They... (Soldam/Moonsun)

Bacio

*POV Sodam*

Este día estaba siendo todo caos. Se supone que no debía estar así de intranquila; vería a Naeun en poco tiempo, pero todavía me encontraba encerrada en el baño, enojada, decepcionada, con ganas de ahorcar a cualquiera que se me pusiera en frente.
"Vamos a ser novias"
Eso es lo que básicamente me había sugerido esa tipa con pinta de maleante. ¿Por qué me sacaba de mis casillas? Simple... Sabía sin duda alguna que la tal Moonbyul solo traería problemas a nuestra tranquila vida. Sí, nuestra, porque Solar era parte de mí, y cualquier cosa que le sucediera, buena o mala, me afectaría directamente, y ahora, esta mujer violenta y cínica parecía ser sacada de un libro de pecados capitales.
Quedé atónita cuando le rompió la cara a Eric, quedé atónita cuando se libró de eso con un par de golpes, quedé atónita cuando quiso cubrir todo con una actitud "amable", pero todo eso era nada comparando con los sentimientos que dijo tener por Solar.
Ella le gustaba...
Le gustaba...
Mi Sol le gustaba, maldita sea.
Nada tenía sentido. Un día apareció en su motocicleta del demonio, y ahora como si nada venía a golpear al ex novio dragón para quedarse con la doncella, doncella que durante tantos años cuidé y cultivé para mostrarle que la adoraba aún sin decírselo. Todo era una mierda. ¿Sería cierto? Porque yo tenía la certeza de que a Solar no le gustaban las chicas, quiero decir, si le gustaran yo habría tenido una oportunidad desde siempre, ¿No?
Tenía que ser mentira, no había otra explicación, ¿O es que acaso le atraían esa clase de chicas con pinta de sicarias?
No, no había manera. A parte de ser una arrebatada chica peligrosa, esta Moonbyul había resultado ser una mentirosa de lo peor. ¿Pero por qué? ¿Por qué decirme todo eso? ¿Cuál era su interés? Además peleó con Eric. ¿Algo pasó en esa fiesta de lo cual no me enteré?
Solar y yo siempre supimos todo sobre la otra, pero ahora parecía que tejíamos secretos individuales sin poder evitarlo. ¿Sería este el caso y en serio Solar estaba saliendo con esta chica? Me negaba a creerlo, tendría que hablarle muy seriamente a Solar, porque si era cierto, ella tenía que darme muchísimas explicaciones, lo cual rogaba que no sucediera, porque dolería, dolería como la mierda.
Mi único consuelo era el hecho de que le había dejado un par de asuntos claros a Moonbyul, aunque después de decirme eso se marchó con una sonrisa ridícula en su cara. No debería odiarla sin razones, pero oh, mis razones eran poderosas, la sentía como una competencia más peligrosa que el mismísimo Eric. No dejaría que se salga con la suya cuando era obvio que era una experta en desordenar vidas.
Mi teléfono sonó haciendo que me exalte, pero en seguida contesté.
- Dime, bebé.
- Holaaaaa, ¿Dónde estás? No te veo por ningún lugar.
Dijo Naeun con su característica voz acaramelada.
- Oh, ah... Yo... Estaré en el patio en un segundo. Algo surgió, pero nada importante.
Respondí omitiendo la parte que me estaba arañando las entrañas. Sabía que verla me borraría parcialmente cualquier rastro de ira y odio.
- Te espero. Me debes muchos besos por cada minuto de retraso.
Escuché el tono de finalizado, y pronto sentí como me llenaba de emoción. Naeun había sido un salvavidas todo este tiempo; no imaginaba cómo sería atravesar tanto drama sin su dosis de cariño diario.
Salí de los baños a toda prisa, saludé a Naeun con un beso profundo que la tomó por sorpresa, después nos dirigimos al enorme parque en el que nos gustaba pasar el tiempo.
- Estás distraída...
Dijo Naeun picando mi mejilla mientras comíamos un par de hot dogs.
- Solo me concentro en el sabor de la salchicha, y en lo hermosa que estás hoy.
Respondí queriendo desviar el tema. Naeun se sonrojó un poco, pero volvió a mirarme con atención.
- Eres dulce, pero aún así puedo ver que no es todo. Sabes que me puedes contar cualquier cosa, bebé, cualquiera...
¿Estaba mal que me deje llevar por sus ojos tan cálidos? Obviamente no iba a decirle que tenía un problema debido a mis sentimientos por Solar; no iba a decirle que estaba celosa e inquieta con la aparición de esta muchacha de la motocicleta, pero quería confiar en ella. La quería, así que iba a empezar por cosas pequeñas para seguir fortaleciendo está relación, aunque esas cosas pequeñas fueran literalmente una infidelidad mental y emocional.
La miré en silencio por un segundo y después proseguí.
- ¿Qué harías si alguien aparece de la nada e intenta alejarme de tu lado?
- ¿Qué?
Respondió entre sorprendida e insegura.
- No, no, bebé, no me malentiendas. Solo quiero entender un par de cosas. Es algo general, no tiene que ver con esto.
Dije apresurada mientras tomaba sus manos. Ella lucía pensativa, pero aún así volvió a sonreír.
- Por un momento pareció como si estuvieras planeando romper conmigo de una forma amigable.
- ¡Claro que no! ¿Por qué haría eso? Todo va excelente entre tú y yo. Me gustas mucho, ¿Bien? No lo vamos a desperdiciar. Estamos bien juntas, me encanta estar contigo.
Mi voz sonaba desesperada, pero no sentía que mentía, todo era cierto. Quería aclarar mis sentimientos por Solar, pero no quería que eso signifique que iba a alejarme de Naeun sin motivo.
Me devolvió una sonrisa aún más grande y se acercó a darme un pequeño beso.
- También me gustas mucho, es solo que me sorprendiste. Tu curiosidad hizo que la presión se me baje.
- Perdona, bebé, fue una duda tonta, no interesa.
Respondí besando su cara por todas partes.
- Está bien... Quiero responderte.
Dijo poniéndose más cerca de mí.
- Eso de que otros te alejen de alguien creo que es un concepto errado, porque nadie se aleja sin quererlo, las otras personas solo están allí haciendo su esfuerzo, pero finalmente eres tú quien decide si marcharse o no. Nadie se va de donde no quiere irse, o de donde no tiene razones para hacerlo.
Continuó explicando.
- Entonces, si me voy de tu lado, lo cual no va a pasar porque me encantas, ¿significaría que fui yo quien quiso irse?
Pregunté mirando como su rostro se ponía tenso una vez más.
- Básicamente, pero en caso de que eso suceda, apreciaría que seas sincera en los momentos de duda. O sea, esas decisiones no se toman de la nada, pero extenderlas hace que la otra parte sufra, así que si en algún momento pasa por tu cabeza el alejarte... Dímelo antes para proteger a tiempo mi corazón.
Esto último lo dijo queriendo ocultar una tristeza naciente, pero aún así continuó.
- Aunque el irte significaría que algo falló también de mi parte, así que intentaría por todos los medios hacer que eso no pase. Todo es un trabajo de anticipación.
- ¿Un trabajo de anticipación?
Pregunté curiosa, a lo que Naeun dejó de lado nuestra comida para después subirse a horcajadas sobre mí.
- No vas a dejarme si todo el tiempo te recuerdo lo bueno que es estar conmigo.
Dijo pasando despacio su dedo por mi labio inferior. Adoraba esa faceta de Naeun, y agradecía el hecho de que estuviéramos tan alejadas de la gente.
- No voy a dejarte. Lamento provocarte este mal rato. Solo pasó por mi mente esa pregunta y pensé que...
- Déjame borrarte las dudas con besos, entonces entenderás con práctica que cuando alguien quiera alejarte de mi lado, te vas a acordar de que deseaste desnudarme en un parque público.
Me interrumpió coqueta mientras empezaba un beso muy sensual. ¡Cristo! Naeun era una diosa, no solo porque realmente me había sacado los pensamientos sobre Moonbyul y Solar de la cabeza, sino porque sabía exactamente como reaccionaría ante sus provocaciones.
Caricias, fricción, sudor, jadeos, con ella nunca parecía ser suficiente, aunque era obvio que íbamos rápido en exceso, no me molestaba en absoluto. Lo quería todo con ella, sin pensar, sin dejar que nada más entré en mi mente.
Con el calor del momento, casi ni noté cuando Naeun deslizó su playera sobre su cabeza.
- ¿Qué haces? Te pueden ver.
Dije asombrada, pero incapaz de cortar el beso.
- Shhh...
Mis manos acariciaron sus costados de arriba hacia abajo, y mi lengua se sentía celosa de no ser ella quien esté ahí. Apreté sus pechos por encima del brassier, sin considerar ninguna consecuencia, sin importarme que estábamos en un parque y que en cualquier momento nos demandarían por escándalo público. Mordí su cuello despacio mientras ella movía sus caderas sobre mí. Ohhh... Iba a matarme.
Tomé mi tiempo tocando cada curva de su torso, ni siquiera me di un momento para vigilar al rededor, solamente quería seguir. Con cuidado bajé hasta sus piernas, haciendo un camino lento hasta su trasero, y sin esperar la apreté desde ahí contra mí, haciendo que suelte un gemido en mi boca. Para este momento no me interesaba si mi madre estaba viendo, solo quería escucharla otra vez, y feliz iría a la cárcel si eso significaba que terminaríamos haciéndolo sobre este césped, pero justo cuando iba a transformarme completamente en un animal hambriento e irracional, Naeun se separó de mí sonriente, casi sin poder respirar y con los ojos tan oscuros y deseosos como sabía que estaban los míos, pues parecía que le dolía el haberse distanciado. Nos miramos intensamente mientras nuestro ritmo cardíaco volvía a su sitio, ella se puso la camisa y se acercó a mí inocente para darme un pequeño beso en los labios.
- Cuando alguien quiera alejarte de mí, acuérdate de cómo todo esto te hizo sentir.
Dijo con una voz seductora.
Oh, en definitiva sería mi muerte.
El resto de la tarde la pasamos caminando románticamente por un lago que quedaba cerca, abrazadas y con ojos risueños, parecíamos personas totalmente distintas a las dos indecentes que se habían tomado el espacio más alejado del parque. Recordar ese momento hacia que mi corazón casi reviente, y que mi cuerpo se caliente hasta el punto de ebullición. Naeun había hecho un punto, y lo había hecho muuuuuy bien, pues aunque no se lo dije, la pregunta era sobre mi situación con Solar, pero después de sus respuestas físicas, el nombre de mi mejor amiga se borró como la tinta sumergida en agua; podría acostumbrarme a estas sensaciones tan extremas que Naeun despertaba en mí, porque la verdad era que encontrarla fue como hallar un tesoro sin buscarlo.
Fuimos a casa cuando la noche caía, y sentí tristeza cuando me despedí de ella. Quería besarla más tiempo, acariciarla, sentirla. Esto era diferente a mis sentimientos con Solar, porque con ella nunca sentí ese deseo tan candente e imparable, pero no le daría muchas vueltas, pues este grandioso día merecía guardarse así, con el recuerdo de la sonrisa de Naeun mirándome como siempre quise que me miren. Ya tendría tiempo para pensar en lo que sucedía con Solar después... Mucho después.
Al día siguiente Solar no vino a clases, pero agradecía que así fuera, porque mi cerebro aún quería conservar los recuerdos tan calientes del parque. Rogaba que eso no tuviera que ver con Moonbyul, pero ya no estaba tan molesta como el día anterior; sabía que hablaríamos y las cosas se solucionarían entre nosotras, porque antes de ser mi amor imposible era mi mejor amiga, y no la perdería por una simple confusión.
Ese día la pasé con Naeun en el taller de actuación, amando cada momento que compartimos, pero lastimosamente no pudo quedarse por los compromisos que tenía con su hermana, lo cual significaba ayudar en la clínica dentista de su familia. Tal vez algún día me haga falta una consulta, y pueda portarme mal con ella sobre una camilla.
Reí por mis pensamientos ridículos e impuros y fui a casa a relajarme y darme un tiempo para mí. Mañana sería otro día.