𝟐𝟏

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Narra Minie;

Bajaba las escaleras lentamente, tratando de no toparme con aquel niño de piel azulada y rasguños por su piel. Sostenía el arma con ambas manos, atenta a cuando apareciera. Podía escucharlo correr, pues el sonido de sus pasos hacía eco. Antes de poder salir de aquel pequeño pasillo, este apareció, trepando las paredes para lanzarse hacia mí haciéndome caer.

—¡Te tengo! —dijo mientras sostenía con fuerza mis brazos.

—¡Suéltame!

—¡Ahora serás mi mejor amiga por siempre, te quedarás conmigo hasta el final! —dijo sonriente para luego comenzar a reír.

—¡N-no puedo quedarme, tengo que irme con mamá y Jeongin!.

—¿Tu mamá?...—su sonrisa desapareció poco a poco— ¡perfecto ahora también será mi mamá! —dijo sonriente.

—¿Que tu no tienes mamá?!, ¿cómo crees que se sentiría ahora al ver lo que me haces?

Poco a poco su sonrisa se borró, y lo azul comenzó a desvanecer. Entonces, ¿la cura es el cariño?, si a mamá pude calmarla con un abrazo y dulces palabras, tal vez con el también.

—Seguramente se moleste al ver como tratas a una niña.

—No es cierto...¡ella estaría orgullosa de mí!

—¿Orgullosa por casi morderme?, ¿orgullosa por asustarme con tus gritos?

—¡Orgullosa por tener una amiga y dejar de ser tímido! —sus ojos se cristalizaron, lo azul llevaba la mitad de su rostro.

—¿Tímido?...—note que había una tubería ligeramente rota, podría tomarla y golpearlo—. En ningún momento lo fuiste, desde que te vi solamente me has perseguido, no has dejado de sonreír, eso no es ser tímido! —dije mientras me estiraba hacia el tubo.

—¡Pero lo era!, y ahora ya no lo soy, ahora te tengo y serás mi amiga!

Intentó morderme pero con mi otra mano lo tomó del cuello alejándolo de mi. Cada vez se acercaba a mi cuello con la intención de morderme volviendo a ser azul, ¿qué es esto?, ¿un zombie o un vampiro?. Estaba muerta, sería uno de ellos, no quería serlo, tenía que seguir así.

Un fuerte gruñido proveniente de arriba de nosotros hizo que dejara de intentar morderme, volviendo a ser normal, volteando hacia el techo, momento en que aproveche para tomar aquel tubo y romperlo golpeándolo en la cara haciendo que se cayera. Ups, el tubo era del agua y ahora comenzaba a salir. Me puse en pie queriendo salir de ahí pero él estaba en la pasada, no podía hacer nada. Las demás tuberías comenzaron a romperse en su unión haciendo que el agua comenzara a salir aún más.

—¡No, agua! —se quejó el niño alejándose de esta.

—¿Qué, le tienes miedo? —pregunte burlona viendo como este le tenía miedo.

—¡Es mi debilidad tonta! —se quejó.

—Tengo un nuevo juego —me miró—, juguemos a brincar en el agua.

Narra Jeongin;

Había subido hasta el último piso el cual parecía ser una especie de terraza, tenía un pequeño barandal para que los niños no se cayeran pero claro, alguien como yo si podía caerse. Tenía la otra molotov en mi mano, atento por si Minho salía con vida aunque lo dudaba, la mitad del castillo hacia abajo estaba ardiendo en llamas mientras lo de arriba comenzaba a quemarse.

—¡Jeongin! —grito Tae desde el suelo. Me asomé con cuidado, logrando verla, su mano izquierda de nuevo era roja—, ¿estás bien?!

—No se como bajar!, ¿encontraste a Minie?

—Si, ¡pero necesito las llaves!

—¡Las cuales yo tengo! —dijo Minho subiendo al piso en el que me encontraba.

Lo miré, tenía varias partes de él quemadas al igual que su ropa ligeramente pero pareciera como si no le hiciera tanto daño, como si no sintiera dolor alguno— ¿C-como...

—Estas en mi terreno, ¿lo olvidas? —pregunto sonriente, tal y como un psicópata.

—P-pero...—al retroceder y chocar con el barandal el castillo comenzó a caer de lado— ¡dame las llaves Minho!

—las sacó de sus bolsillos— Ven por ellas.

Solté un suspiro. Mire a Tae, quien parecía muy preocupada pues el castillo se quebraba y comenzaba a caer más y más, guarde mi arma volteando hacia Minho para luego correr hacia el. Era algo arriesgado y estúpido, pues el podía matarme, al igual que la caída, pero lo que importaba más ahora era Minie. Me abalancé sobre él, haciendo que cayéramos fuera del castillo.

—¡Jeongin!

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Narrador;

Poco a poco el castillo iba cayendo hacia la izquierda, mientras por otro lado, Jeongin y Minho caían juntos, por suerte, el castillo medía treinta metros. Jeongin golpeaba a Minho en el rostro mientras este intentaba abrazarlo para poder morderlo. Tae quien los observaba comenzó a preocuparse pues si Jeongin caía desde esa altura podría morir. Corrió hacia él para intentar atraparlo pues se supone que tenía super fuerza.

—Hasta aquí quedaste —le dijo Minho molesto.

Este lo tomó con fuerza para girarse, ahora quien caería primero sería Jeongin. Quien al ser girado tomó las llaves de Minho sin que este se diera cuenta. Le dio un último golpe haciendo que lo soltara. Jeongin, al mirar hacia el suelo, noto que le faltaba poco por tocarlo, solamente le faltaba despedirse.

—¡Jeongin!

Volteo hacia ella quien estaba completamente roja para luego brincar hacia él, logrando atraparlo en el aire, cayendo en pie mientras lo cargaba. El castillo cayó por completo rompiendo la pared haciendo un hueco hacia el exterior. Minho, al caer, se rompió la pierna. Tae bajo a Jeongin, ambos caminaron hacia el molestos.

—Perfecto...¡mátenme ahora que pueden! —dijo molesto.

—¿Cómo descubriste la cura? —le pregunto Tae entre dientes mientras le apuntaba con un arma de dardos.

—¿D-de donde sacaste es-

—¡Responde!...¿como mierda descubriste la cura?, ¿como hiciste para que las personas pudieran ser normales de nuevo?.

—ríe ligeramente— No fue sencillo...tuve que sacrificar a mi familia entera, entre ellos a mi hermano, quien quería ser un rasguaz.

—¿Rasguaz? —preguntó confusa.

—Zombies azules capaces de correr a cuatro patas a toda velocidad, capaces de poder correr por las paredes...pero su debilidad es el agua. Mi hermano quería ser uno de ellos, pero fallé...fallé al hacer su sustancia haciendo que se convirtiera en uno, ni siquiera podía hacer el intento de controlarse...

—¿Y como explicas los demás frascos de diferentes colores? —pregunto de nuevo.

—suspiro— ¿Que has hecho todos estos meses?, son cinco los zombies especiales, cada uno con un poder especial, cada uno con una debilidad diferente y claro, puedo convertirlos en uno, al igual que quitárselos, pero nadie lo quiere...es por eso – sonrío – que me sorprendió, porque eres la primera en querer ser un jaberb.

—Bueno así como tiene sus desventajas tiene sus ventajas, ahora, ¿donde-

—Ahí vienen...—susurró— ¿los escuchan?

Se quedaron en silencio, pudiendo escuchar a la oleada que se acercaba debido al fuerte estruendo que había causado el castillo al caerse y romper la pared. Minho no dejaba de sonreír, mientras Tae y Jeongin estaban preocupados por querer salir de ahí.

—¿Dónde está Minie?

—En el sótano con mi hermano, seguramente jugando a las carreras o muy probable convertida en un rasguaz.

—Imposible —le disparó a Minho, haciendo que el dardo se inyectara justo sobre su corazón—, púdrete en el infierno, maldito bastardo.

Ambos corrieron hacia la puerta que Tae había encontrado la cual daba al sótano quitando la cerradura para bajar, dándose cuenta de que al final de las escaleras comenzaba a inundarse, pues había agua a nivel que cubría sus pies.

—Si hay agua significa que-

—¿Mamá? —preguntó Minie acercándose a la salida—. ¡Mamá por fin los veo!

Estaba al otro lado de la puerta. Tae se acercó a esta junto a Jeongin confundidos pues no veían al niño que Minho había mencionado.

—¿No había un niño contigo? —preguntó Jeongin.

—Si, pero logre acabar con el.

—Muy bien mi niña así se hace —dijo mientras quitaba el candado para abrir la puerta.

—Bien ya vámonos que una oleada se acerca —dijo Jeongin.

—¿Dónde está Minho? —pregunto Minie mientras tomaba de la mano de Tae.

—Acabamos con él —la miró—, ¿que te dije sobre los extraños?

—Lo se lo siento...

—¡Tu también Jeongin! —lo miró—, ¡es por eso que no debemos de confiar en los extraños! —dijo Tae molesta.

—Lo siento, tenía que hacer algo, ¿o donde pasaríamos la noche?

—¡En otro lugar que no sea el refugio de un completo extraño!

El Apocalipsis nos Unió  - JeonGinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora