Capítulo 33

744 81 48
                                    

Isabel.
¿Cómo estarán Eva y Erik?
Eva y Erik
No paraba de pensar en eso.
Ayer había llegado pasada la madrugada a mi casa.
Aún así, apenas pude dormir.
Constantemente tengo que estar luchando contra quedarme dormida en clases.
Clases.
Por un momento olvide que estaba en plena clase de matemáticas.
Me froto los ojos tratando de despejarme.
Los pensamientos acerca de el estado de Eva y Erik no dejaban de atormentarme.
-¿Te encuentras bien?
Como volviendo de un sueño, me doy cuenta que Lisa me estaba hablando.
Carraspeo tratando de reconponerme.
-Claro, no te preocupes.
"¿Por qué tengo que mentir tan mal?" Pienso al mismo tiempo que observo la cara que pone Lisa.
Claramente no me creía.
-Vamos, últimamente has estado extraña Isa. No sé en que andas pero cada vez te noto más cansada y distraída. -Suspira.- Me preocupa. ¿Acaso no confías en mi?
"Claro que confío en ti. Mira lo que pasa es que estoy atrapada en un libro. ¿Recuerdas ese libro con el cual estaba obsecionada? Si, Memorias de Idhún. Resulta que todo es real y estoy yendo todas las noches a Limbhad, un mundo entre la tierra e Idhún. ¿Qué? ¿No me crees? Bueno, yo tampoco."
Pues claro, eso no fue lo que dije.
-No me pasa nada. Es solo que no dormí muy bien anoche.
Trago saliva sabiendo perfectamente que Lisa sabía que mentía.
-Pensé que confiabas en mi. -Dice al mismo tiempo que se da vuelta.
Sus palabras fueron como una apuñalada.
-¡Hey! No digas tonterías... Claro que confío en ti...
-¿Ah si? Si se supone que lo haces, ¿Por qué no eres capaz de mirarme a la cara y decirme lo que realmente te sucede?
Vuelvo a tragar saliva, sin saber que hacer.
-Yo... no me sucede nada...
-Lo sabía. No confías en mi.
Sin dejarme responder se da vuelta ignorandome por completo.
Estaba dolida.
Completamente dolida.
Lisa ha sido mi mejor amiga por años. Hemos pasado muchas cosas juntas, pero siempre nos hemos apoyado.
Con los ojos llorosos de frustración, me dejo caer en mi mesa.

***

Erik.

Salgo de la escuela sumido en mis pensamientos.
Justo cuando iba a doblar inconcientemente hacia la escuela de Eva, recuerdo que estaba suspendida por una semana.

Ayer había sido definitivamente el peor día de mi vida.
Casi mato a mi hermana.
Mi hermanita.
Aguantando las lagrimas retomo mi camino.
Luego de que Isabel me fuera a dejar a mi habitación, recuerdo haber estallado en una desesperación inmensa.
Isabel estuvo todo el tiempo tratanto de consolarme.
Recuerdo su evidente sueño en su rostro mientra me intentaba calmar.
-Deberías irte.
-No lo haré hasta de que me asegure de que estes bien. -Me respondió.
-No te preocupes por mi... Debes dormir, es tardísimo. De todos modos Eva no querrá hablarme.
-Si que querrá en algún momento. Solo hay que hablar las cosas.
-Trataré... pero no creo que me perdone. -Dije apenado.
-Lo hará, es bastante inteligente como para darse cuenta que todo que producto del instinto.
Un incomodo silencio se produjo.
-Ehm... Hagamos un trato.
-¿Cuál? -Dijo al mismo tiempo que bostezaba.
-Yo intento arreglar las cosas y tu te vas a dormir.
Isabel solto una risilla que me hizo acelerar mi ritmo cardiaco.
-No te librarás de mi tan fácilmente. -Titubea.- Pero... acepto.
-Hasta luego entonces, Isa. De verdad... gracias por todo... yo...
-Nada de gracias. -Me corta.- cuenta conmigo para lo que sea, ¿Si?
-Claro. -Respondí al mismo tiempo que se acercaba a mi y me depositaba un tierno beso en mi mejilla.
-Adiós, y quedate tranquilo que todo se solucionará.

No paraba de pensar en ese beso en la mejilla de ayer.

Suspiro al ver que ya me acercaba a casa.
Era hora de enfrentarme a Eva.
No me había atrevido a acercame el día de ayer.
"Tengo que hacerlo."
Totalmente preocupado, entro a mi casa.
Una larga tarde me esperaba.

¡Idhún es real!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora