capítulo siete.

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- Sube -demandó Bang Chan, tendiéndole el casco extra que tenía.

Felix miró con desconfianza la motocicleta negra de Bang Chan, preguntándose si debía o no subirse sobre ese tormento, finalmente recordó que trajo su auto, lo que era una fortuna pues no tendría que ir abrazado a la cintura del boxeador mientras este conducía como desquiciado por la ciudad.

- Tengo mi auto aquí -se excusó.

- Entonces sígueme.

Y sus palabras salieron con el mismo tono demandante que antes, empujando a Felix a obedecer sin quejarse. Un muchacho sumiso, o al menos eso creía el boxeador al verlo acatar su orden inmediatamente. Bang Chan se montó sobre su vehículo y arrancó, recorriendo la calzada con prisa desmedida, viendo por el espejuelo si Felix venía o no tras él. Así era.

Felix conducía su costoso auto siguiendo desorientado al otro, intentando adivinar a dónde se dirigían. El primer lugar en su lista fue un motel, pues no creía que Bang Chan tuviese el interés de llevarlo a un lugar mejor. Ugh. Estar en un motel sonaba asqueroso para él, y tendría que tomar más de un baño cuando llegase a su casa para quitar la repugnante sensación que ese lugar seguramente le dejaría. Nunca había estado en un motel, pero la imagen mental que tenía casi le producía arcadas.

¿Acaso las personas se sentían cómodas al tener relaciones en un lugar tan insalubre y cuya reputación es tan denigrante como la de ellos mismos?

Sorpresivamente, aunque el sector no era ni el más lujoso ni el más pobre, no parecían estar dirigiéndose a un motel. Bang Chan entró en el subterráneo de un pequeño y viejo edificio departamental. A primera vista el lugar era bastante modesto, aunque Felix suponía que era mejor de las casas en los barrios bajos de la ciudad.

Felix ingresó su carro y lo estacionó cerca de donde estaba la moto de Bang Chan. Suspiró y bajó del auto.

- ¿Por qué pareces tan sorprendido? -fue la pregunta que lanzó Bang Chan al verlos con los ojos recorriendo todo el lugar y con los labios entreabiertos-. ¿No esperabas que tuviese una casa decente?

- No pensé eso, pero me imaginaba que me llevarías a un vulgar motel.

- Si quieres visitar uno aún estamos a tiempo de ir. Funcionan las veinte y cuatro horas.

Felix torció el gesto al oírlo hablar. Ese hombre estaba bien informado sobre cómo funcionaban los moteles, y no le sorprendería que tuviese sus favoritos de una larga lista de ellos. Se estremeció. Seguramente Bang Chan podía ser también un cliente VIP en esos lugares.

Subieron por las escaleras hasta el segundo piso, pocas palabras se compartieron en el trayecto en los de no hacer de ese un incómodo momento. El departamento 2-A era el de Bang Chan, aparentemente, y era por dentro como lo era el motociclista por fuera. Bastante oscuro y rudo, con algunos muebles y ninguna decoración adicional. Felix se sintió extraño al estar ahí.

- Me gustaría saber porqué me has traído aquí -mencionó, intentando romper la incomodidad que se cernía sobre él.

- ¿En verdad esperabas que te llevara a un motel?

- ... Entonces, ¿es aquí a donde traes a todas tus parejas?

Una carcajada profunda resonó en el pequeño lugar.

- ¿Te preocupa que este lugar haya sido usado antes? -se burló Bang Chan.

Felix se encogió cohibido por su propia torpeza. Y pensándolo mejor, si así era, si Bang Chan llevaba a ese pequeño departamento a cuanta mujer quisiese entonces no distaba mucho de un motel. Ugh. Nuevamente se sintió enfermo por la situación. Sin embargo, su tonta conciencia le recordó que no fue así como se comportó aquella noche cuando conoció a Bang Chan.

fight for love › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora