Esa Noche Me Cambiaste La Vida | STONY

Es Hermoso...

Hawkeye y Black Widow estaban con la boca abierta y los ojos como platillos sin apartar la mirada de cierto castaño frente a ellos.

— Es... es una broma, verdad? — Habla Natasha. De todos los hombres en el mundo, por qué Rogers?. Bueno, no era como si le molestara pero es que no se la creía, no pensó que fuera así. — Stark?, no juegues... quién es el papá del... bebé? — Esta vez pregunta Barton mientras suelta una corta risita llena de nervios.

— Oigan, podré ser molesto, odioso, soberbio y todo lo demás que se les ocurra!, pero les juro que esto no es mentira, no es broma!, no estoy loco! — Con enojo les respondió, aunque el problema era que empezaba a alterarse y eso no era bueno. Romanoff reaccionó y enseguida se acercó para calmarlo diciéndole unas palabras.

— Esta bien, tranquilo, es que perdón pero sí que me sorprendí y no estás loco, Tony. — Decía eso para tranquilizar al castaño cuando la inquietud, la emoción y la sorpresa seguían aumentando en su cabeza. — Es... es por eso que... no quieres volver a New York? — Sin embargo a pesar de eso quería ella misma relajarse un poco para poder pensar con claridad y hablar serenamente con Stark.

— No quiero verlo, tampoco a Pepper, solo... solo quiero quedarme aquí!, váyanse y no le digan a nadie. — Inclinó la cabeza manteniendo los ojos medio entrecerrados.

— Tony, Pepper está matándose día y noche para buscarte, igual Happy, igual Rhodey, nadie se ha detenido en estos 9 meses y ahora nosotros te encontramos... pero dices que no quieres verlos?, incluso Steve te está buscand...!

— Lo hace por obligación, no porque quiera.

— En eso te equivocas. — Comenta Clint — Si vieras su rostro de preocupación por ti...

— Casi le daba un infarto cuando supo de tu desaparición. — Dice Natasha — Dime por qué, qué tanto te hizo Steve como para que definitivamente no quieras volver. Te forzó a tener... sexo?, te trató mal?, qué te dijo?. Es que no entiendo, Tony, es también su bebé.

— ¡ÉL NO QUIERE UNA FAMILIA!, y además a quién demonios le gustaría andar con un hombre asqueroso que puede quedar embarazado?!, soy un maldito asco! — Alzó su propia mano para darse una muy buena bofetada, ya, dio a luz a un bebé, no lo abortó ni hizo nada malo. Bien podría dejarlo, darlo en adopción, buscar una manera de operarse, una manera de que le saquen todo eso que lo convierte en mujer por dentro, regresar a su vida y seguir como antes, pero había un problema, solo uno y muy grande.

Su conciencia...

Él sabía mejor que nadie que sí podría dejar al bebé e irse, pero jamás, JAMÁS!, volvería a estar tranquilo ni por un segundo por el resto de su vida. Podrá mentir a quien sea, a Potts, a los Vengadores, podrá ocultarle la verdad a todo el mundo, pero nunca asimismo. Todo estará grabado ahí, en su mente, para siempre.

Por supuesto que Romanoff le agarró de la muñeca para detener aquel acto de odio hacia su propio cuerpo. — Ni se te ocurra — Le dice en un tono serio mientras le baja la mano con cuidado. — No das asco, Tony, eso a lo que tú le llamas asqueroso, es todo lo contrario. No eres el único que nació con ese don, hay muchos más hombres en el mundo así y créeme que son felices, no veo el por qué tú no. — Natasha empezó a ver como nuevamente las lágrimas de Stark se deslizaban por sus mejillas pero aun así siguió hablando. — Regresemos a New York, habla con Pepper, al menos que te vea, que sepa que estás bien.

— No... qué haré con el bebé?, qué le diré?

— Laura puede cuidarlo, bueno... si no quieres que aún lo vean... — Barton se mete en la conversación con sus palabras que fueron un pequeño alivio para el alma de Stark, aunque igual traía el pendiente.