Slark y los tesoros de Skadi

Capítulo 18: Segunda Nevada: Fierro o hielo

En los pasillos verdosos y helados, los espectros de Odobenus fueron cayendo poco a poco hacia su perdición, pero iban más y más armados, superando en número y en armamento a los competidores, y entonces...
—5, 4, ...—
Slark no paraba de mover su arma, levanto y la clavo con fuerza sobre el pecho de uno de sus oponentes, la pobre armadura de cuero no pudo detener a su Cortacaparazones, dejándolo fuera de combate...
—3 ,2 ,1 , y termino...—
Pero las hordas de espectros no se detuvieron al finalizar la cuenta, era todo, 10 minutos habían pasado, el frío se estaba haciendo cada vez más imposible de ignorar, y escenarios ocurrieron en su mente, analizó que pasaría ahora...
—Si nadie intenta matar a uno de los nuestros, entonces esto se convertirá en un combate de resistencia—
Pensó mientras esquivaba un hacha y respondía con una rebanada en la cintura del enemigo.
—Y si eso sucede, entonces los que tengan menos resistencia serán los que se vuelvan en asesinos, pero eso no es todo...—
Esquivó un espadazo retrocediendo y volviendo a atacar, su cuchilla ahora se clavo en el pecho de su enemigo, este se disipo y soltó el líquido que le devolvió la temperatura perdida
—Lo mejor para los desesperados sería ir por los más débiles y los más inexpertos, pero no saben quien está al costado, por lo que es un tiro de moneda...—

El frio asolándola, consumiéndola, los combates de uno contra uno y las emboscadas eran lo suyo, pero...
—¡Aaaahhh!—
Su situación era todo lo contrario, mataba y mataba sin parar, una cuchilla alcanzo el cuello del espectro armado con una espada y armadura de cuero, el líquido salto y le dio algo de calor para que pueda apaciguarse, pero no sería suficiente, estaban viniendo más y más armados, no había opción, no podía seguir así...no tenía otra opción...
—¡Tch, es hora del plan B!—
Una mirada asesina y desesperada en un rostro tan juvenil... 

—¡Maldición, maldición!—
Las lanzas para disparar se estaban agotando, era más difícil recoger dichos artilugios, la cantidad de enemigos  no era lo que lo agobiaba, sus habilidades le permitían limpiarlas sin problemas, pero...
—¡Uf, uf...ahhh!—
Disparo una lanza brillante que atravesó a 10 espectros, su maná no era infinito, lo sentía, gastaba más de lo que tardaba en regenerar ese maná, y una ves que se terminará, sería su final...
—Supongo que no hay otra opción—
La decisión tomada y la determinación emanaban de él como un aura, no hay vuelta a atrás...

—¡Desgraciados!—
No dejan de venir, y él no dejaba de golpear, su puño de coral rompiéndoles alguna extremidad, y un cuchillo para terminar rápido con sus vidas, pero nada más que eso, su resistencia en combates largos no era apto para él, a diferencia de unas espadas, tenía que acercarse mucho a sus enemigos, su cuchillo no era lo suficientemente grande...
—¡Al diablo con esto, cambio de estrategia!—
Y de un derechazo rompió la armadura metálica de un espectro para luego terminarlo con el cuchillo en el corazón, apenas recibió el líquido, procedió a moverse, es hora de atacar...

—¡Vienen demasiados!—
Hosben fue asaltado por innumerables enemigos, blandió su arma de derecha a izquierda, el resultado fue la decapitación de un gran grupo de espectros, pero uno logró detenerlo con su escudo, y responder con un hachazo en el pecho, retiro con velocidad su espada para poder bloquear el ataque luego se elevo, cambio la dirección de su espada al suelo y dio un gran golpe al suelo, su espada quedo clavada, aturdiendo y dañando a sus enemigos de alrededor, acabó con ellos sin lo más rápido que pudo.
—¡Esto no puede seguir así, no, yo voy a reparar el daño que hice, a como de lugar!—
Se baño con líquido y comenzó su búsqueda de combate, no podía terminar así, no iba a terminar así...

Una lanza sin problemas empalo a 2 espectros, volviéndolos líquido que baño a su asesino...
—Esto es...—
Dos más blindados de metal hasta los dientes intentaron atacarlo a traición, su destino fue el mismo, el líquido no paraba de empaparlo...
—...aburrido...—
Había pasado horas y horas en varios combates contra enemigos más letales como los leviatanes, humanos con habilidades mágicas devastadoras, espectros de su mismo tamaño con poca o ninguna armadura y sin ninguna estrategia de batalla, eran barridos con brutalidad, se alejo un momento y cerro los ojos, recordó en el número que se había quedado.
—...oh, bueno, creo que tendré compañía pronto—
Sabía que ya había terminado el tiempo límite, y no se había terminado, pronto aquellos que no podían seguir aguantando atacarían a los otros, y aunque comprendía a cada uno de sus compañeros, no iba a perder para nada está oportunidad que se le ha dado...
—O tal vez...antes de lo previsto—
Dio un giro para bloquear con éxito el ataque que iba dirigido hacia su cabeza
—Reshir, un gusto verte compañero—
El atacante dio una sonrisa descarada...
—Lo mismo digo Scoped, es lamentable que me haya encontrado contigo, lo siento, aunque me compadezca por como has sido encerrado, eso no detendrá mi búsqueda para poder escapar de aquí con vida, ¡y luego del Arrecife Oscuro!—
Un puñetazo de coral duro iba dirigido hacia su cabeza, si daba bien, iba a ser aturdido, Scoped se agacho lo suficiente como para evitar el ataque y respondió mientras levantaba y extendiendo su lanza y su cuerpo respectivamente hacia arriba para luego golpear el suelo, el movimiento característico de un Slithereen que ha tenido formación militar en su cultura
—¡Daaargghhh!—
Reshir sintió el ataque de Scoped, su visión se volvió confusa, el lancero no desaprovecho y dio una estocada que fue defendida a las justas con sus extremidades superiores mientras formaban una X para detener y desviar el ataque, el aturdimiento pronto acabo, movió su cuchilla para alejar la lanza de su oponente y dar un puñetazo justo en la cara, el exguardia ahora era aquel que sintió la visión confusa, Reshir no perdió tiempo y cambio el agarre de su cuchilla para clavárselo en el pecho; mas no sería suficiente ya que el exguardia recupero el control de su arma y se protegió con su lanza levantada por sus dos manos, ambos decidieron alejarse por un momento, listos para volver a cargar, pero entonces...
—¡Tch!—
Un gruñido molesto y a la vez desafiante vino de Scoped, los espectros no paraban de salir, tendría que concentrarse en estos bichos y también en Reshir, pero no iba permitirse perder, y también su querido compañero estaba en el mismo problema, esto sumándose a una temperatura que bajaba más y más...