¡Idhún es real!

Capítulo 10

-¡Vamos, no tengo todo el día!
Erik caminaba tras de mi, aún sosteniendo la espada.
Desearía caminar más rápido, pero cojeo por culpa del tobillo.
Erik se da cuenta pero no dice nada.
Para mi alivio, llegamos a la biblioteca.
Me dirijo, aún temblando, hacia el lugar donde Victoria lo escondía.
El mundo se cayó a mis pies.
El libro no estaba.
-¿Y? -Dice Erik impaciente- ¿Dónde esta el supuesto libro?
-Eh... Esta... Estaba ahí... ¡Lo juro! -Erik frunce el ceño- ¡Victoria siempre lo dejaba ahí!
-Sabía que eras una mentirosa. Adiós.
Erik me acorrala contra la pared. Grito de terror.
¿Aquí termina mi vida? ¿Todo esto, para terminar muriendo en manos de Erik, personaje de un libro?
Reprimo un grito. Erik tira la espada directamente hacia mi corazón.
Cierro los ojos esperando mi muerte.
Vuelvo a abrirlos al escuchar un choque de espadas.
-No hermanito.

Eva.
Ella había detenido con su propia espada la de Erik.
Me había salvado.
Erik al ver lo que hizo Eva se devuelve hacia ella furioso.
-¡Tonta enana! ¡Viene por ti! -Grita Erik haciendo un movimiento con la espada, con la intención de votar la de ella. Eva fue más rapida, detuvo el golpe con facilidad.
Al chocar las espadas, es como si estas ansiaran acabar con la otra.
Me quedo pegada a la pared sin saber que hacer.
Temblaba.
-Puedo ser más pequeña, pero soy mas inteligente que tu. -Dice duramente y me mira.
Sus ojos tratan de inspeccionar mi mente. Asombrada y asustada, miro hacia otro lado.
No había logrado su objetivo.
-Hey, tu. ¿Buscabas esto?
Eva tenía el libro.
-¡El libro! -Digo aliviada.
-No puede ser cierto. -Dice Erik soltando su espada y acercandose al libro.
-Decidí seguirte hacia Limbhad, por si metías la pata. -Continua Eva- Te encontre amenazando a la chica. Me dedique a escuchar su conversación. Apenas la chica nombro el libro, me dirije a verlo con mis propios ojos. -Suspira y mira a Erik- Tiene toda la razón, la historia de nuestros padres es un libro.

Erik abre los ojos de par en par y toma el libro en sus manos, sin poder creer lo que estaba viendo.
Me relajo un poco al asegurarme de que ninguno de los dos me amenazaba de muerte.
Sabía que les había dicho información, que al parecer, sus padres se esforzaron por ocultar. Pero no tenía otra salida.
A pesar de que Eva debiera tener unos 11 o 12 años, era al parecer bastante peligrosa.
-¿Cómo supiste donde estaba el libro? -Le digo a Eva.
Ignora mi pregunta.
-¿Lo sabes todo? ¿Todo todo? -Me pregunta fijando la mirada en mi, pero sin intentar hacerme algo.
-Desde... -¿Qué sabran ellos? ¿Sabran al menos lo primero que sucede en el libro?
"Mejor será evitar la muerte de los padres de Jack".
-Se todo hasta cuando sus padres vuelven a la tierra.
No sé si había hablado demasiado, pero sus rostros no demostraron ninguna sorpresa.
¿Cómo pudo Eva saber donde estaba el libro? Además, estoy segura de que intento leerme la mente. ¿Tendrá acaso algunos poderes de shek? Al parecer si.

Erik respira profundo.
-No puede ser cierto... -Repite.- Decías la verdad. Y yo intente matarte. -Dice demostrando sentirse estúpido.- Soy un idiota.
-No digas eso... Entiendo que reaccionaras así al pensar que venía por Eva.

Eva mira a su hermano y este evita su mirada.
-Lo siento. -Continua Erik- Perdóname por favor. Ni siquiera se tu nombre y ya intentaba matarte.
-Isabel. -Digo mirandolo detenidamente.- Me llamo Isabel.
-Isabel... -Repite- Perdóname, Isabel.
-Claro. -Rio leve liberando toda la tensión acumulada.

Miro nuevamente a Erik.
Era la viva imagen de su padre, pero con los ojos de Victoria.
Había que admitir que era bastante lindo.
"Isabel, te acaba de intentar de matar, y ya lo estas encontrando guapo" Me digo riendo para mis adentros.

Erik me devuelve la mirada sonriendo tímidamente.

-Entonces, ¿Es verdad que estas aquí para aprender sobre la magia?
-Si, es verdad.
-¿Mi mamá... te la entrego? -Dice algo tímido.
-Si. -Sonrio ampliamente recordando el momento.
-Shail te esta enseñando, ¿No? -Pregunta Eva.
-Si... ¿No les habían dicho nada?
-No. -Responden al mismo tiempo.
-Ven, vamos a la cocina, dejáme servirte algo. Me siento muy mal por lo que te hice.
-No te preocupes, estoy bien.
-¿Bien? -Pregunta algo incrédulo- Estoy segura de haberte visto cojear.

Miro mi tobillo. Era cierto.
-Si, eso es cierto...
-¿Sabes curarte, no? Me refiero a la magia.
-Si. -Me agacho y coloco mi mano sobre mi tobillo pero sin llegar a tocarlo.
Lo curo.
-Haz aprendido bien. -Me sonrie.
-Si. -Le devuelvo la sonrisa.
-Será mejor que nos sentemos. Tengo varias preguntas que hacer. -Dice repentinamente Eva.