Buenas! Actualización en la misma semana? Que está pasando?
Pues verán en el cap anterior j-hobs me mandó un mensaje ofreciéndose a ser mi beta en este fic así que acepté para poder hacer contis más seguidas, este cap lo corrigió ella y le dio un poco más de sentido creo yo, la verdad estoy subiéndolo sin leer xD quiero emocionarme con lo que agregó ahhhhhhhh.
En fin no les quito más tiempo, vamos a leer!!!!!!
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El hanahaki aunque conocida, era una afección poco vista en el mundo del cultivo; aun siendo lo más cercano al mejor médico de su secta, Wen Qing dudaba del tratamiento que tendría que suministrarle a Jiang Wanyin. Los libros que había estudiado y tomado como referencia en toda su carrera hasta ahora, tocaban el tema de una manera superficial y no se encontró registro de operaciones similares realizadas en alguna otra secta.
Eran pocas las personas que llegaban a amar con tal fuerza, que ese mismo amor los hería y convertía en fantasmas, los hundía en su propia miseria; recordándoles que el amor que nunca podrá ser suyo. Jiang Cheng era un pobre diablo desafortunado. Muchas espinas pero ninguna de ellas era capaz de protegerlo de su mayor crítico. Él mismo. Si él hubiera querido, pudo haber enamorado a Zewu-Jun. Resopla con fuerza; idiotas desentendidos con tendencia al auto sacrificio. Estaba rodeada de ellos.
Sin embargo, no podía sólo tirar todo el trabajo—junto al de A-Ning—, noches llenas de preocupación y gargantas llenas de pétalos sangrientos al barro. Se dispuso a encontrar una cura y no la halló, entonces simplemente debía compensarlo; buscando entre cada hierba y flor que pudiera hacerle el mínimo de daño y salvar la vida de ese terco Jiang.
"Lo que hago por ti A-Ning..."
Un suspiro agotado surge de su garganta, ya había pasado una semana. No se arrepentía de las noches sin dormir. Por suerte o por azar, logró fabricar unas píldoras especializadas en detener el avance de las raíces y por supuesto, preparar el cuerpo de Jiang Wanyin para la operación.
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¿Cuál sería la manera más sencilla de decirlo?
Ah, se sentía solo.
Abrir los ojos cada mañana sin poder encontrarse con un rostro amable que lo esperara para acompañarlo a desayunar, sin sonrisas de felicitación u orgullo que lo perseguían a sus deberes del día o entrenamientos diarios cada que lograba una nueva postura bien hecha, o tal vez un jia1 en su calificación. Las noches llegaban a ser las más dolorosas; no lograba encontrar la paz sin esa voz que se quedaba a su lado en cada oportunidad, para distraerlo del ardor infernal en su garganta cuando los lotos se alzaran al amanecer.
Es curioso, cómo a veces se quedaba despierto hasta que los primeros rayos de luz acariciaran el agua de los lagos, arrastrando a los lotos fuera de su letargo nocturno; actualmente sólo pedía despertar luego del periodo Haishi2 donde las raíces estarían más estables, con el fin de no sentir los relieves de cada pétalo frotando y molestando su garganta.
"¿Tan infantil soy?"
Se dejó caer en su lecho y cubrió su rostro con ambas manos. Debía admitir que lo extrañaba. A Wen Ning, quería decir. Necesitaba su presencia constante, su amigo podía ser miedoso y algo demasiado tímido para una persona de su carácter, pero era su trato es la característica que lo convertía en una personalidad especial y excepcional. Jiang Cheng no toleraba sus propias muestras de debilidad, en definitiva era lo suficientemente capaz como para no requerir de elogios y buenos deseos, ¿pero qué daño hace el deseo de sentirse querido?
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Sin Salida (NingCheng/Xicheng)
RomanceJiang Cheng prometió ayudar a Zewun Jun. GuangYao era muy afortunado. Extrañamente comienza a vomitar flores cada vez que los ve juntos, tal vez deba ir con los medicos de su secta pero desecha esa idea al pensar en lo débil que se vería al preocupa...