𝟏𝟒

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Narra Tae;

La cabeza me dolía, sentía que iba a explotar en cualquier momento, abrí mis ojos lentamente, tenía la vista borrosa y lo único que lograba ver era un techo oscuro, giré levemente mi cara hacía una brisa cálida, notando que era una pequeña fogata, Minie sostenía un tenedor para carne, en el final tenía un bombón blanco el cual se rostizaba levemente.

—Te...te dolerá la panza —murmure.

—¡Mamá!

Dejó caer el tenedor para correr hacia mi y abrazarme, correspondí para luego sentarme lentamente sin dejar de abrazarla, al poder ver con claridad, note que no estábamos en casa, mucho menos en una, parecía un garaje abandonado, a lo lejos vi mi mochila y la de Minie junto a unas armas, pero...

—¿Donde esta Jeongin? —pregunté un poco preocupada. Minie se separó, limpiando sus lágrimas—. Fue a la casa por medicamento para ti.

—¿Para mí? —fruncí ligeramente mi ceño.

—Si, supuso que te dolería mucho la cabeza, y tendría que traer más vendas para tu brazo.

—¿Mi brazo?...—lo miré, tenía una banda rodeándolo, al darle un pequeño toque me dolió, con cuidado lo quite notando que debajo de esta tenía una cortada. Solté un leve suspiro para ponerla de nuevo—. ¿Hace cuanto se fue?.

—Hace una hora.

—¿Qué tan lejos estamos de casa?.

—Mucho...vamos a mitad de camino para ver a la tía Haseul.

—¿Que!?, ¿porque se te ocurrió ir con tu tía Haseul!?

—¡Porque está viva mira! —tomó mi celular para mostrarme un mensaje, era de ella, preguntando si seguimos vivas y si era así, podríamos ir a su casa a refugiarnos—. Podemos estar a salvo de nuevo.

—E-espera...¿a mitad de camino?, ¿cuanto llevo durmiendo?, ¿y como hicieron para cargarme y esquivar a los zombies?!

—Usamos un carrito de supermercado, solo nos topamos con tres zombies y los matamos fácilmente.

—suspiré—Ya veo, pero...si vamos a pie tardaremos mucho, ¿estás segura que vamos por el camino correcto?

—Si, puse su dirección en el celular de Jeongin.

—De acuerdo, esperemos al amanecer para seg-

La puerta del garaje se abrió de golpe, era Jeongin quien dio cinco disparos fuera del garaje soltando un gran suspiro para luego entrar y cerrar la puerta recostándose en la pared dejando una bolsa junto a él.

—Jeongin! —dijo Minie acercándose a él—, ¿estás bien?

—Si pequeña, estoy bien, traje los medicamentos para-...Tae has despertado! —se puso en pie, tomó la bolsa del suelo para acercarse a mí—. ¿Estás bien?, ¿cómo te sientes?

—Me duele un poco la cabeza, pero estoy bien —dije con una leve sonrisa.

—suspiró—Me alegra que estés bien, te traje esto —me entregó la bolsa— espero y te sientas mejor con eso y por cierto am...

—¿Qué es lo que trajiste? —tomé la bolsa para abrirla, había medicamentos para el dolor de cabeza, vendas y una botella de agua, junto algunos chocolates—. ¿Chocolates? —lo mire.

—No sabía cuáles eran tus favoritos y tome los que había.

—¿De dónde los sacaste?

—Del mismo lugar de donde saque el regalo de Minie, era la única tienda que todavía tenía mercancía en buen estado.

—Oh...¿regalo de Minie?

—Si, era helado de fresa! —dijo sonriente—quería dejarte pero...no pude resistir.

—Está bien, gracias.

—No hay de que, bueno, será mejor que descansen, mañana temprano tenemos que seguir nuestro camino hacia casa de la tía Haseul.

—Está bien, tú también deberías descansar —dije para poner una mano sobre la suya.

—No, alguien tiene que vigilar que ningún zombie se acerque o una de esas cosas...

—Estaremos bien Jeongin, debes dormir– le dijo Minie mientras hacía un pequeño puchero con su labio inferior –.

—¿Y si algo viene y nos ataca mientras dormimos?, tengo que vigilar, ustedes descansen, ¿de acuerdo? —se puso en pie para ir hacia la puerta del garaje y sentarse junto a esta.

—Bueno...lo escuchaste, tenemos que dormir —le dije mientras acariciaba levemente su cabello.

—Está bien.

-.°|-_°🍃°_-|°.-

A la mañana siguiente. Desperté pues comenzaba a tener frío, al abrir los ojos, note que Minie estaba frente a mi, estaba tapada con una cobija, mire hacia mis pies tratando de buscar una cobija para mi pero al parecer no tenía, me senté con cuidado. La fogata estaba apagada, Jeongin estaba observando por una ventana con un arma en sus manos, atento a cualquier movimiento, ¿de verdad estuvo cuidando toda la noche?.

Me puse en pie, cubriendo bien a Minie para luego estirarme ligeramente e ir hacia el. Acababa de recordar que le había prestado ropa de Yedam la cual le quedaba a la perfección, y ya estaba un poco sucia, daba igual, no podíamos quedarnos limpios después de todo lo que pasó.

—Buenos días —dije en un tono leve para no despertar a Minie, haciendo que este me viese y sonriera—, ¿no has dormido?

—Dormí un poco, tal vez unos treinta minutos, pero todo en orden —dijo mientras formaba una sonrisa con sus labios.

—Gracias por protegernos, y por...sacarme de casa, no se que haríamos sin ti.

—No hay de que. ¿Esa tal tía Haseul es tu parienta?

—Es hermana de papá, no te preocupes es de confianza.

—Me alegra que alguien de tu familia se haya preocupado por ti y Minie, en cambio yo —soltó un leve suspiro nasal para luego mirar hacia la ventana.

Pobre Jeongin, no puedo imaginar cómo se debe de sentir después de todo lo que pasó, luego llega este apocalipsis de mierda y sus padres no le han enviado ni un solo mensaje, mínimo para saber si esta bien, o sigue con vida, son unos malditos.

—Jeongin —me recosté junto a él—, tal vez tus padres...—me miró, pero se veía realmente triste, no podía seguir hablando, sentía que cualquier cosa que dijera lo lastimaría—, tal vez...no tienen el valor suficiente para enviarte un mensaje después de lo que pasaron.

—suspiró para regresar su vista a la ventana—Tal vez...aunque lo dudo mucho, antes de que saliera de casa dijeron que no querían saber nada de mí nunca más, ni aunque fuera el fin del mundo, ahora...—me miró— ¿es el fin del mundo no?

—No es el fin del mundo, aún hay esperanza de que todo esto termine, tal vez no mañana, pero si después.

—Jhm...—formó una pequeña sonrisa con sus labios—tuche.

—¿Qué hay de desayunar? —preguntó Minie adormilada mientras frotaba sus ojos.

—¿Guardaste galletas? —le pregunte mientras caminaba hacia ella, poniéndome de cuclillas junto a ella—. Si guardaste galletas puedes comerlas pero solo pocas, tienes que guardar para el camino a casa de tu tía.

—Está bien.

—Bueno —me puse en pie—, será mejor que guardemos todo y sigamos nuestro camino, la casa de tu tía si está lejos.

—Yo les ayudaré a guardar las cosas, parece que el área está despejada de momento así que no habrá problema si no vigilo unos minutos.

Entre los tres recogimos las cobijas para guardarlas en una de las mochilas, también desayunamos un poco, Jeongin y Minie charlaban entre ellos, yo solamente los escuchaba. Tomé mi celular, notando que tenía un mensaje del gobierno, lo abrí:

Para aquellos que puedan leer esto.
Seguimos en busca de alguna cura para esta pesadilla, nuestros mejores científicos y biólogos están haciendo su mayor esfuerzo por encontrar una cura, hemos experimentado con varios de nuestro personal, sacrificándolos, todo por el bien de la humanidad, algunas de nuestras pruebas han estado al límite de funcionar y curarlos, pero por desgracia fallamos.
Otro de nuestros descubrimientos es que aquellos que son infectados por los Javerb pueden ser una posible cura para los demás, ya que son los únicos que pueden vivir con esa "infección" si es que no te a consumido al cien por ciento y logras controlarlo, podrías ser la salvación de los demás.

¿Q-que?...

El Apocalipsis nos Unió  - JeonGinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora