Durmiendo

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— Steve, ¿Qué haces aquí? — Pepper esbozó una enorme sonrisa de oreja a oreja mientras se quitaba ahí mismo los zapatos de gran tacón para descansarlos por un breve instante.

— Solo... Vine a ver a Tony — Respondió haciéndose a un lado dejando que la fémina entrara a la súper mansión. — Iré a comprar donas, ¿quieres algo? — Internamente Steve deseaba que dijera que nada, simplemente le preguntó para verse educado, nada más.

— ¡Oh!, no, gracias, saldré a comer y llevaré a Peter conmigo, ¿están sus cosas preparadas, Tony? — Se dirigió a su pareja que continuaba sentado en el sillón, al mismo tiempo que miraba a esos dos parados frente a él.

— ¿Qué cosas?

— La pañalera, ¿está lista?

— Sí, está en su cuarto, pero... Pepper, lo acabo de dormir, déjalo un rato — Suspiró con pesadez al recordar lo llorón que se puso el bebé hasta que le dio pecho y se rindió hasta dormirse.

— No Tony, yo ya me tengo que ir, en 15 minutos tengo una reunión y no quiero llegar tarde — Dejó su bolsa a un lado y enseguida se dirigió a la habitación del pequeño bebé.

— ¡Pues entonces ven por él cuando termine tu reunión!

— ¡No!

Y nuevamente se quedaron solos Tony y Steve cuando Pepper subió por las escaleras en dirección a la habitación del pequeño bebé que dormía plácidamente en su cuna. Stark suspiró con fuerza, llevándose un par de dedos a la sien para sobársela.

Aunque no lo dijo, Rogers igual se molestó con la mujer. ¿Qué necesidad había de llevarse al bebé si de todos modos estaría ocupada en esa supuesta reunión de trabajo?, ninguna.
En parte tenía ganas de responderle a Potts y decirle que dejara al niño aquí. Si pudiera obviamente no permitiría que se llevara a su hijo a un lugar cualquiera y con probablemente gente desconocida.
Ya que el ambiente era un poco incómodo, Steve optó por salir del lugar e ir por las donas del castaño. Sentía que si seguía ahi, no aguantaría y subiría para quitarle el bebé a la fémina; Sin embargo no quería tampoco buscarse problemas o discusiones, así que mejor se fue.

Por otro lado, Stark tampoco estaba muy conforme con las acciones actuales de la mujer. No estaba en contra de que ella quisiera pasar el tiempo con el pequeño Peter, pero solo debían ser ella y él, no alguien más, ¿y si le pasaba algo?, le daba ese pendiente.
En un par de minutos, la pelirroja se encontraba bajando las escaleras con la pañalera colgando del hombro y en brazos cargando al niño que estaba muy dormido. — Pepp, déjalo aqui. Cuando termine tu reunión vienes por él — Le dijo sin dejar de mirarla mientras se levantaba del sofá.

— ¿Qué?, ¿por qué?, ¿tienes algún problema con que me lo lleve ahora? — Frunciendo el entrecejo, ella le respondió un poco molesta. — Tú estás con Steve, podrías pasarla con él, además te estoy quitando la preocupación del bebé por un rato, ¿para que lo quieres ahora?

¿Enserio Virginia dijo eso?, pero qué carajo — ¿Qué?, ¿cómo que para qué?, para cuidarlo y estar al pendiente de él, no es un objeto del que me pueda olvidar o despreocupar fácilmente, es mi hijo. Así que quiero que me des al niño, vayas a tu reunión o lo que tengas que hacer y después vienes por él, acabo de dormirlo y acostarlo, tardé mucho tiempo en lograrlo, asi que no voy a dejar que te lo lleves ahora.

Ante las duras palabras de Tony, ella se sorprendió bastante, nunca antes él le había hablado en ese tono y que ahora haya pasado algo así, la ha dejado un poco en shock. — ¿Qué te pasa Tony?, solo quiero estar con él — Intentó continuar llevarle la contraria a su pareja, pero realmente era difícil.

— Y tienes todo el derecho de estar con él, pero no ahorita, no es el momento. — Contestó él.

— Pero...

— Ya te lo dije, ¿aún no lo entiendes?, vete a hacer todo lo que tengas pendiente, haz tu trabajo, resuelve tus cosas, lo que sea, no lo sé. Y después, cuando estés libre, cuando estés desocupada, vienes por Peter, ahora déjalo descansar.

Claramente Potts no estaba en posición de llevar ventaja en la discusión. Se sentía acorralada e impresionada del trato que Anthony le estaba dando. Al bajar la mirada, visualizó en sus brazos la tierna carita del bebé que dormía tan cómodamente. Luego decidió ceder e hizo lo que Stark le había dicho. Dejó la pañalera en la pequeña mesa de centro y después se acercó al mayor para poderle pasar a Peter. — Entonces... Vendré en un rato — Diciendo esto, se dio la media vuelta y salió de la gran mansión para abordar a su auto e ir hacia el lugar donde se llevaría acabo su dichosa reunión de trabajo.

Tony soltó un corto suspiro de alivio cuando tenía a su bebé en brazos. No le pesó haberle hablado así a Virginia, jamás permitiría que ella intentara aprovecharse para hacer lo que quisiera y cuando sea con el niño.
Enseguida subió al segundo piso, caminó hacia su propia habitación y recostó al bebé en la cama con mucho cuidado para no despertarlo. Luego se acomodó a su lado y sin darse cuenta, cayó profundamente dormido.

No pasó mucho tiempo hasta que un alto rubio volvió con una caja llena de donas en las manos. — ¿Tony? — Pensó que ahí estaría el menor en la sala, pero no estaba nadie, solo había un silencio llenar el lugar. Cuando volteó hacia la mesa miró la pañalera que anteriormente fue bajada por Pepper. ¿Siempre no se fue ó... Qué pasó?, se preguntaba.
Al no encontrar a nadie ahí abajo, decidió subir con el mayor de los sigilos por las escaleras para ver si al menos lograba encontrar a Stark.
Cuidadosamente caminó por el pasillo hasta que vio que que una de las puertas estaba abierta. Entonces se acercó a esta y se asomó con precaución, sonriendo inmediatamente por la adorable escena frente a él.

Anthony acostado y durmiendo mientras a su lado un muy pequeño bebé estaba igual que su padre, ambos soñando dulcemente.

Esa Noche Me Cambiaste La Vida | STONYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora