Capitulo #16

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Dentro de un recuerdo...


May's POV


Después de ver a Mikaru soltar una lágrima traté de ignorar este sentimiento de culpa, ¡pero no puedo! Así que me detuve para verlos.

—Mikaru, yo... Yo lo siento. No sé que me paso —ella se acercó con pasos lentos, como aquel animalito indefenso que no sabe si confiar o no. Pero lo hizo, y me abrazó tan fuerte como yo a ella.

Mikaru: Tranquila May, yo solo... Solo me asusté, pero sabes que estoy contigo —sonreí.

—Gracias Mikaru —ella me devolvió la sonrisa. Escuché a Laycan aclarar su garganta de manera incómoda y con un movimiento de cabeza, Mikaru y yo nos lanzamos sobre él para abrazarlo.

                               ***

Al paso que vamos, estoy muy segura que la distancia entre la torre y nosotros es cada vez menos. El tiempo ha transcurrido bastante rápido y tratamos de dejar atrás el hecho de las batallas anteriores con los chistes de Laycan. Había ocasiones en las que el brazo completo me dolía y lo sentía demasiado pesado, como ahora.

—Chicos, vamos bien. Pronto va a oscurecer y mañana por la mañana debemos encontrarnos en el centro de la torre. Somos un gran equipo todos jun... —una punzada que me recorrió el brazo me hijo quejar y jadear de dolor.

Mikaru: Descansemos, la torre no debe estar a más de tres horas. Saldremos en la madrugada.

Laycan: Vale, May, ¿cómo sigues? —puso su mano en mi hombro derecho, tenía ojeras, supongo que nosotras igual. Sonreí forzadamente.

—Mejor que nunca, Laycan. ¿Tienes comida, Mikaru? Tengo hambre.

Mikaru: Lo imaginé.

De verdad tengo a la mejor amiga del mundo. Ella se encargó de empacar alimentos suficientes par cada uno de nosotros. Incluyendo mi delirio personal: los pockis.

Laycan: ¿Les parece una fogata?

Ambas asentimos. Miré a Mikaru, sus ojos estaban algo irritados aún pero tenía una expresión bastante seria, casi tanto como la de Laycan. ¿Es que este bosque nos está cambiando? Quiero decir, ellos no suelen reír y luego estar serios, como en todo el camino, nosotros reímos y volvemos a reír.

Bueno, sé que fuimos atacados, pero estamos vivos, ¿no? No hay que dejar que eso nos afecte.

Mikaru: Chicos, ya regreso. Iré a buscar algunas cosas.

—Laycan —hizo un ruidito en señal de contestación—. Oye, ¿no has notado un poco raro todo esto?

Laycan: May, este bosque nos está haciendo algo. Solo quiero irme de aquí e ir a casa porque...

— ¿Por qué?

Laycan: Porque... extraño demasiado a mi familia.


***


La noche nos abrazó y Mikaru aún no regresaba, pero como cualquier ser humano fui vencida por el sueño. Desperté y noté que no amanecía pero mi mejor amiga se encontraba a mi lado durmiendo plácidamente.

Decidí ponerme de pie, aunque varias veces mis ojos decidían cerrarse, caminé un poco hasta que un bulto se atravesó en mi camino.

La mochila de Mikaru. En todo el trayecto nunca revisamos la mochila del otro y en esta ocasión me dio mucha curiosidad. Soy pecadora, eso lo saben. Había varias cosas de primeros auxilios pero, al fondo, había una máscara reconstruida.

May Uzumaki®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora