eva.

Tal y como me dijo, tomo su mano.
Una familiar sensación recorre mi cuerpo.
Nos estabamos teletransportando.
Pero no era Alma quién nos llevaba.

Abro los ojos confundida.
Mi padre me dijo que ibamos a ir a un lugar especial para él.
Me despejo del todo, y miro a mi alrededor. Nos encontrabamos en un departamento, frio y sencillo.
Una parte de mi sabía que este lugar era importante para mi padre, pero no entendía más.
¿Qué es este lugar?
Miro más detenidamente a mi alrededor, y logro ver algunas pertenencias de mi papá.
-Bienvenida a mi Ushak.
Le devuelvo una mirada extrañada.
-¿"Ushak"?
-Una especie de refugio personal al que solo puedo acceder yo y las personas que yo permita traer.
Justo cuando iba a preguntar más, mi padre habla.
-Todos los sheks tienen uno.
Abro los ojos algo sorprendida por la mención de los sheks, pero más aún por la extraña leve añoranza que sentía.
Tímidamente doy unos pasos y luego me quedo parada sin saber que hacer.
-Adelante, criatura. Siéntet como en casa.
Le dedido mi típica media sonrisa y me acerco al balcón.
Ahogo una exclamación al ver los miles de edificios que habían a mi alrededor.
-¿Dónde... estamos?
-En Nueva York.
-Wow...
El paisaje a mi alrededor era muy distinto al que solía ver en España.
-¿Y cómo... te comunicas? ¿Sabes hablar inglés?
Noto su presencia a mi lado.
-Se más idiomas de los que puedes imaginar, Lune.
Lune.
Pocas veces me llamaba así. Sabía que era mi nombre de Idhún.
-¿Cómo aprendiste tantos idiomas?
-Es algo sobre lo que te quiero contar. Ven conmigo.
Sin más palabras, se adentra en el edificio.
Me apresuro por seguirlo.

Ambos nos sentamos en el sencillo sillón que tenía el departamento.
Siento su mirada clavada en mi. Trato de sostener la mirada, pero no duro mucho y rápidamente tengo que bajarla.
Sin embargo, seguía mirandome.
Me muevo algo incomoda.
-¿Por qué me miras?
-Lo siento. Solo me daba cuenta de lo tanto que haz crecido este ultimo año, criatura.
Trago saliva. Mi padre había desaparecido durante todo un año. Temía no volver a verlo, pero mi madre siempre me estaba diciendo que volvería y que nunca nos abandonaría.
¿Por qué siempre desaparece tan así?
¿Acaso no le gusta pasar tiempo con nosotros?
¿Conmigo?
Al parecer, mi padre captó mis pensamientos.
Noto que me acaricia suavemente mi mejilla.
-No pienses eso. Yo si quiero estar contigo, con mi hija.
Un nudo de tristeza de instala en mi pecho.
-¿Entonces por qué siempre me abandonas? Te vas y me dejas sola. No se si tu me extrañes, pero yo si lo hago.
Mi voz sono pesada y llena de dolor.
No quería herirlo, pero no pude evitarlo.
Era lo que estaba pensando todo este tiempo.
Noto una chispa de tristeza en los ojos tan serenos y frios de mi padre. ¿O lo imaginé?
-Si te extraño, Eva. -Claramente, lo había herido.- Y muchísimo. También extraño a Victoria, no imaginas cuanto. Y claro, a... Erik y a Jack también los extraño en cierto punto.
-¿Entonces por qué siempre te vas? No lo entiendo...
No voy a llorar. He llorado mucho últimamente. Antes casi nunca derramaba mis lagrimas.
"No voy a llorar, no voy a llorar."
-De eso quería hablarte. Siempre quise tener una conversación así contigo.
Aguardo pacientemente a que vuelva a hablar.
-Quizás, no sea el padre que te lleve al cine o el que te ayuda con los deberes. Aunque a veces, me gustaría serlo, no puedo. -Comienza.- Porque no es parte de mi naturaleza. Y de mi naturaleza... y de la tuya en parte, quería hablarte.

El alma se me cae a los pies de emoción contenida.

-Como ya te hemos explicado, yo soy un humano y un shek completo al mismo tiempo. Soy un híbrido.
Eso si lo sabía, me lo habían contado hace un tiempo.
-Pero. -Continua.- ¿Sabes por qué?
Abro la boca para contestar, pero me doy cuenta que realmente no se por qué.
-Mi padre, fue Ashran el nigromante, el que se tomo el poder de Idhún, liberando a los sheks, y extingiendo a los dragones y a los unicornios a sus pasos. Excepto, ya sabes, a uno de cada especie.
Asiento levemente.
-¿Por qué dejaron que se extinguieran los unicornios? Admito que, quizas lo de los dragones no les importara... pero... ¿Los... unicornios?
Es raro ponerse a pensar, que el termino "shek", una raza odiada por la mayoria, te incluya a ti misma.
-La extinción de los unicornios... no formaba parte del acuerdo.
Oh.
-Bueno, continuo. Ashran, como ya sabes, fue la reencarnación del séptimo dios. El dios de los sangre fría. -Hace una pausa.- Esto nadie lo supo por un largo tiempo, ni siquiera yo. El sometió a Idhún a su reinado.
Pero los seis, generaron una profecia, la única manera que tenían a su alcanze de derrotarlo. Una profecía que decía que solo el poder de un dragón y un unicornio, podrían derrotarlo. Por eso, trato de extingirlos, pero un mago, que tu conoces como Shail, encontró al último unicornio y Alsan, en ese tiempo, futuro rey, encontro a Yandrak.

¡Idhún es real!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora