𝟎𝟒

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Minutos atrás...
Narra Tae;

—Buenas noches —me fui.

Enserio si ese idiota se va mientras duerma no se que haré, seguramente querrá llevarse toda nuestra comida dejándonos sin nada. Dormiría con Minie, ahora seguramente estaba con aquel chico.

—¡Minie! —poco después entró a su cuarto—. Hora de dormir.

—Si.

Ella se acostó en su cama, la tape con su sábana sentándome en el suelo al lado de ella, ahí era donde dormía siempre, para asegurarme de que nada pasara, de nuevo, la mano comenzó a picarme pero no le di importancia, solo la rasque levemente.

—Mamá...le debes una disculpa a Jeongin.

—¿Por qué?, ¿por querer matarlo?

—Así es.

—No lo haré, porque no lo volveremos a ver —dije mientras acariciaba su cabeza.

—Por eso debes hacerlo, se quedará con ese dolor.

—Estamos en un apocalipsis no creo que le afecte.

—Aún así...

—suspiré—De acuerdo lo haré antes de que se vaya.

—Gracias mamá.

Poco después ambas nos quedamos dormidas. A la mañana siguiente desperté más temprano de lo normal pues la cabeza me dolía. Me pare para ir hacia mi habitación en donde Jeongin se encontraba durmiendo, verificando que así era.
Parecía como si no hubiera dormido en una cama durante mucho tiempo, estaba destapado de la espalda, no le di importancia y bajé hacia el comedor para preparar un café. Me recosté sobre la encimera, la comezón apareció, mire mi mano, notando que el área donde había caído la sangre estaba roja, irritada, las cremas que tenía en casa no funcionaban, necesitaba ir a una farmacia, fue ahí donde busque en internet alguna crema especial, ¿Bepanthol?, bueno ahora necesito ir a una farmacia a encontrar esa crema, tal vez se calme un poco.

Con mi café en mano caminé hasta la sala, le di un sorbo para luego dejarlo sobre la mesa y acostarme en el sofá, pues tenía dolor de cabeza todavía. Poco después, me quedé dormida de nuevo.

Dos horas después...

—¡Mamá! —dijo mientras me agitaba.

—¿Q-que?...—me senté de golpe—. ¿Qué ocurre estás bien?

—Si estoy bien —suspiró—, pensé que te habías ido.

—¿Porque me iría?

—No lo se...—infló sus cachetes.

—suspiré—Jamás te dejaré sola, ¿de acuerdo? —acaricie su cabello levemente—, siempre estaré contigo no importa que, y te protegeré de todo mal.

—Gracias mamá —me abraza.

Correspondí a su abrazo, cargándola para sentarla conmigo. Tal vez me puse un poco sentimental, pero solté algunas lágrimas. Estaré siempre para ella no importa que, la protegeré de todo mal no importa que, me enfrentaré a lo que sea para protegerla.

—me separe y limpie mis lagrimas—¿Quieres desayunar galletas?

—Si por favor.

Ambas nos paramos, entramos a la tienda tomando un paquete de galletas pero claro, no las iba a comer. Se sentó en el comedor, fui por un vaso con leche para ella dejándolo frente a ella para luego sentarme en el comedor.

—¿Deberíamos despertarlo?

—¿Para qué?

—Para que desayune con nosotras.

—No, seguro está muy cansado, debemos dejarlo descansar para que pueda irse.

—Mh...—lleva una galleta a su boca—y si...¿se queda con nosotras?

—¿Que?!

—Piénsalo mamá, está solo, pareciera como si no hubiera comido durante un mes, solo tiene ese bate para defenderse y su ropa está muy sucia, seguro lleva mucho tiempo afuera peleando con los zombies.

—Minie, no dejaré que un extraño viva con nosotras, no lo conocemos, no sabemos de dónde viene, cuantos años tiene, qué fue antes de esto ni cuales son sus intenciones, no te dejes engañar.

—Pero mamá...

—Debes aprender que no todo en la vida es color de rosa Minie, y menos ahora en este feo apocalipsis, las personas se vuelven egoístas.

—¡Como tú! —se puso en pie y se fue

—¡Oye!

Bueno, tenía razón, mate a las personas sin pensarlo o preocuparme, solo quería proteger a Minie, tal vez me volví egoísta y sobreprotectora...

—¡Minie! —la seguí. Estaba en el patio de la casa—. Minie...

—Solo quiero que dejes de matar personas mamá...

—Pero son malas...

—No todas lo son —me miró—, ¿y si él no es malo?

—¿Y si lo es?

—¿Y si no lo es? —suspiré—. ¿Y si no lo es?!

—De acuerdo...lo pensaré.

 -.°|-_°🍃°_-|°.-

—¿Quieres quedarte con nosotras?

—sus ojos se abren de par en par—¿Q-que?...

—suspiré—Que si quieres quedarte con nosotras.

—¿E-es...en serio?

—Si...bueno, ¿te quedarás o quieres irte?

—¡Me quedo, me quedo!

—Bueno, bienvenido —me crucé de brazos.

—¡Sii! —dijo Minie emocionada para comenzar a brincar.

—Shhh! —dije.

—Si si...perdón.

—¿No me vas a matar verdad?

—Depende —lo mire—, si le haces algo a Minie te matare y tiraré tu estúpido cuerpo por la ventana para que los zombies se lo coman.

—Ellos no se comen a las perso-

—¡Sabes a lo que me refiero!

—De acuerdo perdón, y no le haré nada, es una niña —la miró—, ¿que edad tienes?.

—Seis, ¿y tú?

—Veintiuno.

—Woo pareces más viejo.

Comencé a reír a carcajadas mientras a Jeongin se le había borrado la sonrisa.

—Será mejor que conversemos en otro lado, los zombies podrán escucharnos —dije sonriente.

Caminamos hasta la habitación de Minie, era donde la pasábamos todo el día. Jeongin dejó su bate en la sala, una vez en el cuarto de Minie, ella comenzó a jugar con sus muñecas mientras Jeongin y yo estábamos sentados en la orilla de su cama.

—¿Cómo te llamas? —preguntó mirándome.

—lo mire—¿Por qué?

—Bueno si me quedaré con ustedes debo saber tu nombre.

—suspiré —Dime Tae, ¿tu nombre es Jeongin?

—Así es.

—Vaya...—miré a Minie— que nombre mas raro.

—¿Raro? —asentí—, pues...tu nombre es bonito.

Lo mire amenazadora, si sus intenciones son conquistarme o lograr algo conmigo lo único que logrará es una bala entre sus cejas.

—Solo decía...—desvía la mirada.

—Estas serán las reglas para ti —me mira—, no lastimes a Minie, no tomes comida sin permiso, no tomes nada de la casa, y no entres a la habitación con puerta blanca.

—¿Por-

—Solo no lo hagas, jamás entres ahí a no ser que te lo pida lo cual es nada probable, ¿entendido?

—Entendido.

—Gracias —miré a Minie—, también lo que le dije a Minie, no le abras la puerta a nadie, no hagas tanto ruido y hay que cuidar la comida porque es lo único que tenemos.

—Seré cuidadoso.

—Mamá —se paró y caminó a mi—, este es tu regalo.

Me entrego una hoja doblada en dos, cuando la desdoble me encontré con un dibujo suyo, éramos nosotras en un parque como solíamos hacerlo antes.

—Oww...gracias pequeña.

—¿Sabías que hoy es el día de las madres? —le preguntó a Jeongin.

—No, no lo sabía, solamente he estado en Google Maps.

—¿Google Maps? —pregunte.

—Si, buscando alguna tienda o supermercado para comer algo, así fue como las encontré.

—Oh...¿estabas tú solo?

—Si.

—¿Desde cuando estás solo? —preguntó Minie.

—Desde hace...¿dos años?

—¿Dos años? —dijimos al unísono sorprendidas.

—Sí bueno...tenía amigos pero vivía solo, la mayoría del tiempo estaba solo.

—¿No tenías perritos? —preguntó Minie.

—No, no podría cuidarlo.

—Ya veo...bueno, ¿le quieres hacer un regalo a mamá?

—¿Q-que?! —dijimos al unísono sorprendidos.

—N-no, no, no, no —dijo mientras negaba con sus manos.

—Minie eso no se hace, los regalos por un día especial solo se dan entre amigos y familiares y muy apenas lo conocemos.

—Oh...lo siento.

—A-además no sabía que regalarle, no creo poder encontrar rosas, chocolates o maquillaje.

—A ella le gustan las bolsas de señora.

—¡Minie!

El Apocalipsis nos Unió  - JeonGinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora