Ya iba a ser medianoche y no fue impedimento para que terminaran en la pista de baile y mientras tenían una noche de karaoke terminando en competencia entre ellos. Para Keiji un poco de aire fresco no le haría daño y su mente volaba de tal manera que no se sentía tranquilo ya que no había tenido la oportunidad de aclarar algunas cosas con el bicolor. Estaba de más decir que esa sorpresa lo dejó sin palabras y tan solo recordarlo lo hacía sonreír.
"Akaashi" Fue interrumpido por una tímida voz. Bokuto se sentía temeroso, ¿y si la sorpresa no había funcionado y seguía molesto? Haría todo lo posible por recuperar el amor de su Akaashi. "Dime que no te he perdido. Se que no te he dado una explicación... Pero ese día, Hinata, el beso y después yo... No estaba consiente de ello, y no hice nada para hablarte y luego Oikawa me dijo que iba a funcionar y que yo..."
Volteó para encontrarse con un Bokuto que intentaba no enredarse con lo que decía mientras sus manos no dejaban de moverse. Suspiró.
"Bokuto San, yo ya lo sé." La boca del bicolor cayó y giraba su cabeza cual búho. "Después de todo, Hinata es una buena persona y me siento un idiota por haber pensado demasiado en ello."
Bokuto quería golpearse, y sabía que le dolería. Ver a su buhito cabizbajo hizo que su corazón se estrujase. ¿Qué había hecho?
"Akaashiii" Sin embargo cuando corrió a abrazarlo unas manos sobre su pecho lo hicieron detenerse.
"Bokuto San, lo siento tanto por haber estado tan ausente no tomé en cuenta sus sentimientos, sin embargo nunca dudó en abrazarme. Tuve un mal momento, pero es algo que aún me hace sentir culpable." Sus ojos se estaban volviendo vidriosos y los ojos contrarios lo veían con preocupación. "Y después viene con todo esto, Bokuto San creo que hace mucho más de lo que yo hago y tal vez soy egoísta porque no hay persona que ame más que a Bokuto San."
El mayor puso ambas manos sobre los hombros de Keiji y apretó sus párpados si no en cualquier momento sus lagrimas saldrían sin control.
"Akaashi, mi precioso y dulce Agashee. No es justo que solo tu te culpes, no podría dejar que lo hagas. Soy yo quien te debe agradecer por aguantar a esta persona desastrosa, quien me vio sin ningún prejuicio. Eres la persona más preciosa de este mundo, y mi amor por ti no bastaría y por ello en esta vida y en la otra, te seguiré encontrando para amarte de nuevo."
Cuando se dispuso a abrir sus ojos el pelinegro tenía algunas lágrimas efímeras y que lo miraban con un brillo especial. Sintio el toque de sus dedos sobre sus mejillas. "Permanezcamos siempre al lado del otro, ¿le gustaría estar a mi lado? Porque aún si es un poco lento, yo esperaría por usted."
Apartado del ruido, los latidos de su corazón eran escuchados y en cualquier momento iban a estallar. Con lágrimas en los ojos de ambos, sus labios se encontraron en un delicado beso y el frío desapareció dando paso a esa sensación de calidez. Se pertenecían el uno al otro, y sin importar que no fuese así, siempre se elegirían.
Keiji le limpió las lagrimas con sus pulgares y alzó las comisuras de sus labios en una linda sonrisa mientras sus ojos se hacían aún más pequeños.
"Te amo, Kotaro, mi estrella." Sus ojos dorados tenían ese precioso brillo que solo Akaashi era capaz de despertar en él. En un segundo el cuerpo del pelinegro se elevó del suelo y fue atrapado entre los brazos del bicolor. "Mi mundo, mi Ke-Keiji, te amo."
El calor subió hasta sus mejillas y prefirió cerrar sus ojos para besar de nuevo esos labios sin embargo sus palabras lo interrumpieron.
"Agasheeee, tus ojos son como el océano, me gustaría nadar en ellos. Te quiero solo para mi, tu corazón está congelado pero yo lo derretiré." El pelinegro arqueó una ceja y después entrecerró sus ojos. "Bokuto San, ¿me está recitando una canción?"
El mencionado escondió su rostro en el pecho de Keiji.
"Akaashi, se suponía que no supieras" Lloriqueó y el menor suspiró por segunda vez en la noche.
"Tu no eres mi tipo, pero aún sigo pensando en ti" Solo porque no estaba peinado como usualmente lo hace, seguramente su cabello se desinflaría ante la respuesta. "Akaashi, así no"
Había olvidado por completo lo otro que también importaba.
"Bokuto San, ¿de dónde consiguió la ropa? Por favor, no me diga que saquearon una tienda." No se iba a detener aún. "¿Por qué terminé viendo a los demás bailar? ¿De dónde consiguió lo que me llegó a mi puerta? Y que al parecer esta usando lo mismo."
Soltó una carcajada y que endulzó sus oídos, ¿dijo algo gracioso?
"Feliz cumpleaños, Akaashi" Le tomó un tiempo procesarlo y por la misma razón sus labios se abrieron y volvieron a cerrarse. Sintió sus piernas apretarse por el agarre de Bokuto.
"Aunque es solo una parte... Al parecer tu cabecita olvidó lo importante que era este día" Y siguió, aunque al parecer Akaashi parecía perdido. "Akaashi no me sigas viendo así. Oikawa lo planeó, me dijo que si hacía esto por ti me ibas a amar más y que la vida era muy corta para que no nos gustara Twice... se aprovechó y convenció a Hinata para usar la ropa que él hizo y que esa fue la razón de nuestras salidas. También hice un trato con Hinata, si le ayudaba, le pedí que hiciera algo para ti ¿te gustó? ¿o tal vez fui grosero por pedir algo así?"
Ahora todo tenía más sentido. Hablaba tan rápido que Akaashi veía como poco a poco el rostro de Bokuto se volvía rojo y sus brazos temblaban por la fuerza de tener al pelinegro sobre sus brazos, cargandolo.
"Bokuto San, creo que primero debería bajarme" Dicho esto, le obedeció no sin antes que Akaashi se atreviera a besar esos bonitos labios y finalizar con una sutil mordida sobre ellos. "Y creo que ya no necesita hacer más por mi."
O tal vez si. Akaashi se había puesto un poco más atrevido y solo iba a tomar esta oportunidad como regalo de cumpleaños, solo eso.
"Bokuto San, ¿recuerda las cosas de adultos?" Como solía decirle su adorado Bokuto y que Kuroo siempre se burlaba de ello. Akaashi admita que el bicolor era inocente para algunas cosas. "No necesito más regalos de cumpleaños, porque estoy viendo uno muy grande frente a mi."
Sin dejar que hablase, acercó su cuerpo y envolvió sus brazos sobre la cintura del bicolor. Ahora el mayor estaba cohibido y con los ojos bien abiertos.
"¿Aquí? Kaashi, al menos espera que te cante el feliz cumpleaños ¿si?" Su rostro estaba bañado de un precioso rojo mientras giraba la cabeza a todos lados. Keiji no hizo más que sonreír y aferrarse a su cuerpo mientras este hacía lo mismo.
El día había dado un giro inesperado y no pudo más que agradecer de estar junto a su persona favorita y quería que fuese así siempre porque Bokuto lo hacía sentir especial.
Fin.Gracias por leer.
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Feel special || Bokuaka
Hayran KurguDonde a Akaashi le gusta Twice. Los personajes le pertenecen a Haruichi Furudate.