Capítulo 5

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Jake Miller

Dani, tenía razón, este lugar es hermoso.

La vista, la tranquilidad que irradia, estar con ella aquí, es lo mejor, me hace muy feliz que compartiera esto conmigo, estando a su lado soy feliz.

Siento como se acerca a mi lado para ver mejor, así que voy a su atrás, paso mis brazos por su cintura y le abrazo por un tiempo

— ¿En qué piensas? — Le pregunto como un susurro cerca de su oído, sin dejar de abrazarla.

— Eres la manera más hermosa y dolorosa que tuvo la vida para demostrarme que aún seguía viva — Ella responde, mientras sigue viendo el paisaje.

Ambos guardamos silencio por un rato, mientras observamos el horizonte desde su lugar especial que ahora siento que es nuestro.

— Y tú la mía — Le confieso también como un susurro.

Desde hace mucho tiempo no me sentía así vivo y en paz. Era como un robot que hacía lo que todos querían, con ella aprendía a vivir, a respirar, a ser feliz.

Gira para verme y yo a ella, sus ojos negros que la oscuridad que los rodeaba fue remplazada por un brillo, y me alegra saber que yo soy la causa de ello.

Sostenemos la mirada por un rato hasta que la beso.

Desde que la conozco, quiero hacerlo y cuando ella me corresponde, me siento el hombre más feliz del mundo. Es un beso indescriptible, una mezcla de todo, una mezcla de nosotros.

Cuando nos separamos, la abrazo, tengo miedo de que no sea real, de que esta felicidad que siento, se vaya junto con ella, y no estoy listo para eso. Me aferro a su cuerpo y ella hace lo mismo.

Ella es mi salvación porque me saco las oscuridad, y también es mi perdición porque temo volver a perderme si no la tengo junto a mí.

Es el principio de una vida, una real, y el final de la misma sí ya no está.

Es sueños y esperanzas que tarde o temprano terminarán rompiéndose o cumpliéndose. El aire que respiro, quien sano mis heridas y puede crear nuevas en mí, porque desde el principio sabíamos que seríamos la manera más hermosa de destruirnos y de vivir, que tendríamos un inicio y un final, solo espero que ese final llegue tarde, o nunca llegue.

Ambos somos dos personas dañadas, agrietadas y tristes, que se sumergieron en una oscuridad sin salida, hasta que aparecimos en la vida del otro.

Poco a poco me está sacando de esta oscuridad y yo a ella, liberándonos del dolor y sufrimiento.

¿Cómo dos seres rotos pueden ayudarse mutuamente, darse vida cuando se creían muertos?

Porque ambos somos luz y oscuridad, lo bueno y lo malo, vida y muerte. Porque pueden crear algo muevo con esos fragmentos rotos.

— ¿Sabes qué es un bucle mental? — Me pregunta, sentándose sobre sus piernas.

— No. ¿Qué es?.

— Un bucle mental son secuencias muy largas de pensamientos que se alimenta con emociones. Estos bucles son negativos porque no dejan avanzar. Al principio, los creía malos, pero ahora sé que puede salir algo bueno de ellos, como tú y yo. Estábamos en un bucle que nos lastimaba y no nos dejaba avanzar, no nos dejaba vivir y cuando nos conocimos, creamos otro bucle de oscuridad y de luz, gomo el universo, lleno de sentimientos y recuerdos, al cual, alimentaremos durante el tiempo que pasemos juntos, pero el nuestro es diferente.

— ¿Por qué es diferente el nuestro? — Pregunto con curiosidad por lo que dirá.

— Porque es efímero. Nuestro bucle durará para siempre, pero al mismo tiempo será pasajero, fugas, y dará paso a algo permanente, algo bueno en su totalidad... dará lugar a algo de lo que no seremos parte juntos. — Lo dice con tristeza. Agacha la cabeza después de terminar de hablar, así que la agarro por el mentón para que me vea.

— Lo sé, pero no importa cuánto tiempo duremos, lo que importa es qué haremos con ese tiempo, aprovecharlo o no, y eso es lo mejor. Viviremos en un bucle, nuestro bucle efímero — Me acerco y le doy un beso en la boca al que ella corresponde.

— El bucle es un lugar inexistente en el cual solo existe un "nosotros", en el cual, únicamente, existiremos efímeramente, en otras palabras, el bucle somos nosotros y el tiempo que pasemos juntos y el que sea efímero lo hace hermoso — Habla con una sonrisa melancólica, pero alegre al mismo tiempo. Yo solo sonrío de la misma forma.

Duele saber que no seremos para siempre, porque nada lo es, y por más que quisiera que nosotros lo fuéramos, no será así, por más que la ame y ella a mí, tendremos un final.

Nos acostarnos en el piso para ver el cielo, ella acomoda su cabeza sobre mi pecho, mientras acaricio su brazo, convirtiéndose este en mi momento preferido, porque sé que ella es mía y yo suyo. Ahora sé que somos parte del otro, lo seremos siempre, incluso cuando solo seamos un recuerdo para el otro, el primer amor, la primera esperanza y sueño real, algo efímero en nuestras vidas.

— Elige una estrella — Habla, drigiendo su vista al cielo.

— ¿Cualquiera? — Pregunto.

— Cualquiera, porque todas brillan, aunque algunas estén muertas y puede que la que elijas también lo esté o puede que no, es un juego al azar, como la vida, pero al final todos pierden de alguna manera.

— Está bien... elijo esa — Apunto a la estrella que desde mi punto de vista, es la que más brilla.

— Bien, ese es nuestro bucle, ahí es donde estamos los dos, donde está nuestro dolor y amor, donde siempre estaremos tú y yo. Podremos verla cuando queramos y por más lejos que estemos del otro al mirarla nos sentiremos juntos, algún día dejará de brillar, y ese día, quizás siga brillando después de nuestra partida, nadie sabe, por el momento, solo podemos verla brillar, es nuestra para siempre, aunque, tú y yo, no seamos para siempre.

— Eso es contradictorio — Opino, conectando nuestras miradas.

— Todo lo relacionado con nosotros es contradictorio y eso nos hace únicos — Sonríe.

— Cierto... entonces, solo podemos disfrutar de la contradicción —  Sonrío.

— Sí.

Guardamos silencio por un rato hasta que vuelve a hablar.

— ¿Sabes?, eres especial, porque el  fue universo fue creado para ser visto solo por tus ojos. Solo tú puedes ver luz entre tanta oscuridad que habita en él — Conecta nuestras miradas, la suya con un brillo especial.

— Tú eres mi universo, solo te veo a ti.

Daniela Waller ,es mi universo, solo la veo a ella e incluso cuando ya no lo haga, seguira siéndolo, seguirá siendo mi universo, mi oscuridad, mi luz, mi estrella, mi todo y mi nada.

— Aunque las estrellas mueran siguen brillando, tú seguías brillando, aunque te creías muerta, al igual que yo. Ambos somos especiales porque pudimos ver luz en la oscuridad, pudimos ver que aún seguimos vivos — Aseguro, sonriendo — Te quiero, Daniela Waller, puedes estar segura de ello.

— Y yo a ti, Jake Miller.

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