13. K & L

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Estaba completamente aburrido, ya habían pasado aproximadamente unas dos horas desde que se comenzó todo el proceso de la denuncia. Normalmente no sería un proceso rápido para que la persona a cargo dejará el formulario o algo así para prometer que se encontrará al delincuente y luego ir a casa, pero no. Mi padre no es un hombre el cual se queda con lo primero en especial de que teniendo el poder que tiene como fiscal todo tiene que ser como él ordena.

Mi madre no desaprovecho el momento para joderle una y otra vez al llamarme por mi nombre además de hacerse ligeramente la desentendida cuando pronunciaba mi Deadname.

Lo peor era que no era para nada como en las series que todos se mantenían ocupados con algún caso importantísimo... todo es puro papeleo a menos de que te toque patrullar.

—Pareces aburrida. — Me sonrió una chica alta de piel aceitunada y ojos verdes. Una chica muy bonita.

—Creo que cuando pasas mucho tiempo sentado sin hacer mucho... — Asintió con un aire divertido.

—Es bueno poder salvar a alguien en agonía. — Se sentó a mi lado. —Mi nombre es Imra y mi padre, el Detective Magnus Ardeen, que ya era hora para pasar tiempo conmigo antes de graduarme... ya sabes una de esas cosas para que dentro de años lo invites a tu boda y finja llorar porque su niña es una mujer ya. — Negó con diversión mientras gesticulaba con muchos ademanes y energía.

—¿También se divorciaron tus padres?

—Sep.— Alargó la "e". —Ahora son buenos amigos a pesar de que él nunca tiene tiempo para nada que no sea trabajar. —

—Los míos no pueden verse ni en pintura, es como si fueran parte de una Familia Real Europea. — Imra ríe con ganas.

—Buscan matarse con todo... Oh... que torpe soy... ¿Cuál es tu nombre? — Me mira curiosa. —Una chica tomboy como tu debe tener un lindo nombre. —

Hago una mueca ante sus palabras.

Carraspeo.

—Mi nombre es Killian, y no soy una chica tomboy. — Me remuevo un poco en mi asiento. —Soy un chico. — Le dedico una sonrisa.

Ella frunce el ceño.

—No. Estoy segura de que no lo eres.

—No te entiendo. — Trato de tener paciencia, aunque quiera largarme de ahí.

—Puedes vestirte como quieras o decir que te digan cómo te plazca, pero eres una mujer... naciste como una y morirás como una. — Se encoge de hombros.

Tenso la mandíbula y le miró tenso. Era una TERF.

—Nací con el cuerpo de una chica, pero viviré mi vida como lo que soy.

Niega con la cabeza.

—Estás mal.

—¿Yo? — Preguntó como si estuviera bromeando, pero el cabreo que me cargaba era legendario.

—El que tu digas que eres una cosa no te dice que eres eso, si yo diría que soy un autobús ¿Qué pensarías? —

—Que tienes un serio problema de disociación de la realidad. — Delante de nosotros está William, parado con un saco en el brazo y cara de pocos amigos.

—William... —

—Tú madre me llamó para que les recogiera puesto que ya iban a terminar. — No alejó sus ojos de Imra ni por un segundo.

¿¡Acaso trataba de intimidar a una adolescente!?

El abogado me llevó afuera a comprar una caja de croissants y café para esperar afuera a mi madre.

Wonderless - Melancolic Rock SC AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora