Narra Tae;
Poco antes...
Desperté poco a poco, mi cabeza dolía, al igual que mi brazo izquierdo. Al lograr ver con claridad noté que estaba en una habitación, ¿es la casa de Haseul?, no, habían muchas pantallas como si fueran cámaras de seguridad, junto a mi, estaba la mochila de Jeongin pero él no estaba.
—¿J-jeongin?...
Me senté con cuidado llevando mi mano a mi frente, sintiendo como esta casi hervía. Busque a Jeongin con la vista, tampoco estaba Minie, espera, ¿Minie?, ¿dónde está Minie?!
—¿Minie?! —a lo lejos, pude ver los pies de Jeongin—. ¡Jeongin!
Me puse en pie, mareándome un poco para caminar hacia el. Al poder verlo, noté que estaba atado de las manos y pies teniendo una tela en su boca.
—¡Jeongin!? —me incliné hacia él quitándole la tela de su boca y las que tenían sus manos y pies—. ¡Jeongin! —no despertaba—, ¡Jeongin despierta! —mis ojos se llenaban de lágrimas, estaba preocupada, ¿que había pasado?—. ¡Jeongin por favor despierta!
Lo abrace, comenzando a llorar. Despierta, maldita sea despierta, aún tenemos mucho que hacer, tenemos que llegar con Haseul, tenemos que sobrevivir a este infierno, tenemos que vivir juntos, tenemos que estar juntos, ¡Jeongin con un demonio despierta!.
—Jeongin...—murmure entre lágrimas mientras lo abrazaba— despierta por favor...
Apreté mis puños, tomando de su camisa. Por favor, que no le haya pasado nada grabe, que siga vivo, no se que haré sin él, por favor, despierta, Jeongin. Mi respiración se entre corto soltando un suspiro, momento en que un quejido proveniente de Jeongin se escuchó. Me separé, observándolo, parecía despertar poco a poco.
—¡Jeongin! —dije sonriente.
—¿T-tae?...
—¡Sigues con vida! —lo volví a abrazar.
—S-si...sigo con vida —correspondió a mi abrazo, acariciando levemente mi espalda—. ¿Estás bien?...
—Creí que habías muerto...—murmure.
—se quedó en silencio unos segundos para luego sentarse con cuidado, pero en ningún momento lo dejé de abrazar—¿Yo?, ¿morir?, estas hablando con alguien que jugaba videojuegos todos los días todo el día, sabiendo que tiene que hacer en esta clase de situación.
—reí ligeramente—Idiota...—me separé—¿donde esta Minie?
—su sonrisa se borró—Minho...
—¡Mamá!
Ambos nos pusimos en pie para tomar de nuestras armas y salir corriendo de ahí bajando por unas escaleras circulares, estábamos en un centro de videojuegos, ¿en qué momento llegamos aquí?, ¿cuanto dormí?!
—¿Dónde diablos estamos? —lo mire.
—Wowgames, es el refugio de Minho.
—¿Que!?, ¿se te ocurrió traernos al refugio de Minho?! —dije molesta.
—Sí pero- sus ojos se abrieron de par en par mientras miraban mi mano— t-tu mano...
—¿Qué? —la mire, quedando igual de sorprendida que él, lo rojo se había ido—. ¿Q-que?...—lo mire— se a ido.
—P-pero...espera, antes de desmayarme Minho te inyecto algo en tu brazo, ¿crees que el-
—¿Que él también sea parte javerb?, por supuesto, cuando vio mi mano se sorprendió mucho.
—Entonces, ¿él tiene la cura?
—I-imposible...—miré mi mano— es un simple chico, ni siquiera los científicos han encontrado la cura sería imposible que un chico como el-
—¿Encuentre la cura? —dijo Minho a lo lejos—. Lo se, suena imposible, pero este chico era uno de los mejores en la mejor Universidad de ciencias en Seúl.
—¿Dónde está Minie!? —ambos le apuntamos con nuestras armas.
—Jugando con mi hermano, saben no ha tenido con quien jugar en mucho tiempo —dijo mientras caminaba lentamente hacia nosotros.
—¿Y donde están?, el trato era que hasta que Tae se sintiera mejor nos iríamos y ahora está bien —dijo Jeongin.
—El trato era, hasta que los tres estén bien, y Minie...—reí ligeramente— ella ahora no está tan bien que digamos.
—¿Dónde está Minho!? —dije molesta.
—Te lo he dicho ya, y si quieres seguir siendo normal será mejor que te calles y la dejes jugar con mi hermano!, ¿o que...quieres seguir siendo un estúpido zombie por el resto de tu vida!?.
—Prefiero mil veces ser un estúpido zombie y tener a Minie a mi lado, a no serlo y no tenerla!.
—Ajá, ¿y qué harás cuando los verdes te encuentren?
—¿Los verdes? —preguntó Jeongin confuso.
—El grupo que se dedica a cazar personas como tu, desde que el estúpido gobierno dio ese mensaje grupos de personas que se hacen llamar los verdes buscan a personas como tú Tae, personas que pueden controlarlo, personas que son parte javerb!.
—¡No me importa quien me tenga que cazar, yo quiero a mi hija!
—suspiró, deteniéndose a tres metros frente a nosotros—De acuerdo, suerte encontrándola.
Seco una granada de humo para dejarla caer frente a él para luego patearla hacia nosotros, haciendo que dejáramos de verlo. Ambos comenzamos a toser debido al humo para retroceder y salir de ahí.
—Jeongin tenemos que encontrar a Minie antes de que le pase algo.
—Tengo una idea de dónde podrá estar.
—Eso...sí primero pasan sobre mi —dijo Minho dentro de la nube de humo, pero casi en gruñido.
Al salir de esta, sus brazos estaban completamente rojos, mientras su cuello comenzaba a ser consumido por este dejando caer un pequeño frasco con un líquido rojo. Ese debe ser lo que te convierte en javerb, pero, ¿y la cura?
—¿Quieren jugar a las carreras?
—T-tae...—murmuró Jeongin.
—Corre.
Narra Minie;
Estaba escondida debajo de un escritorio con la respiración agitada y el arma en mis manos. Aquel niño era otro tipo de zombie, pues su piel era ligeramente azul y corría en cuatro patas, corría rápido, demasiado rápido, ahora entiendo porque Minho dijo que le gustaban las carreras.
Subió al escritorio en el cual me encontraba. Cubrí mi boca con una de mis manos. Podía escuchar su gruñido, era tal cual el de un perro grande, lo cual me asustaba más, ya que son mi peor pesadilla debido a un tonto trauma desde mis cuatro años.
—Vamos a jugar niña...prometo que no te haré daño —dijo con su voz normal.
Pero era obvio que no quería jugar, solamente quería convertirme en uno de ellos y es lo que no quiero. Bajó del escritorio alejándose poco a poco, momento en que aproveche para salir de este e ir hacia la entrada para intentar salir, pero por no ver por dónde iba, pise una botella de plástico haciendo que mi corazón se detuviera por un momento.
—¡Te encontré!
Comencé a correr sin mirar hacia atrás pudiendo escuchar como me perseguía. Ese sótano era un laberinto, tenía miles de pasillos los cuales te llevaban a otro y a otro, era una pesadilla total. Gire, entrando a un pasillo para correr por este, en el techo podían escucharse disparos.
—¡Mamá!
Pov Tae;
—¿Escuchaste eso? —miré a Jeongin.
—Si, tiene que estar en el sótano.
—¿Y como llega-
Tomó una de las maquinar para arrojárnosla, haciendo que la pared se rompiera un poco. Ambos estábamos asustados con el corazón a mil, teníamos que hacer algo, pero ya.
Pov Minie;
—¿Que pasa Minie? —di media vuelta para verlo— ¿me tienes miedo? —pregunto sonriente.
—¿Q-qué quieres de mí?...—pregunté asustada— te he dicho que no quiero jugar contigo!
—¿Porque nadie quiere jugar conmigo?...—dijo en un tono triste— ¿es por el color de mi piel?
—¡Es por todo, solo quieres hacerme daño!
—¡No es cierto!, solo quiero con quien jugar, todos corren de mi.
—¿A si?, ¡pues juguemos a las carreras!
Le apunte y dispare, dándole en el hombro, haciendo que soltara un gruñido de dolor mientras lo sostenía, momento en que aproveche y salí corriendo en busca de la entrada, seguramente me estaba alejando, lo cual era muy malo. Gire de nuevo, encontrándome con unas escaleras para luego subirlas encontrándome con otra puerta con candado.
—¡Mamá!
Narra Jeongin;
—Solamente tenemos que ganar tiempo, necesito uno de esos frascos para volver a ser yo y poder enfrentarlo.
—¿Y si tomas el incorrecto? —pregunté preocupado.
—Ya veré lo que pasa pero tienes que prometer que si me llega a pasar algo cuidaras a Minie como si su vida se tratase de la tuya.
—Pero Tae-
—me tomó de mis hombros—Promételo...
—suspiré —Lo prometo...
—Bien, ahora...intenta ganar tiempo.
Salió corriendo. Me recargue en la pared cargando el arma pues me había quedado sin balas. Solté un suspiro, para luego tragar en seco y salir de mi escondite encontrándome a Minho frente a mí, soltándome un golpe, haciendo que saliera casi volando y chocara con una máquina.
—Acéptalo, es inútil que pelees contra mi —dijo sonriente mientras se acercaba.
—Acépatelo...—me puse en pie— jamás me rendiré.
—Pues vaya idiota.
Se lanzó hacia mi, chocando con la maquina momento en que aproveche para correr, encontrándome con un gran castillo, sin pensarlo dos veces me subí a este. Espero y soporte a alguien de mi tamaño. Al estar en el segundo piso de aquel castillo, me encontré con miles de granadas y molotov, al parecer aquí las fabricaba, pero, ¿y los encendedores?.
Narra Tae;
Era imposible, habían miles de frascos de diferentes colores. Morado, azul, verde, rojo, amarillo, ¿porque?. En fin, si el tomo el rojo y se convirtió de nuevo, supongo que el rojo. Tome un frasco pequeño color rojo para destaparlo y beberlo por completo, sabía asqueroso. Comencé a toser debido al mal sabor, dejando el frasco sobre la mesa, sintiendo un fuerte escalofrío por todo mi cuerpo, miré mi mano izquierda, notando que se puso de un tono rosa. ¿¡Qué mierda!?.
Retrocedí asustada, cayendo al suelo, notando como mi otra mano también se volvía rosa. Mi estómago dolía, tanto que vomité, era color rojo, casi como sangre. Ahora mi cuerpo dolía, sintiendo como si algo quisiera salir de este, como si tuviera algo dentro de mi piel queriendo romperla, empujándola. Sostuve mi cabeza con ambas manos para luego mirar mis manos, ahora si estaban rojas. Minho, es tu fin.
Narra Jeongin;
—Sabes...no entiendo como les tienes cariño a esas tontas —dijo Minho mientras caminaba alrededor de aquel castillo, tratando de verme—. Podrías simplemente iras y dejarlas, podrías ser independiente, podrías incluso unirte a mi, te enseñaré todo lo que se, como le quite a Tae su infección.
Estaba intentando encender un mechero, pero era imposible, ¿porque no tiene mecheros que funcionen bien?. Por un momento, el castillo tembló, me sostuve de la pared para no caerme, pero los fuertes pasos de Minho hacían que temblara cada vez más. Tome otra molotov para seguir subiendo. Gracias al genio que se le ocurrió hacer esta cosa de cuatro pisos, pero lo maldigo porque el espacio es muy pequeño.
—¿Que no te gustaría ser un javerb?, es increíble ser uno, sus ventajas son la superfuerza y la velocidad, también puedes saltar grandes distancias, al principio duele, pero después te acostumbras.
—¿Cuánto tiempo llevas siendo uno de ellos? —pregunte, y gracias al castillo, hizo eco.
—Dos semanas después desde que inicio esto...poco a poco descubrí que los javerb no eran los únicos especiales, resulta que hay más como ellos, son cinco, cinco zombies los cuales enfrente y maté.
—¿C-cinco más?...—por fin prendió.
—Así es...—se escuchaba en el mismo piso que yo— ¿que dices Jeongin?, ¿quieres ser un javerb?, o que tal un rasguaz, esos azules que corren a cuatro patas y pueden incluso trepar paredes.
—Antes muerto que unirme a ti.
Salí de mi escondite, arrojando la molotov justo a sus pies haciendo que se quemara al igual que el castillo. Mala idea, ¿ahora como salgo?
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El Apocalipsis nos Unió - JeonGin
Fanfiction+En dónde TaeJi, madre soltera enfrenta un apocalipsis teniendo que proteger a su pequeña, conociendo a muchas personas y teniendo que tomar decisiones difíciles que le cuestan la vida. +JeonGin en su intento de sobrevivir a un apocalipsis, sale en...