Capítulo 6

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Daniela Waller

— ¿Tienes planes está noche? — Le pregunto para saber si puedo llevar a cabo la sorpresa que tengo planeada.

No me gusta planear las cosas, pero algunas sí necesitan ser planificadas.

— Creo que no, ¿por?. — Responde, mientras guarda sus cosas para ir a su próxima clase.

¿No le aburren?

Porque nunca falta, excepto por la vez que nos fuimos juntos, después de eso sus padres se enojaron mucho y el ambiente en su casa se puso tenso, así que decidimos escapar de la realidad y fuimos al edificio abandonado, nuestro lugar, y conocimos un poco más del otro.

Cuando llegamos al edifico, empezamos a platicar, me dijo que vivir constantemente presionado le provoca demasiado estrés, le tiene miedo al fracaso, a no ser suficiente o a equivocarse, cuando lo mejor de la vida es eso, equivocarte, saber que puedes cometer errores y enmendarlos, así que voy a hacer que libere toda ese estrés, toda esa presión, que se distraiga y pueda disfrutar sin ningún tipo de miedo.

— Quiero llevarte a un lugar.

No tiene idea de lo que le espera.

— Bueno. ¿A qué hora? — Pregunta con media sonrisa, pero apagada. Y ahí sé que slgo le pasa.

— ¿Estás bien? — Pregunto, agarrando su mano, lo agarro con la intención que sepa qué puede decirme lo que quiera o simplemente no decir nada, pero que sepa que estoy con él.

— Solamente estoy cansado por mis padres, las clases y prácticas, tranquila — Apreta ligeramente mi mano para dejarme más tranquila, cosa que no es así.

— Si dices — Prefiero no insistir con el tema porque parece que no quiere hablar de eso — ¿Crees poder a las diez, esta noche?.

 No sé que le pasa, pero por el momento no le presionaré.

— Claro, me voy a escapar porque si les digo a mis padres, ni locos me dejan salir — Exagera un poco con sus gestos para hacerme reír.

— Ya, bueno, me voy — Le doy un beso en cachete 

— Pero... aún no tocó la campana — Frunce su entrecejo, es gracioso cuando lo hace.

— Tengo que hablar con unos profesores por los trabajos, casi no los presenté — Miento, casi siempre falto a clases, las odio, desperdician las horas de vida que tengo.

— Dani, deja de faltar a clases, vas a reprobar el último año del instituto — Me reprocha.

Dejaría de reprocharme, sería genial, él es el responsable no yo.

— Mira, lo que pase con mis estudios, no es de tu incumbencia, así que mejor concéntrate en los tuyos.

Sé que no fueron las mejores palabras ni el mejor tono, así  que mejor me voy para no tratarle mal, no lo merece.

... 

Una vez en el estacionamiento para irme veo cómo se acerca Laura.

No, no tengo ganas para aguantarte y menos si utilizas tu tono chillón que hace sangrar mis oídos.

— Hola, ¿puedo ir contigo? — No utilizó el tono chillón, algo anda mal.

¿Por qué todos están mal hoy?.

— No estoy del mejor humor, Laura — Respondo.

Y al parecer tú tampoco.

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