Capítulo 10: Desconfianza

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-Riza, ¿dijiste que el sujeto que te llevo al edificio de prostitución fue ese tal Rihuan?-
La joven cambio su mirada para volverse hacia aquel que le dirigía la mirada, contesto moviendo la cabeza de forma afirmativa.
-¿Sabes cuál era su apellido?-
Ella se quedo quieto por unos segundos antes de responder.
-No, nunca nos dijo cual era su apellido o de que familia venia, solo me conto que su madre estaba algo delicada de salud, la verdad, esa señora si que era muy buena si me lo preguntan, pero no por ello olvido lo que él me ha hecho, además, ¿por qué preguntas mucho sobre él, Mihdar?-
-¿Curiosa?, bueno creo que será muy interesante saber cual es mi historia-
Todos ahora volvieron las miradas hacia el ballestero, quien dio un suspiro antes de comenzar a contar su pasadía en la vida...

Narracion: Mihdar

Mi vida comenzó en un lugar especial, en la calle, no recordaba nada sobre si tenia familia, pero todos deben tener una al menos, el camarada Slark sabe muy bien lo que significa ser huérfano y tratar de sobrevivir cada día.
-Por este bote de basura hay comida-
-Muy bien Mihdar-
-Mírenlo, todavía no esta tan podrido-
Tenia 2 compañeros, mis mejores amigos pasamos por muchas cosas, desde robos y salvajes persecuciones hasta haciendo pequeñas actuaciones en la calle para ganarnos alguna moneda, pensé que mi vida siempre seria de ese modo, pero de alguna manera esta decidió que no sería así por mucho tiempo.
-Lozar, ¿a donde vas?-
-Lo siento chicos, ya no tengo tiempo para ustedes, tengo que ir hacia otro rumbo-
-Pero Lozar; yo, Shagal y tú...¡prometimos siempre estar juntos!-
El mayor de los 3, Lozar, había sido admitido en un nuevo grupo de amigos que no eran tan amigables como los tuyos Riza, no, era una gran pandilla, aquella promesa que hicimos pronto se rompió tan rápido como la juramos, no quería verlo, Lozar era el más grande y el más fuerte, gracias a él podíamos comer algunas veces algo que no venga de la basura o que no necesite una carrera de escape; nos protegía de aquellos que buscaban atemorizarnos o dañarnos, era como un hermano mayor, y ver como nos abandonaba fue el segundo dolor más grande que sufrí en toda mi desgraciada vida.
-Vamos Shagal, aquí hay más comida-
-Si, gracias por todo Mihdar-
A pesar de su abandono, yo y Shagal siempre seguimos juntos, la vida continua, pero ese evento no se fue así por así como un simple recuerdo, no, algo en mi interior se encontró, y lo reconozco ahora, recuerdo esa vez cuando vi a una niña tratando de darme comida.
-¿Quieres un poquito?, te ves hambriento-
Mire primero a la comida con ojos brillosos, pero luego la cara de Lozar paso en mi mente para aterrorizarme otra vez, e hice lo más basura que se puede hacer, agarre la comida...y se la tiré en la cara.
-¡Mentirosa, solo quieres darme comida para que así te deba un favor!-
-¡Buaaah, eres malo!-
Ahora al fin lo veo, el abandono de Lozar me dejo una cicatriz en mi corazón, esa cicatriz que jamás pensé seguir sufriendo, pero allí estaba, acuchillándome el corazón cada rato, cada vez que alguien se me acercaba, cada vez que alguien me ofrecía ayuda...
-Mihdar, amigo vamos, nos ofreció comida gratis, ¿qué te pasa?-
Solo había alguien en quien yo podía creer, y ese era Shagal, luego para mí todos los demás eran amenazas posibles, al principio solo fueron alejamientos lentos.
-¡Oye Mihdar, vamos a jugar!-
-¡Si, y con apuestas, yo pongo un pez reciente que encontré!-
-Ya lo hiciste, ¡entonces apostare toda esta comida!-
Todavía seguía jugando con mis pares, las apuestas por comida era algo que me parecía tan normal, a veces ganábamos y teníamos para comer como reyes, otras veces tendríamos que pasar por hambre durante 1 o 2 días.
-¡Bien, gané!-
-¡Oh maldición!-
Las apuestas con esos niños ya sean huérfanos o no era el único lugar en donde yo podía hablar con la gente sin tener que tomar precauciones, y no solo apostábamos comida, aunque eran mis favoritas, también habían otras...algo ilegales.
-Maldición, entrar a este almacén y robar, ¿en serio estamos haciendo eso?-
-Debiste pensarlo mejor al aceptar esa apuesta Mihdar-
-Si, creo que tienes razón Shagal, pero ya esta hecho, ahora tenemos que conseguir ese objeto rápido y llevarnos algo de comido si podemos-
Entrar a casas y/o almacenes eran otra de las pagas que podíamos dar si es que no teníamos suficiente comida, era más arriesgado pero también significaba que podíamos recuperar lo que habíamos perdido.
-¡Hey, ¿quién esta ahí?!-
-¡Nos descubrieron, es un guardia!-
-¡Corre corre, no mires atrás!-
Por suerte nuestra, siempre conseguimos salvarnos el pellejo de aquellos uniformados molestos, de verdad, no se que harían de nosotros si nos lograsen atrapar, todo iba bien, de viento en popa, la comida que recibíamos pronto crecía, y así los años pronto fueron avanzando, pero entonces...ellos llegaron.
-Veo que su juego es interesante, yo entraré-
-¿Como te llamas?-
-Soy Jon-
Era un adolescente de unos 16 años, Jon era su nombre, tenia pinta de un matón si me lo permites decirle, se hacia pasar por blanca oveja...y le creímos.
-¡Muy bien, gane!-
-¡Felicidades!-
Le permitimos ingresar a nuestro grupo, yo que ya me había curado de esa herida también me tragué el cuento de su inocencia, y un día...nos tendió su gran trampa.
-¡Muy bien chicos, hoy voy a apostar mucha comida y no solo eso!-
-¿Qué más planeas ofrecer?-
-¡Este anillo, dicen que tiene un valor increíble, se dice que atrae la suerte!-
-¿¡De verdad!?-
La ruleta giró, los dados también, y al final el resultado se dio.
-¡Felicidades Mihdar, eres el ganador!-
-¡Sí!-
Me puse el anillo en mi dedo, ¡y vaya que funcionaba, de verdad, era una locura!, encontré comida como nunca, no solo eso, en los robos que cometía ya sea junto a Shagal o yo solo casi nunca se apareció un guardia, o si es que llegaba uno, ocurría algo que me favorecía y evitaba ser descubierto.
-¡Detente, estas bajo arres...ouch!-
-¡Hasta luego, disculpa por las molestias!-
O cuando me estaba persiguiendo siempre pasaba algo que le impedía seguir la carrera, sin embargo, como todo objeto mágico, no tenia energía ilimitada, así que siempre lo guardaba para ocasiones en las que de verdad era necesario usarla.
-¡Bien, quiero entrar en apuesta!-
-¡Genial, vamos, ya estamos iniciando!-
-¡Pongo todo esto como mi oferta!-
No me gusta hacer trampas, pero comida es comida, y si supieran que los poderes eran verdaderos, pues el resultado seria obvio, nadie quiere competir en un juego al azar en donde tu oponente tiene la suerte de su lado, todo continuo normal, excepto por un detalle.
-Oigan, hace tiempo que no viene Jon-
-Ahora que lo dices, es verdad, ¿dónde estará?-
Desde que me entrego el anillo, el adolescente había desaparecido y no había jugado ninguna apuesta, nadie sabia donde estaba, ignore ese hecho y seguí jugando, era ya entrada la tarde...y allí fue cuando todo se mando al demonio.
-¡Quietos todos!-
-¿¡Qué significa esto!?-
-¡Oficial, no hemos hecho nada malo!-
Resulto que en plena luz del día, estaba a punto de irme junto a Shagal, había usado mucho el anillo y la suerte se había acabado por hoy, pero de la nada un guardia nos atrapo en medio de nuestras apuestas, pronto me arrepentiría de no haber guardado la magia de suerte para ciertos eventos.
-¡Quedas detenido por robo!-
-¿¡Pero qué!?-
Me agarró y me llevó hacia el puesto de vigilancia más cercano, en el camino me quito mi anillo y lo puso en unos trapos para evitar que pudiera usar la suerte a mi favor, mi primera noche en una celda no fue nada bonito, pronto me llevaron a un juzgado donde decidirían mi destino.
-Se le acusa a este joven de robo de un tesoro de nuestros ancestros-
-¡Un tesoro de la bóveda profunda!-
Y ahora si que me había metido en problemas, el juez me miró por unos segundos después de haber oído la grave acusación que estaba sufriendo, no parecía tan convencido de que alguien como yo pudiera hacer tremendo crimen y con todo eso, el resultado fue claro.
-Este sujeto no me parece alguien capaz de ello, dime joven, ¿cómo conseguiste este anillo?-
-¡Lo gane en apuestas, lo juró, un chico llamado Jon vino un día y lo apostó, acabe ganándolo!-
Fui liberado a medias, tendría que colaborar con ellos para así poder atrapar a quien era el verdadero culpable, así que en secreto los lleve a la ubicación en donde mi supuesto atacante estaba.
-Muy bien, te dejaremos libre, puedes continuar con tu vida normal, toma, aquí tienes un poco de comida por colaborar, pero si nos damos cuenta de que has mentido, no saldrás nunca libre-
-Créame oficial, nunca seria capaz de eso-
Volví de nuevo con mis viejos amigos, tengo que decir que fue como pasar del infierno al cielo, jamás me sentí tan tranquilo y todo volvió a la normalidad por un par de semanas.
-Hola chicos, un gusto volver a verlos-
-Imposible, eres...eres...-
-¡Tú!-
Con su chaqueta de pandillero, cicatrices y tatuajes, era mi antiguo amigo, Lozar, a pesar de todo lo nuevo que tenia en su cuerpo, lo logramos reconocer, nos miró sonriente y eso solo hizo que mi cólera subiera aún más.
-Mihdar, es Lozar, tranquilo-
-¡Hmmp!-
Shagal había olvidado todo, pero yo no y mucho menos ahora con lo que me había pasado, no lo odiaba ni le guardaba rencor, pero ya no confiaba tanto y menos en alguien como él con lo que nos había hecho.
-Mira Mihdar se que hemos tenido algunas diferencias, pero vamos, hazlo por los viejos tiempos-
-Tch, esta bien-
Mentí, estaba decidido, no vacilaría en esto, no importaba lo que me dijera, yo ya no iba a permitirme confiar en alguien que alguna vez me traiciono y se lo haría entender muy bien.
-Lozar no vino hoy-
-Que suerte la mía-
A veces estaba, a veces no, era muy aleatorio su comportamiento, pero un día todo seria diferente, estaba volviendo a mi refugio junto con Shagal y justo cuando pasamos por un pasillo vimos todo.
-Jon, debes de entregarte, lo lamento-
-¡Yo no sabia de esto, lo juro, si hubiera sabido que era un tesoro de la bóveda profunda jamás hubiera hecho esta colaboración!-
-¡Shh, cálmate, nos van a escuchar!, mira, tienes que entregarte, les dices toda la verdad y luego atraparan a los otros, créeme, si te haces un colaborador reducirán tu pena-
-¡No Lozar, no iré a la cárcel, no lo haré!-
-¡Jon, espera, Jon!-
Salieron corriendo por otro pasadizo, eran muy veloces que los perdí de vista, asustados yo y Shagal fuimos rápido hacia nuestro refugio, múltiples cosas rondaban por nuestras cabezas.
-No puedo creerlo, Lozar conoce a Jon-
-Siento pena por Jon amigo-
-¿Por qué, Shagal?, ese bastardo robo uno de nuestros tesoros ancestrales-
-¿Es que no lo escuchaste completo?, él no sabia que estaban robando, si él lo hubiera sabido entonces jamás se hubiera metido en ese lio, lo engañaron y lo usaron, lo traicionaron-
Fue suficiente con esa palabra, pronto lo entendí y sentí una gran compasión hacia él, había sufrido lo mismo que yo, una maldita traición por parte de aquel o aquellos en quienes alguna vez confiaste.
-Además nosotros no somos tan inocentes, sabes muy bien que somos ladrones-
-Si, tienes razón, vamos, tenemos que dormir, se esta haciendo tarde-
Abrí los ojos y el día se volvió como cualquier otro, consiguiendo comida y dinero legal o ilegal, luego ir al lugar de apuestas y probar suerte, todo fue normal, excepto cuando llegamos.
-¡Allí están, atrápenlos!-
-¿¡Eh!?-
-¡Maldición, corre Shagal!-
Los guardias nos empezaron a perseguir, de ninguna manera iba a permitir que me encierren de nuevo, nade como nunca, además no entendía lo que estaba pasando.
-¡Ya les dije todo lo que se y sobre el tipo que me dio el anillo!-
-¡Eres un mentiroso, no trates de cubrir a tu amigo!-
-¿¡Mihdar, qué esta pasando aquí!?-
-¡Cuidado!-
En un descuido al voltear por una esquina, Shagal chocó contra una roca y eso hizo que se tropezara y que los guardias lo lograsen atrapar.
-¡Mihdar, huye, yo estaré bien!-
-Amigo...¡maldición!-
Nade a toda velocidad sin mirar atrás, solo me detuve cuando sentí que me hacia falta un descanso, estaba cansado y agotado, pero nada se compara a la sensación que pronto recorrió mi cuerpo.
-¡Shagal, maldita sea!-
Se lo habían llevado, no, tenia que sacarlo y salvarlo, era la única persona en la que de verdad valía la pena confiar, estaba a punto de marcharme y hacer un plan, pero justo cuando iba a hacer eso, un ser se apareció en el pasadizo del frente y habló.
-Mihdar, hola amigo-
-Lozar-
Nos quedamos mirándonos por un tiempo, hasta que empezó a caminar hacia mí, mi vista se perdió al frente al igual que la suya, estábamos al costado del otro, mirando a cualquier lado excepto al otro.
-Se lo de Shagal, podemos recuperarlo-
-¿Podemos?, no me hagas reír-
-Mihdar, solo no podrás hacerlo, se que no quieres trabajar conmigo desde lo que pasó, pero ahora es Shagal quien necesita nuestra ayuda-
Temblé por unos segundos, pero recupere la compostura
-Tengo algunas pruebas para demostrar su inocencia y la culpabilidad de Jon, pero para ello necesito que confíes en mí, pero necesito más y no puedo conseguirlas todas, por favor, requiero que me ayudes para así poder salvar a nuestro amigo-
Me extendió la mano, era todo, ya no iba a hablar más, mire aquellas manos y por solo unos pocos segundos logré divisarlo, al antiguo Lozar, mi mente vacilo y por una fracción de tiempo quise tomar su mano; pero después su figura cambio al Lozar que se estaba alejando y nos dio la espalda, el Lozar que nos abandono, no pude soportar más.
-Mihdar...-
-No confiaré en nadie más que en mi mismo y en Shagal, es todo lo que ahora necesitas saber, adiós Lozar-
-Si eso es lo que quieres esta bien, buscaré a otro y revelaré todo-
-Que así sea, cuando llegues yo ya habré salvado a Shagal-
Lo rechace y comencé mi propio plan. Camine hacia el lugar en donde me detuvieron, llegué a tiempo justo cuando se estaba llevando el juicio.
-Miren quien viene, el mentiroso y ladrón-
Era el desgraciado de Jon, hablaba de una forma tal que me daban ganas de cerrarle la boca con un puñetazo.
-Cierre la boca, aquí el único mentiroso y ladrón es usted, los que estuvieron en las apuestas pueden testificar de esto-
-Je, si claro, entonces que pasen adelante-
Ellos eran más que suficiente para poder acabar con Jon, todo estaba planeado, era imposible fallar y que Jon saliera libre.
-Si, Shagal fue quien lo ayudo, estamos seguros-
-Y fue Mihdar quien lo robo, ambos fueron juntos a robar muchas cosas-
No podía creerlo, ellos mintieron y me dieron la espalda, contaron sobre como yo era quien traía cosas nuevas, como iba a robar almacenes y que planeaba robar a la bóveda profunda, por supuesto que lo último era mentira y que jamás mencionaron que ellos apostaron para que yo realizara el robo.
-¡Señor juez, esto no es verdad, créame!-
-Ya lo hice joven, pero ahora veo la realidad-
-¡No, usted no puede hacerme esto!-
-¡Yo puedo y lo haré por la justicia, y ahora dictaré vuestra sentencia!-
Luego se volvió hacia Shagal quien estaba apresado y aterrado, se quedó por unos segundos mirándonos...y pasado un rato escribió nuestro destino.
-¡Por ser cómplice de robo, Shagal será sentenciado a muerte, y usted por ser el actor principal sufrirá un castigo mayor, tanto que deseara haber tenido el destino de vuestro amigo, prepárese para el Arrecife Oscuro!-
Nos apresaron los guardias, primero se retiraron los testigos mentirosos y el acusador, luego los guardias y finalmente nos llevaron, Shagal fue llevado hacia la izquierda, mientras que yo fui llevado hacia la parte derecha de la calle y por unos momentos logré ver con el rabillo del ojo la realidad, mis compañeros apostadores estaban rodeados de puros pandilleros con el mismo estilo de ropa que Jon, supe entonces que habían sido amenazados, no era su culpa...y en ese momento se vino a la mente la oferta de Lozar..., si hubiera aceptado...tal vez las cosas hubieran sido diferentes...y ese fue mi dolor más grande, nos condene a los dos por no dar mi confianza, solo tenia que aceptar, nada más, pero no pude...y ahora mi mejor amigo iba a dejar este mundo...mientras a mi me mandaron aquí..., y la verdad...no mintieron cuando dijeron que...envidiaría la sentencia de mi amigo...

Slark y los tesoros de SkadiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora