CAPITULO 27

156 4 6
                                    



Misma noche. 10:30PM.




Por un momento sentí la gran necesidad de quedarme con Jeff,porque sinceramente esa noche sentía algo muy extraño muy en el fondo,pero estaba tan...apegada a Gadiel que era incapaz de ver más allá de eso. Admito que era una masoquista sin remedio,a pesar de todo lo que le hizo,yo seguía con él y creí que nuestro matrimonio se iba a arreglar.

Ja.

Que tonta era...

Toda una estupida con pensamientos inmaduros de niña de dieciséis a pesar de que tenía treinta y dos años.

Una vez que llegue,recuerdo que tape mi cabeza de la lluvia con mi bolso y me eche a correr hacia adentro de la casa. Al entrar,pude notar la gran oscuridad que la cubría,mire a todos lados y dije;— ¿Ramona?.— Mi nombre hizo en la casa y me dio la gran certeza de que estaba sola. No era el día como para que Ramona se marchara,al no recibir respuesta camine quitando mis tacones de lo s pies,con cuidado entre a la cocina y encendí la luz. No había nadie,lo cual me pareció extraño.

En la nevera alcancé a ver una nota amarilla pegada en la puerta que decía;

Señores O'Niell,tuve una emergencia por lo ir tuve que irme el día de hoy,para la mañana estaré de vuelta.
– Ramona.

Camine hacia afuera de la cocina,para ser sincera nunca me dio miedo alguno estar sola en aquella casa,pero ese día...esa noche me sentía extraña. Recuerdo cómo mire al pasillo que daba a la puerta de la entrada y un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal,haciéndome sentir extraña,justamente en ese momento que me quede viendo el pasillo oscuro,escuche un ruido provenir de arriba,algo había golpeado el suelo.
Tome un suspiro y dije;— Tranquila,Emma,no es nada.— Iba a caminar hacia las escaleras,pero escuche un ruido provenir de la habitación,era de un teléfono.

Volví mis pasos al pasillo recto hasta dar con el estudio,puse mis manos tibias sobre la perilla,la abrí y no había nadie,mis ojos se dirigieron al teléfono que vibraba descontrolablemente sobre el escritorio. Lo tome entre mis manos.

Número privado.

Respondí el teléfono pero no dije nada,porque no era mi teléfono sino que el de él.
—¿Hola?.— Al escuchar esa voz femenina,me tomó por sorpresa dejándome totalmente helada.— Sé que estás ahí Gadiel,así que será mejor que me escuches.—Hablaba con firmeza.
No quería creerlo,¿como era posible que mantenían contacto?,claro,eso fue lo que pensé en ese momento.— Estoy teniendo unos dolores,no sé qué es pero no quiero ir sola al hospital,así que...— Ella tomó un suspiro y dijo:— Será mejor que vengas,después de todo es el hijo de ambos.

Al escuchar la palabra hijo sentí como si volvían a echarme un balde de agua fría sobre mi cabeza. Eliana y Gadiel tendrían un hijo,un hijo que ni siquiera supe en qué momento ocurrió.

Mis dedos empezaron a temblar y mis nervios,aparecieron pero aquellos nervios que te dejan sin hablan y totalmente en shock,sino aquellos nervios oscuros,aquellos que te nublan la mente totalmente.

Sentí como mi pensamiento se bloqueo instantáneamente.

Mis ojos visualizaron el teléfono que se había caído al suelo,no podía creerlo y lo volví a tomar entre mis manos,busqué cada mensaje y llamadas. Tenía uno que otros mensajes de ella,en los que se citaban para verse luego fotografías de la ecografía del bebé...

Matrimonio de papel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora