𝟎𝟑

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Jale del gatillo, pero Minie hizo mi brazo hacia un lado haciendo que fallara la bala.

—¡Minie!...—estaba molesta, pero se puso frente al chico, llorando—. Minie...

—Por favor mamá —dijo entre lágrimas.

—Minie...—bajé el arma lentamente—. Quítate por favor.
 
—No mamá, no dejaré que lo mates.

—Minie, ¿cuales son las reglas?

—Olvida las estúpidas reglas por un minuto, ¿quieres? —dijo molesta entre lágrimas.

La que se revela...

—Minie —levante de nuevo el arma—, quítate, se quiere llevar nuestra comida.

—Tenemos demasiada, deja que se lleve un poco.

—No dejar-

La puerta estaba siendo empujada por zombies, corrí hasta esta para dispararle, por suerte no entró pero por desgracia habían cinco más detrás de él.

—¡Carajo! —Intenté cerrar la puerta pero era imposible, los cinco empujaban—. Minie, plan B, ¡rápido!

—Si mamá —dijo un poco asustada para irse.

—¿Vas a ayudar o que? —le dije al chico.

Este se paró y comenzó a golpear las manos de los zombies que detenían la puerta con su palo de beisbol. Por la ligera luz que entraba de la puerta note que su cabello era azul, ¿azul?, ¿era youtuber o algo así?

—¡Estoy lista! —grito desde arriba.

—¡Hazlo! —grite para que me escuchara.

El plan b, era tirar cubetas con ácido muriático y luego un pañuelo con fuego haciendo que obvio, lo que se haya mojado comenzará a quemarse. Escuchamos como el agua caía sobre los zombies ya que soltaban sonidos diferentes, supongo que de dolor, segundos después, comenzaron a incendiarse, alejándose de la puerta logrando cerrarla.
Puse seguro, seguido de las cajas con piedras una encima de otra.

—Eso estuvo cerca...—dijo el chico.

Lo mire con odio. Las luces de la tienda se prendieron y efectivamente tenía el cabello azul, también se notaba un poco sudado. Me miró, notando que estaba molesta.

—Hijo de-

—¡No! —se puso frente a él—. ¡No lo lastimes!

—¡Por su culpa casi morimos! —dije molesta.

—Pero estamos vivas, no le hagas daño mamá.

—solté un suspiro de frustración—Te irás en la mañana, cuando los estúpidos zombies se hayan ido, ¿escuchaste?

—S-si, gracias —respondió con una sonrisa nerviosa.

-.°|-_°🍃°_-|°.-

Minie le había hecho ramen a aquel chico el cual estaba sentado al otro lado de la mesa, comía un poco rápido, era demasiado ruidoso. ¿Cómo es que logro entrar?, esas cajas son muy pesadas, son piedras grandes.

—¿Cómo te llamas? —le pregunta Minie.

—Minie —me miró—, no hables con extraños.

—Quisiera saber cómo llamarlo.

—Soy Jeongin.

Ambas lo miramos, se había terminado el ramen.

—¿Es tu nombre? —le pregunta Minie.

—Si pero...no creo que sea necesario que lo aprendan, me iré en la mañana.

—¿Porque tu cabello es azul?

Suspire para ponerme en pie, tome mi plato y el de Minie, pues habíamos terminado de comer lo que este contenía. Fui hasta el fregadero de la cocina para limpiarlo.

Narra Jeongin;

—Porque quería pintarlo de azul.

—¿Es tu color favorito?

—Si, además del rojo.

—Oh...mi color favorito es el morado, la combinación de tus colores favoritos.

—Woo —dije sonriente—, ¿te gustan los colores?

—Si, me gusta dibujar, colorear y pintar, lo hacía mucho en la escuela antes de que esto comenzara.

—Oh...

—No quiero arruinar su conversación pero es hora de dormir, Minie, tus dientes y a la cama.

—Jhm...—hizo un ligero puchero con su labio inferior— de acuerdo —se fue.

De acuerdo. Solo tienes que agradecer, tal vez te haga dormir en la sala, en un sótano o armario, pero tranquilo, dormirás bien en vez de dormir en la calle, una tienda abandonada o casa abandonada.

—Amm...gracias por dejar que me quede.

—me miró—Lo hago por ella no por ti, si fuera por mi te hubiera dejado en la calle o te hubiera disparado en cuanto la puerta se cerró.

Trague en seco. Esa chica enserio da miedo, pero es entendible, es su madre y solo quería proteger a su hija.

—suspiró—Acompáñame te diré dónde dormir.

—De acuerdo.

Me puse en pie para seguirla, llevaba mi bate conmigo. Subimos las escaleras para llegar a un pasillo con cuatro puertas, una de ellas estaba abierta dejando ver un cuarto con paredes rosas y juguetes en el suelo, supuse que era el cuarto de la niña.

—abre una puerta—Aquí dormirás, en mi cuarto pero solo por esta noche será para ti.

—De acuerdo, gracias.

—Deja de ser tan agradecido —se va.

—S-si...

Solté un ligero suspiro. La chica bajó de nuevo las escaleras, entre al cuarto sin prender las luces caminando hasta la cama que había, al parecer era una cama matrimonial, perfecta para alguien que se mueve mucho al dormir.
Deje el bate al lado de la cama sobre la cajonera con lámpara, la cama era cómoda. Observe el cuarto, había un closet, también otra cajonera un poco larga, sobre esta habían fotos de la chica con su familia, por lo menos ellos si la querían...

—Escucha —la mire—, si te vas mientras esté dormida te iré a buscar y te matare, ¿escuchaste?.

—No lo haré, lo prometo.

—De acuerdo, buenas noches —se va.

—Buenas noches...

La pequeña, la cual también estaba parada en la puerta caminó hasta al lado de mi y se sentó sobre la cama.

—No le hagas caso a mamá, es un poco gruñona —ríe ligeramente.

—¿Un poco?, quiso matarme.

—Bueno, es un poco sobreprotectora...era igual antes de que iniciara esto, solo que no amenazaba a las personas con matarlas.

—Bueno...supongo que el apocalipsis cambió a las personas.

—¡Minie!.

—Debo irme —se paró—, si tienes frío en ese armario están las cobijas.

—De acuerdo, gracias.

—De nada, adiós, buenas noches.

Bueno...espero y no me mate mientras duerma.
Baje un poco la sábana, me quite los tenis para después acostarme y taparme para luego dormir profundamente.

-.°|-_°🍃°_-|°.-

A la mañana siguiente...

Desperté poco a poco, mi cabeza comenzó a doler, sentí que dormí demasiado y lo note porque la sábana en la cama estaba muy destendida. Me senté lentamente llevando mi mano sobre mi frente la cual al tocarla sentí que estaba muy caliente, ¿será que envenenaron la comida?, ¿será que me dio fiebre?.

—Buenos días.

Voltee hacia la puerta, era la pequeña con una sonrisa formada por sus labios.

—Buenos días.

—Bueno de hecho seri-

—Serían buenas tardes —dijo la chica parándose al lado de ella.

—¿Tardes?, ¿cuánto tiempo dormí?

—Demasiado, son las tres de la tarde —dijo la chica.

—Oh...perdón, solamente he dormido en el piso estas últimas semanas.

—Es entendible, tu ropa está sucia —suspiró para luego cruzarse de brazos—, tendré que lavar las sábanas...

—L-lo siento...

—Mamá no es para tanto.

—De acuerdo no es para tanto —me miró—, ¿tienes hambre?

—No.

—Bueno entonces toma tus cosas y vete, en eso quedamos.

—De acuerdo.

Ambas se fueron, me puse en pie para ponerme mis tenis, tendí la cama, tome mi bate y baje las escaleras encontrándome con ambas, la chica sostenía mi mochila y me la entregó.

—Tiene lo necesario para que sobrevivas siempre y cuando sepas cuándo comerlo.

—De acuerdo.

La seguí, entramos a lo que parecía ser una tienda en donde me habían encontrado. Quito las cajas con las piedras haciéndolas a un lado.

—Espero y sobrevivas —dijo la pequeña.

—la miré—Lo haré, lo prometo.

Miré de nuevo a la chica, había quitado el seguro de la puerta pero sostenía la manija, como si estuviera pensando algo, ¿no me va a matar verdad?.

—suspiró, poniendo seguro de nuevo—Está bien —me miró—, tengo una sola pregunta para ti.

—¿Mh?

—¿Quieres quedarte con nosotras?

El Apocalipsis nos Unió  - JeonGinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora