Jake MillerLlamada:
— Vamos amigo, ven a la fiesta — Casi grita por la fuerte música de fondo.
— No creo que pueda, a mis papás no les va a gustar que vaya a una fiesta llena de alcohol.
Mis padres casi no me dejan hacer nada que no este relacionado con los estudios y natación. Quieren un hijo perfecto que solo se centre en ser mejor que todos, todos los días.
— Otro día — Agrego.
— Nada. Ven y punto. Escápate — Propone sabiendo que es una opción porque algunas veces lo hice para salir sin que me riñan
— Ven rápido, Jake — Vuelve a insistir.
— Mmmm ya, pero sólo por un rato — Al final accedo — Me cambio y voy.
— Dale — Corta la llamada.
Samuel o Sam, como le digo, es mi mejor amigo, siempre está conmigo, sabe cómo me siento en realidad, pero no me puede ayudar, aunque quiera.
Mis padres son muy estrictos, a penas aceptan a Sam, porque es hijo de unos amigos que tienen, aparte de él, tengo otros amigos, aunque no tan cercanos.
Las personas me ven como el chico perfecto, con padres perfectos y vida perfecta porque soy buen estudiante, buen deportista, no me meto en problemas y nada por el estilo, pero a veces solo quiero ser yo mismo, no el chico perfecto, sino Jake Miller, un chico con defectos, que se puede equivocar y que no lo van a matar por ello, pero no puedo y eso me pone mal, me siento presionado y solo.
Durante toda mi vida he hecho todo lo que los demás quieren, nunca desafié a mis padres por respeto y por miedo, una más que la otra. Ellos tienen toda una vida planea para mí, a veces pienso que hasta la forma en la que moriré tienen planeada, y lo único que quiero es que me escuchen, que sepan quién soy realmente y lo que quiero para mi vida, pero no lo hacen y ya me di por vencido de intentar.
Las personas dicen que hay que luchar por lo que quieres, pero...¿qué pasa cuando ya no tienes fuerzas ni ganas para luchar?, ¿qué pasa cuando ya te cansas?. Yo ya estoy cansado de luchar, de intentar y únicamente tener como resultado en que me ignoren y me hagan sentir que no tengo derecho a opinar sobre mi vida y sobre quien quiero ser.
Ojalá tuviera un motivo para luchar, o alguien que me dé fuerzas para seguir, pero no tengo nada ni a nadie.
A veces llega alguien a tu vida que te da la fuerza, te da un hombro en el cual puedes apoyarte para levantarte, alguien que se vuelve tu vida.
A veces suceden cosas que te dan las ganas, el empujón, sucesos que abren tus ojos para mostrar que aún hay cosas buenas en la vida por las cuales vale la pena luchar contra todo y todos, pero yo no tengo nada de eso, no tengo nada real.
Tengo amigos, unos más cercanos que otros. Tuve dos novias, pero no llegué a amarlas. Tengo padres que no ven quién soy. Tengo más personas en mi vida, pero no me dieron, ni dan, la fuerza que necesito, no tengo un hombro en el cual apoyarme, no pasa nada en mi vida que me de ganas de seguir, que abra mis ojos y me muestre que hay cosas buenas y sobre todo reales en la vida. No tengo nada ni a nadie que valga que lucho por ello contra todo, y ya no tengo fuerzas ni ganas para buscar.
Quiero apoyarme en mí, quiero únicamente necesitarme a mí, pero no puedo, es como si mi fuerza se hubiera extinguido, como si me hubiera extinguido por dentro.
Termino de arreglarme y acomodar todo para que mis padres no se den cuenta de que me fui. Salgo por la ventana con cuidado y me voy en mi auto.
Cuando llego, veo a Sam, con una chica y me acerco a él.
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BUCLE
Teen FictionÉl sonreía falsamente. Ella ya ni sonreía. Él lo tenía todo y en el fondo no tenía nada. Ella no tenía nada y en el fondo lo quería todo. Él buscaba en quién apoyarse para no caer. Ella ya se encontraba en el suelo. Él quería elegir su vida. Ell...