Sinceridad

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Entro en el lugar por la ventana, no quería llamar la atención de nadie y para ese momento no quería ver a nadie, se sentía demasiado confundido, si bien en el momento había creído que todo aquello había sido no más que un juego y una treta para herirlo ahora no se sentía tan seguro, después de todo había ido a buscarlo por si mismo, no podía ser un plan de Ban... Y además, podría ser que el no fuera el gran experto para juzgar un beso, después de todo ese había sido el primero, pero no se había sentido falso, por el contrario todas las reacciones de su cuerpo habían sido bastante armónicas, quería creer que se debía a la sinceridad y el aprecio que esa acción le había transmitido, pero no estaba seguro, no podía estarlo, menos con la actitud que había tomado antes y después de aquel repentino beso.

Se acorruco en su tesoro escondiendo su rostro entre la tela, si, era un llorón pero ahora mismo no podía llorar aún que quisera desahogarse, era como si los sentimientos se le hubieran atorado en la garganta, bloqueando incluso su respiración, cortando la circulación de la sangre a su cabeza causándole mareos, era demasiado molesto, lo intentaba, en verdad quería entenderlo pero no lo lograba, el creía que el amor era algo bastante dulce y hermoso, tal cual lo había conocido al lado de Diane, y aún que claro, ese amor lo había hecho sufrir en algunos momentos seguía siendo tan dulce como en el momento en que lo descubrió, pero ahora, ¿Que era lo que sentía? ¿Estaba enojado? ¿Feliz? No, feliz no estaba, eso era seguro, pero si que se sentía ancioso, como si solo ese beso lo hubiera vuelto dependiente... Quería más.

El peso de aquellos pensamientos lo estaban sofocando, apretaba sus puños con fuerza sintiendo el "algodón" en sus dedos, estos se ponían rijidos como si se estuvieran congelando, incapaces de tomar realmente lo que estaba a su lado, tenía miedo de lo que estaba sintiendo ahora, era como si sus labios le hubieran vertido veneno directo en su garganta, quemando todo a su paso y atorandose dolorosamente en su esófago lo cual lo doblaba dolorosamente, tras el paso de los segundos aquel veneno se extendía más y más en su cuerpo y gracias al miedo y la adrenalina su corazón bombeaba con más fuerza expandiendolo de forma dolorosa, causando dolor y ardor en sus venas, cómo eso podía ser algo bueno, como es que a pesar de aquel dolor agonizante que parecía atravesar agujas a través de su piel, se sentía tan bien, como un dolor culposo y placentero, cuál si aquello fuera un proceso, como si fuera una pieza de un rompecabezas tratando de encajar a la fuerza, lo completaba, pero no lo necesitaba, era demasiado extraño.

No, no quería esa pieza, bien podría vivir su vida sin ella, estando enamorado de la dulce Diane, incluso si lo que sentía no era amor como tal le era suficiente, podría vivir alegremente con ello, cierto, cargaba muchas culpas pero había sabido perdonarse por ellas, era un proceso largo y doloroso, pero había llegado a creer que podría hacerlo, que era momento de tener una vida tranquila y relajada, quizá volver al bosque en algún momento, cuando estuviera preparado para ello, simplemente era que todo parecía marchar bien ahora, incluso la paz en la taberna y sus amigos, era ambiguo pero le gustaba y ahora todo se le iba entre los dedos y todo por una acción tan pequeña como un beso, no, no era amor y no quería que lo fuera...

Se dió la vuelta esta vez mirando al techo, se sentía cansado, y bastante consternado, el dolor no se había detenido, por el contrario de hacía más y más agudo, el solo pensar que tal vez ese sentimiento estaba en el desde antes le hacía apretar los dientes, no quería ponerle nombre a aquel veneno, pero sabía que no era cosa de aquel simple momento, no había surgido de repente, si fuera así claro que le dolería, no dejaría de ser una burla contra el, pero no sería nada fuera de eso, una humillación por una mala broma, indignación por un beso robado y listo, no había razón de hacer más drama, pero no, no era así, y es que desde aquel momento en que entendió lo ocurrido entre Ban y su hermana algo había surgido en su interior, se había sentido celoso de la devoción y amor que Ban demostraba por su hermana, sentía envidia del amor que ambos se habían tenido, trato de ocultarlo y evitar los pensamientos al respecto pensando en que se sentía feliz por Elanie, por qué hubiera tenido a alguien como el a su lado antes de su muerte, se lo repitió hasta convencerse, luego simplemente trato de entenderse con el peli blanco y recuperar su extraña amistad, había hecho tan bien su trabajo que se había olvidado de aquel destello de celos... Eso hasta que se encontró solo y herido y el fue a ayudarlo sin siquiera el haberlo pedido, fue entonces que lo que había querido enterrar simplemente había salido de nuevo, negandose a morir, simplemente se había sentido tan protegido cuando lo cargo sobre su espalda, de nuevo aquellos pensamientos y deseos de ser amado de esa forma, empezando a imaginarse tantas situaciones en su compañía, luego pensaba en ella, en lo mucho que probablemente disfruto de aquellas atenciones tan tiernas y amables y comprendía que estaba siendo un monstruo, pues aquel amor era de su hermana no suyo, por lo que quererlo para si mismo era horriblemente egoísta y además pensaba, un insulto para Elaine quien solo había tenido esa alegría luego de que el se marchara.

Se cubrió sus ojos con su brazo, las lágrimas simplemente no salían, quería llorar pero su cuerpo se negaba, estaba conteniendo todo aquello, quizás como una manera de castigarlo por sus pecaminosos pensamientos ¿Por qué es que lo había besando? No terminaba de entenderlo, no había hecho más que confundirlo y herirlo, haciendo que aquellos pensamientos y emociones se volvieran más fuertes, obligandolo a ponerle nombre a aquel veneno... Amor. Se mordió los labios y sacudió la cabeza prontamente, no, no podía pensar en eso, tenía que suprimirlo, amaba a Diane... Era a ella solo ella.

"No es así Elaine"

Sonrío melancólico, tal vez era el momento de irse, de dejar todo atrás pues aquella comodidad que había ganado ya lo estaba espiando, sabía que no podría despedirse, le sería demasiado difícil por lo que solo esfumarse sonaba más atractivo, quizá eso le ayudará a enterrar aquellas emociones dónde no pudieran volver a surgir de nuevo.

La puerta se abrió repentinamente asustandolo, y aún que ese brinco inicial había sido realmente malo, el siguiente había Sido mucho peor, la puerta volvió a cerrarse y Ban solo camino hacia el en silencio, sus ojos se fijaron en aquel rostro demasiado serio, no esperaba que se vieran de nuevo a solas, no luego de lo que había ocurrido.

—Tenemos que hablar— Su voz fría hizo estremecer al castaño, se sentó sobre la hamaca completamente petrificado, no podía saber o entender que estaba pasando...

—Supongo— Respondió dudoso, por ahora no podría huir aún que quisera, se encontraba un poco preocupado por el más alto.

—Me gustas

Sus ojos se abrieron por completo, totalmente atónito ¿Es que había escuchado mal?

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Me tarde mucho de nuevo, es solo que esto de ponerme en orden se me ha dificultado, pero nada está abandonado, seguiré intentando por qué esto no sea de nuevo tan eterno, espero seguir contando con su apoyo!

Los votos y comentarios me animan mucho, así que si puedes apóyame de esa manera ^^ y si conoces a alguien que pueda gustarle compártela ❤️ los amo.

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