Memory de amour |FINALIZADA]

Treinta y seis. Final

Solté una risita insolente mientras que dejaba caer mi espalda a la cama nuevamente, extrañando terriblemente a Inglaterra debido a mi accionar.

—Estoy agotada— admití sonriendo, como si no importara, y era porque ya no me importaba.

—Sleep a little {Duerme un poco}.

Inglaterra tomó la taza de café que había a un lado de mi cama y se encaminó a la puerta, para dejarme dormir, pero sinceramente no quería estar sola en ese lugar.

—No me refiero a ese tipo de agotamiento.

Inglaterra volteó a verme y suspiró pesadamente, dejó de nuevo la taza de café y se sentó a los pies de la cama, contemplando me en silencio, esperando pacientemente a que hablara, pues sabía lo mucho que me costaba expresarme.

—¿Estás dispuesto a escuchar a una mujer desdichada?– pregunte con tranquilidad, a lo que Inglaterra asintió.

—I am willing to listen to everything you have to say {Estoy dispuesto a escuchar todo lo que tengas que decir}.

Sonreí con debilidad y cerré los  ojos con fuerza, lo que estaba a punto de confesar juré jamás hacerlo, no podía manejar lo débil y expuesta que me sentía en este momento, pero tampoco podía esperar para decirlo.

—Me rindo...— cubrí mi cara con vergüenza, sin interesarme el dolor punzante que me atravesó al apoyar mi mano en el golpe, mi  voz había  salido débil, resquebrajada— paren...me rindo— pedí en un tono lastimero mientras que sentía como mis ojos se humedecieron y mis lágrimas escapaban— me rindo, los amo, me enamoré...

Confesé descubriendo mi rostro, viendo la cara de sorpresa que Inglaterra puso, él no se esperaba ningún tipo de  confusión.

—Estoy agotada  de huir de lo que  siento, me rindo,  I surrender, my heart is yours, and hers {me rindo, mi corazón es tuyo, y suyo}— asegure haciendo referencia a Francia también.

Inglaterra se quedó en shock, sin saber cómo reaccionar ante mi repentina confesión, me miraba como si no  fuese real, como si lo que acababa de decir no fuese real.

—If it's a lie I'll hit you {Si es mentira te golpearé}.

Cuando negué con una sonrisa en mi rostro Inglaterra se abalanzó contra mi y tomó mi rostro con delicadeza, besando  mis labios con suavidad teniendo en cuenta mi herida, me di cuenta de eso, porque a Inglaterra no le gustaba besar suavemente, él demostraba ser lo poco caballero que era en la cama y en cada muestra de afecto, pero aquel beso dulce y suave, me hizo saber que en serio el  estaba siendo cuidadoso, y no comprendí por qué saber aquello me hizo sentir tan bien.

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Me quede en cama el resto del día pese a que ya me sentía mejor, claramente el golpe seguía doliendo como la mierda, pero era soportable, lo extraño del golpe es que no sentía esa furia homicida que siempre me agarraba cuando alguien me atacaba, sabia que era por la terapia, como también que meterme entre dos personas que peleaban traían consigo un resultado muy obvio y que no podía esperar otro resultado que salir herida en el proceso, era como meterse en una guerra que no era tuya desde un principio, saldrás perdiendo seas o no del bando ganador.   

Unos suaves golpe en la puerta me hicieron dejar de lado mis pensamientos, viendo que se trataba de Inglaterra, quien me miraba con una dulce sonrisa en el rostro, yo recordaba esa sonrisa, un día, en algún vago recuerdo de nuestro pasado, Inglaterra empezó a sonreírme así de la nada, yo no pregunte la razón, en parte porque tenia miedo de hacerlo, pero claramente sabia el motivo de aquella sonrisa tan dulce, el estaba enamorado, de mi, y ya no tenia problemas en expresarlo.