Capítulo 4: Abrazos de Coral

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Slark nadaba con cuidado, sus compañeros tenían sus extremidades listas o para sacar sus armas o para moverse con velocidad, uno a uno caminaron, la zona por la que pasaban estaba llena de cuevas y corales, se veían rasgos de construcción como algunos que otras piedras de la cárcel, Sludirán aviso fuerte y sigiloso
-Entramos a la primera parte, bienvenidos a los Corales Carnívoros-
Su formación era de tortuga, dos adelante, dos atrás, y dos para cada costado, sus ojos obviamente se centraban en su sector, nadaban con velocidad media, evitando hacer algún movimiento que suelte burbujas o algún tipo de sonido que indique su presencia...
-¿Mmmm?-
Sludirán levanto su mano, como si fuera un arma automática, Slark saco su daga con tal velocidad y sigilo, sin moverse de su posición ni provocar alguna burbuja, ordenó ocultarse en los corales cercanos una vez verificado que estos no sean carnívoros, saco la cabeza y vio...
-Dragones Marinos- susurro a los demás
Aquellas bestias marinas yacían reunidas, vio que habían atrapado a algo, era un pobre Umizar, Slark se le vino un recuerdo, hace años cuando estaba en libertad y su vida no era tan dura, utilizaba el caparazón de uno de esos como armadura, el pobre Umizar estaba hecho pedazos, los dragones comían todo lo que podían agarrar...
-Muy bien, escuchen, debemos caminar con velocidad y sigilo, si nos ven, huyan y busquen refugio en alguna de las muchas cuevas que hay aquí- aviso Sludirán -pero siempre verifiquen que el coral cercano no tenga gusto por la carne-
Asintieron todos, el líder dio el primer respiro y se abalanzo, los dragones no reaccionaron, luego le siguieron Mihdar, Riza, Slark, Jikslit, Reshir, Scoped y Hosben, respiraron tranquilos por unos momentos, habían evitado a los primeros monstruos...
-Sigamos...-
Empezaban a reanudar los pasos, y entonces de la nada sucedió...
-¡Cuidado!- gritó Mihdar como un susurro lo suficiente como para que lo escuchen
Del suelo una anémona de mar estaba oculta, Mihdar puedo observar una parte de su cuerpo y descubrir la trampa mortal, todos corrieron evitando el centro y salir antes de que se cierre, Scoped estuvo a punto de caer, pero entonces Slark noto como escapaba con un movimiento similar al de hizo Hosben en su anterior pelea, la magia de su interior se libero de la misma manera, la anémona se resintió de tal ataque y Scoped salió sin problemas...
-Eso estuvo cera, buen ojo Mihdar- habló Scoped
Sin más que decir siguieron caminando, volvieron nuevamente a la formación tortuga, pero alguno que otro le echaba un ojo al suelo o al techo para evitar más molestas anémonas de mar, su caminar se intereso cuando adelante vieron un cadáver de otro Naga, o lo que quedaba de él, tan solo dejando un poco de carne, huesos y una bolsa llena de oro, Hosben procedió a colgárselo en su mochila, el silencio pronto volvió a reinar...
-Y dígame señor Slark, ¿dónde guarda vuestras armas?-
El Rastreador Nocturno dio una mirada molesta e irritada, pronto Hosben comprendió que era de esos tipos que no le gusta contar mucho sobre su vida, ni siquiera sobre sus armas...
-¿No es obvio?, en algún lugar que nunca podríamos encontrar de seguro- dijo Riza
Su caminata siguió adelante, nadaban con tal alerta que podían moverse apenas se sintiera el menor ruido...
-¡MMRAWRRRR!-
Jikslit fue la primera en verlo, un maldito dragón marino preparado para atacarlos, nadaba a una velocidad increíble, Hosben rápidamente saco su arma y recibió los ataques de la bestia, Sludirán aprovecho ese tiempo para lanzar un hechizo de nube oscuro, similar a los que lanzan los pulpos al ser atacados...
-¡Cúbranse, nos reuniremos por aquí una vez de que ese dragón se haya ido!- ordeno el líder
Pronto todos se dividieron en distintos bandos corriendo por los corales, evitando con cuidado a aquellos que no se conforman con el plancton...
Slark corrió a toda velocidad a ocultarse de la bestia, vio un agujero entre dos corales  blancos, apenas se cercioro de que no fueran carnívoros se abalanzo en contra de ellos, ocultándose en aquel interior oscuro...
-¿Dónde está?- se pregunto tratando de oír para ubicar al enemigo
Sabía que estaba cerca gracias a un gran rugido que dio, eso lo motivo a ocultarse por las sombras, fue con cuidado, tratando de no hacer ruido...
-¡Bah!- volteo con velocidad
Algo había caído cerca suyo, sintió otra presencia, estaba preparado para retroceder o abalanzarse en cualquier segundo...
-No te preocupes Slark, soy yo- dijo la voz
Entonces la figura nado para mostrarse ante él, Slark no sabia que decir, ¡no!, ¡era imposible de que ella estuviera aquí!, la razón se lo decía, pero sus ojos le decían otra cosa...
-¿Slithice?- dijo en su mente
-¿Esta bien?- pregunto ella con su suave voz
Era imposible no reconocerla, nadie tenia una voz tan hermosa como ella...
-¿Slark?-
Por unos momentos la imagen de la guardia se mantuvo, pero luego parpadeo, mostrando que no era Slithice, sino Jikslit; fue en ese momento en el que Slark reacciono
-Si, lo siento, creo que por error al entrar a este agujero me di un golpe pequeño en la cabeza, ya paso, no te preocupes- 
Pasaron unos cinco segundos, ambos mirándose el uno al otro en total silencio, hasta que sintieron un gran peso, Slark dio un vistazo pequeño, era el dragón marino, estaba bajando su cabeza...
- Hay que ocultarnos - dijo como un susurro
Jikslit asintió, el lugar era algo pequeño, y solo había un lugar que se hallaba entre las sombras, con una velocidad de nado increíble, ambos meranth corrieron y se ocultaron tras estas, el dragón marino analizo minuciosamente el lugar; su ojo era del tamaño del puño de Slark, buscando de izquierda a derecha, buscando a algún desdichado ser vivo para devorar, su garra pronto entro, buscando algo que atrapar, Jikslit casi recibió una cuchillada por parte de la bestia, los segundos parecían horas eternas, pero no cayeron en la desesperación, sabían que se iba a cansar...
-Rawwrrrarr-
Y así fue, poco a poco sentían como el dragón se fue alejando a nado, cuando al fin sintieron que se había alejado lo suficiente como para que no los pueda oír, dejaron escapar un suspiro agitado...
-Vamos, tal vez los otros...- pero Jikslit no termino
Otra ronda de rugidos fue detectada, Jikslit fue quien en este casi dio el vistazo, Sludirán nuevamente había lanzado aquel hechizo, lo que significaba que no era prudente salir, tenían que esperar un poco hasta que todo el grupo de dragones decidiera desistir en su cacería; el silencio se apoderó del lugar, no sabían cuanto tiempo estarían allí, y por su puesto Slark se aburría, ya cansado de esto y además curioso por tal parecido que tenía Jikslit con ella, dio un suspiro antes de empezar a hablar...
-Entonces, Jikslit, ¿eh?- habló Slark
Ella volteo para verlo...
-Dime, ¿quieres hacer una pequeña charla para no morirnos del aburrimiento?- preguntó él
La slithereen se volteo para verlo y asintió con la cabeza, ella también se estaba aburriendo de esperar a que los dragones se vayan...
-Comencemos por lo básico, ¿cómo llegaste hasta aquí?- preguntó él
Ella dio un suspiro, pero esto era lo normal a la hora de sociabilizar en una prisión...
-Me sacrifique por una amiga, ella asesino por error a un desgraciado cegada por la ira, y al notar lo que había hecho; se rompió, y al verla así, no podía dejarla sola, me ofrecí como un cordero al matadero-
Slark movió las cejas en tono curioso, eso no andaba bien...
-¿Solo por un asesinato y ya te mandaron aquí?- preguntó el meranth
Los que mandaban aquí eran lo peor de lo peor, un simple asesinato que encima fue por error y ni siquiera propio no era suficiente como para estar sentenciado
-Eres muy perspicaz- ella saco su espada y miro su reflejo en el filo -el tipo que mandamos al infierno resultaba ser uno de los hijos ricos de papá, y como todo padre haría, utilizo todos los medios posibles para castigar a su asesino-
-Incluso la corrupción- añadió Slark
-Jajaja, no- ella dio una ligera carcajada -él ya estaba metido en eso, así que en sí uso todo su poder para mandarme aquí, y vaya que lo consiguió- luego su mirada fue dura hacia Slark -es por eso que no deseo que me compare con lo suyos, Slark, a diferencia de ustedes, no disfruto matando ni haciendo maldades-
Ante tales palabras duras, Slark dio un gruñido alegre...
-Creo que no hay necesidad de decir por lo que estoy aquí, usted debe de saberlo- habló Slark con desdén
-Todos han oído sobre el Rastreador Nocturno, asesinato, robo, secuestro, tortura, entre muchos y muchos otros crímenes, tu juicio fue el más largo de toda la historia de nuestra civilización, no hay nadie que haya cometido tal cantidad de atrocidades en el mar, no, creo que ni siquiera en las civilizaciones de los terrestres- ella lo miró con enojo -tus razones no justifican tus crímenes pero siempre me entro la duda desde mis épocas de guardia hasta ahora, ¿por qué razón entraste al crimen?-
Ahora fue Slark quien agacho la cabeza, no le gustaba contar a nadie sobre su pasado, principalmente porque confiar en el Arrecife Oscuro era una fatalidad, pero recordó que esto era su posible última misión, así que, ¿para que guardárselo si da igual?, cambio su daga nueva que le dio Ferlion y saco la que siempre usaba, la tocaba como si fuera un tesoro, porque lo era...
-Va a sonar muy cliché el inicio, pero da igual- levanto su daga frente suyo -esta daga inicio todo, sabes, ¿alguna vez pensaste que el gran Rastreador Nocturno soñó con ser un guardia?-
Ella fue agarrada inesperada, sus ojos se abrieron de sorpresa y su boca se abría como un "O", la reacción común que siempre sucedía cuando nuestro meranth contaba algo sobre su camino de la vida.
-Fue en una batalla, jamás la olvidare, en esos tiempos tenia un compañero, ambos éramos huérfanos, solo vivíamos para vivir al día siguiente, pero todo cambio con ese ataque- Slark extendió su daga -fue uno de los ataques de los molestos leviatanes, no podíamos escapar, uno de los leviatanes me arrincono, entonces él vino en mi auxilio, un Guardia Slithereen, en ese momento yo podía escoger dos caminos, o escapar, o pelear; nunca me ha gustado la idea de huir, y al ver como mi salvador estaba en peligro, hice lo que debía de hacer-
Slark levanto su daga como si la estuviera clavando, recordó la batalla...
-Peleamos juntos y logramos vencer a ese desgraciado, se sintió increíble, y en recompensa por mis acciones, él me dio un par de regalos- Slark le mostró detenidamente aquella daga -uno material, y otro de esperanza, pero...luego te das cuenta de la verdad del mundo, no todos pueden lograr sus sueños, no todos pueden ser buenos-
Jikslit miró como guardaba su daga, vio en sus ojos aquel brillo del suicidio...
-No importa que tanto te esfuerces, si la suerte no quiere que logres tus sueños, entonces no lo lograrás, porque esa es la verdad, la suerte esta presente y siempre lo estará, incluso al momento que llegamos a la vida está se nos presenta, nacer con una familia me hubiera dado mayores posibilidades de cumplir con mis objetivos, pero nací huérfano-
Pronto notaron que los rugidos desaparecieron, ya era el momento de salir y reunirse...
-Por eso es que estas aquí- le habló ella
Su mirada sin embargo no era dura ni de odio, sino compasiva...
-Quieres terminar con ese cansancio de no haber podido cumplir tu sueño, quieres morir de una vez por todas, ¿verdad?- preguntó ella
-No, al menos no solo por eso- detuvo su paso -me he dado cuenta de que sobrevivir aquí no es un problema, pero vivir si lo es-
Ella lo miró confundida, pero al fin lo entendió...
-Se que me merezco esto, al fin estoy en la máxima pena, cansado de luchar para vivir, cansando de tener que buscar comida, cansado de tener que desarrollar artes de asesinato, fueron divertidos a su tiempo, no lo mentiré- miro sus manos -pero hasta para hacer eso necesito luchar, y estoy harto, por eso vine aquí, porque mi maldita mente no quiere dejarme suicidarse, quiere una "muerte digna", por eso...es que estoy aquí..., vine...para morir..., dejar de luchar..., y...descansar...-
Ella lo miró cuidadosamente, lo escucho atenta, cada palabra, mientras volvían al punto de reunión, ella le dijo algo en el oído...
-Despierta Slark..., aunque no te lo puedo decir completo, te diré que estas equivocado, pero que aún tienes oportunidad, después de todo, nunca...es tarde para cambiar...-

Slark y los tesoros de SkadiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora