𝑟𝑑𝑔

732 117 110
                                    

ARGENTINA T

Como el mundo no para y mi mente tampoco, no podía quedarme todo el día tirado en un colchón con México.

De poder podría.

Aunque admito que nos quedamos así, la mayor parte de lo que quedaba del día y de la noche, habremos dicho "taza,taza..." a las siete de la mañana.

El departamento aún estaba hecho poronga y él a toda costa quería ayudarme, así que iba a quedarse acá (en el país, no en el departamento) y después de dormír, nos íbamos a ver para comprar unas cosas; más que nada queriendo evitar el brote depresivo que me daría si todo seguía así de cochino.

Se supone que nos íbamos a ver en la tarde, más o menos tipo cinco y así, para ir con tiempo a hacer las compras.

Se supone.

Eran las siete, pero de la tarde duh.
Recién me despertaba y lo hacía con dos sorpresas.

Uno, el departamento tenía agua caliente.
Dos, México también se despertaba recién, así que la culpa que tenía se me había ido.

Obvio me puse a llorar antes de saber esto, pero llorar de bronca por ser tan inútil y despertarme tan tarde.
Y si, fue un alivio saber que México es igual de inútil que yo y que también se despertaba hace cinco minutos.

Me hizo saber que estaría acá en quince minutos porque tenía que bañarse y de más, lo cual hizo hacerme una gran pregunta...

¿Acaso se bañaba en dos segundos? What the fuck, eso solo me generaba una preocupación más y es que debería de bañarme rápido si no quería dejarlo afuera.

Dejé se revisar Instagram para meterme en la ducha, al mismo tiempo que intentaba organizar mentalmente todo lo que había pasado. Más que nada los acontecimientos con relevancia, porque si le pongo a pensar cada cosa que hago, no voy a acabar jamás.

Había perdido el mundial, me había mudado sin dar explicaciones a nadie y por último, pero no menos importante, andaba como uña y mugre con México.

Era demasiado raro de mi parte no haberlo corrido a la mierda de mi vida, pero sé que aunque lo hiciera, él solo se pondría a reír y a decir "no mames, déjame lugar en el sofá" o algo así.

Lo cual me obligaba a buscar en WikiHow: "cómo no volverse dependiente de una persona" y "como sacar manchas de humedad del techo".

En fin, cosas de adulto responsable.

──────────────

ARGENTINA T -

Bueno, ahora estábamos en el auto, que él tenía para moverse acá, decía que no quería que yo manejara porque "podía volverme loco y acelerar de la nada".

Marica.
No voy a negar que eso puede pasar igual.

La verdad es que fallamos en todo, pero fingimos que no, por lo que solo dábamos vueltas y nos mirábamos como si hubiera un lugar de decoración abierto.

──Wey, ¿Quieres ir a comer antes? ──Preguntó en un semáforo en rojo, levanté y bajé los hombros. Me daba igual. ──Ándale, tienes boca güero.

──Como quieras.

──Tomaré eso como un si.

Asentí y seguí mirando la ventana, intentando concentrarme en ver una paloma, en busca de confirmar mis teorías anteriores, pero la mirada del mexicano me distraía.

──¿Algo qué me quieras decir? Digo así me dejas de mirar.

Te reíste, pero me miraste con algo de pena.

𝐄𝐅𝐈𝐌𝐄𝐑𝐎 | 𝘔𝘦𝘹𝘈𝘳𝘨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora