Cuando hacemos los votos de amor,aceptamos cada cosa,cuando estábamos frente al altar sellamos el pacto con el famoso refrán que jamás será olvidado.
"ʜᴀsᴛᴀ ϙᴜᴇ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ los sᴇᴘᴀʀᴇ."
El matrimonio es romántico,lindo y encantador,el pacto que hacem...
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Una semanas después.
Habíamos vuelto a lo usual,¿y que era lo usual?,pues ser esposa,ama de casa e independiente. Gadiel y yo vivíamos en City of Westminster.Ya saben,como toda gente ricachona,en una casa demasiado grande como para que vivan dos personas y un pequeñito personal espléndido de limpieza,admito que dije que era ama de casa,pero me refería a cocinar de vez en cuando y limpiar en mis días libres,lo siento no fui muy clara.Me considero una persona inquieta,que necesita hacer algo obligatoriamente para no aburrirse. No debía tener quejas,por supuesto que no.¿Quien las tendría viviendo así?,solo una tonta amargada e insaciable que no tiene nada que hacer con su vida. Nuestra casa era muy hermosa,tanto fuera como por dentro. Todos los que vivían a nuestro al rededor,eran personas del mismo nivel,muy pero muy adineradas. Pero la diferencia,la gran diferencia entre esas personas y yo,era que la mayoría de sus esposas eran tiernas,sumisas,amas de casa pero sobre todo eran madres. Algunas tenían una gran cantidad de niños corriendo por toda su casa y el jardín y otras solo tenían una niño de algunos diez años,que paraba en su habitación mirando por la ventana,algo muy extraño para aclarar.
Cuando Gadiel y yo nos mudamos a este vecindario,algunos de los vecinos nos dieron una cálida bienvenida,nos acorralaron con un montón de galletas y chocolates seguidos de cartas pequeñas con letras en lettering diciendo "𝑩𝒊𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒅𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒂𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒗𝒆𝒄𝒊𝒏𝒅𝒂𝒓𝒊𝒐,𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒚 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒍𝒊𝒅𝒆𝒛 𝒃𝒓𝒐𝒕𝒂 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒉𝒐𝒈𝒂𝒓."
Este lugar había sido recomendado por sus padres,sus padres nos guiaban o nos recomendaban la mayoría de cosas. Ellos siempre,siempre tenían una opinión que exponer,incluso a veces llegue a pensar que Gadiel era manipulado por ellos. Amaban tanto a este hombre,que terminaban tratándolo como un bebé de doce años.
Pero vayamos a ese domingo por la noche,eran las siete treinta. Gadiel y yo habíamos sido invitados,por los Walton a una fiesta que darían en su casa,quedaba a cuatro de la nuestra,daba una fiesta de celebración por que su esposa finalmente había quedado embarazada después de que los médicos dijeron que era algo imposible. Si,así son las personas ricas,siempre hay algo por lo que tenga que dar una celebración,siempre hay algo por lo que haya que hacer una fiesta.
Gadiel me tomó de la mano,subimos las escaleras y justamente la puerta se abrió,dejando ver a a Brenda. Una sonrisa hipócrita cubría su rostro.— Justo a tiempo.— dijo abriendo sus brazos para saludarme,en movimiento ágil tome su mano de forma delicada.
No,no me gustan mucho los abrazos,mucho menos si provenía de ella. Ella me parecía extraña,y no me caía muy bien,me miro un poco confusa debido a mi acción pero no tardo mucho para dejarlo ir y acercarse a Gadirl,quien la recibió con mucha calidez.
¿Que como conocimos a los Walton?.
Ellos fueron los primeros vecinos en saludarnos,enviándonos las famosas galletas de chispa de chocolate. Las cuales odie,porque estaban semi-crudas y tenían jengibre,¿quien demonios le pone jengibre a las galletas de chispas de chocolate?.
