capítulo cinco.

4.9K 545 117
                                    

Felix estaba nervioso, casi muerto de la preocupación pues esa noche su tonto novio se enfrentaría a Bang Chan, el motociclista con experiencia en el boxeo y era obvio que Hyunjin no estaba a la altura de su contrincante. Lee quiso ser positivo y pensar que su pareja podría ganar, sin embargo, no poseía la musculatura que Bang Chan, no era tan alto como él y no sabía pelear con los puños. Hyunjin era, como él mismo, un niño rico mimado que con levantar la mano tenía todo a su alcance, pero eso no le daría la victoria. De hecho, Felix temía que Hyunjin pudiese terminar herido en demasía, por eso fue antes al Reed, esa bodega de mala muerte con leve aspecto a cantina donde se daban las peleas clandestinas. Su intención era hablar con Bang Chan para pedir clemencia por Hyunjin.

El cantinero le indicó que Bang Chan estaba en la parte de atrás, en donde tenía una recámara para cambiarse. Felix fue hasta ahí siguiendo las luces del estrecho pasillo. Al llegar identificó la puerta pues tenía una placa con el apodo del boxeador. Felix tomó un respiro profundo antes de llamar a la puerta.

- ¿Quién es? -gruñó el hombre del otro lado de la puerta.

- S-soy Felix -dijo con inseguridad, no sabiendo si Bang Chan recordaría su nombre o debería que decirle que era el chico que se folló sobre el sofá de la casa que intentó robar.

La puerta se abrió a los pocos segundos revelando a Bang Chan vistiendo simplemente un pantalón jean deslavado, con botas negras militares y sin una camisa que le cubriese el torso. Bang Chan estaba sonriendo como el gato de Cheshire, amplia y malvadamente.

- ¿Qué hace este pequeño cachorro por aquí? -increpó curioso.

- Tengo que hablar contigo.

- Es sobre la pelea de hoy -asumió-. Tu novio no vendrá, entonces, y vaya que tiene las agallas para enviar a su novio a pagar sus cuentas.

Felix chirrió los dientes con disgusto.

- No soy el pago de ninguna deuda. Él no sabe que estoy aquí.

Los ojos de Bang Chan brillaron con lujuria antes de tirarlo por la cintura al interior de la recámara, cerrando la puerta tras de sí. Felix quedó atrapado entre los brazos del delincuente, esa prisión con una fragancia que, aunque barata, le gustó a Felix. Sus nuevas preferencias le llevaron a preguntarse si no estaba cambiando tanto simplemente por la novedad de conocer una persona como él.

- Quiero que no seas tan malo con Hyunjin.

- ¿Qué? Oh, temes por la vida del debilucho de tu novio.

- No es un debilucho, lo que sucede es que tú eres un mastodonte sin juicio ni corazón -masculló-. Hoy van a pelear y...

- Sabes que tu novio no tiene ni la mínima posibilidad contra mí -se vanaglorió a él mismo con arrogancia-. Pues lo lamento, cachorro, pero tu novio se lo buscó.

Lo sabía, claro que lo sabía. Hyunjin fue insensato al agredir a sus competidores en medio de la carrera y fue aún más tonto por haber confrontado al motociclista, recriminándole no haber ganado. Ahora se enfrentarían en un ridículo cuadrilátero donde Hyunjin probaría su propia sangre bajo la humillante agresión de su oponente.

- Por favor, al menos se suave con él sino quieres enviarlo al hospital.

- ¿Y qué pasa si sí quiero enviarlo al hospital? -tentó malvado-. Así nos daría tiempo a solas.

- ... Si no lo lastimas, entonces puedo pagarte. ¿Cuánto quieres?

- Creo que eres lo suficientemente inteligente como para saber que lo que, en ese caso, quiero de ti no es dinero precisamente.

Felix apartó el rostro abochornado.

- ¿No quieres salvar a tu novio? -se burló.

- Eso es chantaje.

fight for love › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora