Capitulo 1

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Editado.

--Julie!! ya llegue --grite a mi hermana.

Acababa de llegar del instituto y fue de lo mas aburrido, primero matemáticas y al final ingles, en realidad mi ultima clase debía ser historia pero la profesora no vino y nos dejaron salir antes, tenia planeado pasar la tarde con mi novio pero al no poder asistir a la escuela por salud cancele los planes que había preparado para pasar con el.

En el instituto se me critica bastante por mi peso, siempre haciendo comparaciones con mi hermana, Julie O'Connor, la niña de oro de nuestros padres, es la consentida y la chica mas hermosa según cuentan mis compañeros de instituto, y es cierto, es preciosa, ojos azules, cabello rubio natural y un cuerpo envidiable...luego estoy yo, con unos kilos de mas, ojeras, ojos grises, cabello negro, piel morena con pecas y granos, lo único bueno son mis ojos.

Al no obtener respuesta de mi hermana seguí mi camino al cuarto, subiendo las escaleras logre escuchar unos ruidos provenientes de la habitación de Julie, genial, un ligue, a mis 18 años me acostumbre a esperar que terminen para subir a mi cuarto y así no escucharlos, me estaba por ir de nuevo hacia la sala pero entonces lo escuche. 

--Juls..ahh --escuche el gemido de un chico.. no cualquier chico.

--¡Si, Liam!! --dijo su nombre. --Mas rápido.

Sin pensármelo mucho mas entre a su habitación, y desde luego, lo que vi no hizo mas que partirme el corazón, Liam Price, mi novio desde que tengo quince años, teniendo sexo con mi hermana, mi mente aun procesaba todo y yo me obligaba a creer lo que estaba viendo, ellos ignoraron mi sollozo, mi hermana me vio y solo sonrió, Liam en cambio tenia los ojos cerrados como para ver que estaba ahí y continuaba con su trabajo, antes de tan si quiera hablar o seguir viendo eso, salí corriendo a la calle.

No paso mucho que pare en un parque y me senté frente a un árbol, recargue mi espalda en el y sentí mi respiración fallar.

--Aisha debes entrar en calma --me repetía constantemente.

Las lagrimas empezaron a caer, me sentía mal, ¿Por qué me hizo esto? ¿Qué hice mal? ¿es porque no soy bonita? me esforcé tanto, por ser todo lo que el quería.

Pues ahí sentada, lamentándote y llorando como magdalena tampoco hallaras nada de respuestas.

Te estabas tardando en aparecer.

Soy tu conciencia, no desaparezco, solo te ignoro, y yo también quiero respuestas de ese cabron, así que levantemos el culo y deshazte de las lagrimas, no queremos vernos mas patéticas de lo que vamos a quedar, a por respuestas.

Por respuestas, si, porque las queremos ¿Verdad?

Si. Las necesitamos.

Me encamine a mi casa a paso de tortuga mientras me secaba las lagrimas, si me engaño, no vale la pena llorar por el.

Llegue a mi casa antes del anochecer, me percate que el auto de mi padre ya estaba estacionado y automáticamente me tense, suspire antes de seguir y temer por lo peor.

--Miren, pero si la bastarda por fin se digno a venir, ¿Dónde estabas? --fue lo primero que dijo mi padre.

--Llegue a casa antes pero paso algo y salí un momento.. --murmure con cautela, no quería enfadar a mi padre.

--Tu novio esta aquí y no lo recibiste, suerte que Julie, como una mujer ejemplar, se encargo de servirlo, pues su novia, quería perder el tiempo. --bien, eso me molesto.

Sin poder evitarlo solté una risa despectiva, una que mi padre no paso por alto.

--¿Que? --me miro irritado.

--Si seguro que le sirvió muy bien, hasta lo ayudo entre sus piernas --note como mi hermana solo abría los ojos y Liam se tensaba, ella no creía que lo diría, pues bien hermana jodete. --Porque cuando llegue tu ejemplar hija estaba teniendo sexo con mi jovial novio, bueno Ex, no creo que tengamos mas fututo.

Los ojos de papá me miraron furiosos, oh no, conocía muy bien esa mirada, no me creía, claro, acusar a su niña buena de algo como infidelidad, era inaceptable.

--Como te atreves a inventar eso de tu hermana, ¡A MI DESPACHO, AHORA! --Estoy muerta, muy muerta.

A paso rápido me dirigí a su estudio, un despacho impecable y pulcro. Sentí su mirada en mi espalda, bien, ya sabia lo que pasaría a continuación, y también sabia que haría después de que el terminara con esto.

El primer golpe llego en mis costillas.

--Si tienes envidia de tu hermana, lo dices y no mientes --otro golpe en el estomago.

Empecé a sentir la falta de aire después de los otros dos golpes en las costillas.

--Bastarda --escupe las palabras y una bofetada llego.

Ya no podía mas, pero eso a el jamás le bastaría, no se cuento tiempo paso desde que comenzó el calvario pero yo estaba tendida en el suelo de su oficina, me levante a duras penas del frio piso y salí camino a mi habitación, me voy.

Vi a Julie con mamá, ellas estaban viendo la televisión, cuando me vieron, mamá solo me hizo una mueca y Juls (como le decían de cariño) me sonrió triunfante, ¿Cómo pude estar aquí por 18 años? papá se desquitaba conmigo a golpes y mamá me criticaba, ya sea por como vestía o mi cara llena de imperfecciones, pero ella, la que se supone debe ser mi hermana y apoyarme, solo me causaba problemas.

Me encerré en mi habitación y comencé a tomar mis cosas, lo mas cautelosa que pude ser, no dejare que el me vuelva a tocar, nunca mas. 

Tenia dinero guardo, los fui reuniendo con mi trabajo que comencé a tener desde los quince, jamás lo gaste, y me pagaban bien, bastaría para un departamento y sustento para bastantes meses fuera a donde fuera.

--¿Hola? Si, quiero pedir un taxi.. en tres horas a unas calles de **** en la casa blanca, gracias.

Tres horas después no se escuchaba ningún ruido en casa, hora de irme, tome mis dos maletas con ropa, mis mochilas con mis pertenencias y salí de ahí.

--Hasta nunca, padres, hermana, púdranse.

Antes de salir de ahí, vi el arreglo floral, ese que mamá siempre tenia, y vi la alfombra sin ninguna mancha e imperfección, tal vez fue mi enojo lo que me alentó a hacerlo, pero me aproxime hasta el jarrón y lo hice añicos sobre la ahora sucia alfombra, tome el valor para ir a la oficina de papá y aprecie la sangre seca en el piso, tome uno de sus muchos documentos y los esparcí por el aire, sintiéndome un poco mas tranquila, abandone la casa que nunca pude llamar hogar.

Tu nuestra y nosotros tuyos. (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora