𝐏𝐀𝐑𝐀𝐅𝐈𝐋𝐈𝐀 © soojun

05: estúpido tatuado

Sus pasos eran pausados y los mismos le conducían con total lucidez hasta su alojamiento. Su vista estaba fija en su teléfono, y a pesar de haber bastante gente por el campus, no se rozó con nadie.

Exitosamente consiguió llegar, levantando su mirada del móvil para poder abrir la puerta. Un aroma agradable llegó hasta él. Cerrando la puerta tras de sí, caminó hasta abrir el microondas, viendo cómo unos macarrones yacían aún calientes allí dentro.

Y una nota estaba en la parte superior del microondas.

"Yeonjun, tienes comida en el microondas"

SB

Y con sus ojos inyectados en felicidad, sacó el plato y se sentó en la mesa a comer. Estaba más que exquisito, definitivamente Choi tenía buena mano para la cocina. Su móvil se llenaba de mensajes de Lucas, quién le decía que los del equipo de natación podían ser una solución a su libido.

Negó con una sonrisa mientras le contestaba que estaba bien, que ya encontraría una excusa; seguramente sería ayudar a limpiar los vestuarios, el equipo directivo estaba en busca de más personal, y más por voluntad propia de sus alumnos, así que, podía ser una buena oportunidad para el peli-rosa.

Cuando terminó de comer, dejó su móvil sobre la mesa y se acercó al lavaplatos para limpiar lo que Choi había utilizado para cocinar. Sus mangas estaban en sobre sus codos y sus labios se abultaron para comenzar a silbar una melodía con la que llevaba todo el día en la cabeza.

Recogió su móvil de nuevo y con su vista fija de nuevo en él, entró en su habitación compartida con el castaño para poder proceder a realizar las respectivas tareas que le dijo a Lucas que haría.

Su cabeza dolía con sólo pensar en cuántas horas iba a estar ahí encerrado, así que con un suspiro pesado, una vez hubo estado dentro, cerró la puerta tras de sí.

Cuando la levantó para poder ir a recoger sus cosas, su saliva se atoró en su garganta, sus mejillas comenzaron a colorearse y el calor subir de a poco por su cuerpo.

Pasó saliva con dificultad al ver la espalda fornida de Choi, quién buscaba algo en su bolsa. Su cuerpo parecía estar cubierto por un simple chándal gris y unos boxers color negro. El castaño estaba buscando una camiseta holgada que ponerse y así poder estar lo suficientemente cómodo.

Con una sonrisa y una camiseta en la mano, se levantó y se giró sobre sus talones, encontrándose a Yeonjun hecho bolita en el suelo en frente de la puerta, con sus mejillas rojas y una fina capa de sudor sobre su lechosa piel.

Yeonjun sintió su cuerpo mal, con más calor y una abrumadora sensación abrazándole entero. No pudo evitar fijar su vista en el abdomen de Soobin, el cual se perdía en forma de "V" bajo sus pantalones. Pero no fue eso lo que hizo que su cuerpo reaccionara de esa forma; sino más los tatuajes que tenía por su torso.

Estos bajaban en serpenteantes movimientos hasta ir por debajo de la tela gris de aquel chándal que ahora quería quitarle. Estaba embelesado y... Bueno, el problema que tenía ahí abajo comenzaba a molestarle.

¿Por qué tenía que tener tatuajes? ¿Por qué justo él? ¿No podía ser otro que no conviniera conmigo? Noooooo, tenía que ser a mí a quién le tocara.

Soobin con las mejillas coloreadas por un suave rosa, se colocó la camiseta, y salió de la habitación, dejando a Yeonjun ahí solo con su acaloramiento y excitación.

Sí, Yeonjun sufría estigmatofilia, una extraña atracción sexual por los tatuajes y piercings.

Para tener mas comunicación con ustedes, ¿como están? ¿como se encuentran? ¿como les va en las clases?^^

Subire otro capitulo en unos minutitos mas, asi que espérenlo 💕