Maratón 2/2
--Esto me es tan extraño --murmure.
--¿Porque? no esperabas pasar tu día del sábado en una veterinaria esperando a que tu perrita deje de dar a luz? --ironizo Hank. --pues sabes que yo tampoco.
Los chicos rieron y yo me les uní.
--La única preocupación que tenia este día era saber que somos --señale a los hermanos, ellos me miraron confusos y yo me di cuenta de mi error. --por favor, Hank, dime que solo lo pensé.
--Lo pensaste, pero como ahora leemos las mentes, aun no puedes desbloquear esta nueva función de la mente humana por que estas idiota, pero no se preocupen --miro a los chicos-- que no es contagioso.
Maldije en voz baja y antes de poder decir algo, empezamos a escuchar gruñidos a nuestro lado, trajimos a toda la estampa familiar a la veterinaria, perros incluidos, solo nos dejaron entrar a tres, pero salimos un rato a tomar aire, los perros no dejaban de moverse, estaban muy inquietos y no sabíamos como detenerlos, ya me estaban poniendo de los nervios.
Dios, te los llevas o te los mando.
Y no conforme el destino de hacerme pensar en voz alta, mi estomago comenzó a gruñir, ocasionando que todas las miradas, incluidas la de los perros se posaran en mi.
--Traidor --susurre mirando fijamente mi estomago.
--Mata inte Aisha, hennes mage imiterar perfekt lejonets morr och lugnar hundarna. --dijo Luca, ganándose mi odio (No alimenten a Aisha, su estomago imita perfectamente el gruñido de un león y calma a los perros).
Vi como todos reprimían una sonrisa y camine al auto enfurruñada, saque un cubrebocas y fui a una tienda cercana a la veterinaria, y de solo haberme formado ya me estaba arrepintiendo.
--Jag går bara igenom en sak --hablaba un señor (Solo pasare por una cosa).
--Utan användning av ansiktsmasker är det inte tillåtet att komma in i butiken, det här är reglerna --dijo una chica en la puerta (Sin el uso de mascarillas, no está permitido ingresar a la tienda, estas son las reglas).
Vi como el señor empujo a la chica y entraba al establecimiento, ganándose varias quejas, vaya imbécil, la chica de antes entro corriendo detrás del hombre y trataba de sacarlo, inútilmente.
Y fue como si por fin, pudiera sacar mi frustración con algo, o mas bien, alguien, sonreí malévolamente bajo mi cubre bocas y me acerque a la puerta viendo que el hombre estaba a punto de salir, sin pagar el muy idiota, el trato de pasarme pero yo me moví irritándolo, cuando me vio a los ojos directamente casi me escupe.
--Ta av --(Quítate).
Me hice la loca y al ver que quería pasar, de nuevo me moví obstruyendo su camino, quienes estaban presenciando todo como espectadores, comenzaron a reírse del señor sin disimular.
--Du respekterar inte säkerhetsåtgärder och lämnar utan att betala, du kan vara mer respektlös --dije en voz alta (No respeta las medidas de seguridad y se va sin pagar, se puede ser mas irrespetuoso).
--Tjej, eftersom du inte tar av, tar jag dig bort --(Niña, como no te quites, te quitare yo).
--Varför ska du inte betala för det, kanske och så, jag trodde att jag skulle lämna dig ifred --(Porque no mejor pagas por eso, tal vez y así, me piense dejarte en paz).
El hombre ya arto quiso tomarme de los hombros y moverme, pero no se vio venir la patada en los huevos que le di, se retorció en el suelo y la dependienta vino por escuchar el escandalo que se armo, tome las cosas que el sujeto sostenía y se las di a la chica, una cajetilla de cigarrillos y alcohol.
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Tu nuestra y nosotros tuyos. (En Corrección)
Teen FictionEsta es la historia de Aisha O'Connor, quien huye de México a Suecia por problemas familiares, donde conoce a los hermanos Cox, los protagonistas de esta historia. ***** --¿Nuestra chica? --dije divertida. --Si --tomo mi mentón y me hizo mirarlo a l...