Jungkook se obligó a quedarse quieto y mirar a Taehyung. No sabía qué era lo que tenía el hombre que hacía que sus ideas se dispersaran en todas direcciones, pero encontraba muy difícil centrarse con esos ojos azul claro observando cada movimiento que hacía.
Atrapó su labio inferior entre sus dientes mientras pensaba y vio como los ojos de Taehyung se movían hacia su boca. La respiración de Jungkook se quedó atrapada en el pecho, y lamió sus labios de nuevo. La lengua de Taehyung imitó la acción. Un leve rastro de humedad brilló en los labios de Taehyung con la intensa luz del sol. «Céntrate», se dijo a sí mismo. «No es momento de coquetear».
Jungkook apartó la mirada de la de Taehyung y cruzó el jardín hasta su huerto de hierbas. Arrancó un ramito de citronela de su rebosante maceta de terracota y se lo puso entre los dientes. El agrio sabor cítrico le ayudó a recuperar el control de sí mismo.
—¿Estás comiendo hierba? —preguntó Taehyung.
La expresión horrorizada en su rostro hizo que Jungkook riera.
—Bueno, de alguna manera. Toma, coge un poco. —Arrancó otro trozo de la planta y se lo tendió a Taehyung.
Taehyung la observó con curiosidad antes de ponérsela en la boca.
—Es... extraño. Aunque el olor me es familiar.
—Es citronela —dijo Jungkook encogiéndose de hombros y sintiendo como se ponía colorado—. Me ayuda a tranquilizarme.
Taehyung mordisqueó la brizna de hierba entre sus dientes por un instante antes de sacársela.
—No sabe mal.
—No. Hace un buen té. Y va bien con la comida tailandesa. Um, si te gusta ese tipo de comida.
—Me gusta.
—Bien —río Jungkook—. Esto es ridículo. Desearía no sentirme tan nervioso alrededor tuyo.
—No tienes razón para estarlo, Jungkook.
—Pero esa es la cosa. Sí que lo tengo. Tienes que saber que nuestros círculos se mantienen separados por una razón. Si me atrapan pasando tiempo contigo, es muy probable que pierda mi aprendizaje.
Taehyung arrojó su citronela a un lado y se acercó a él.
—No quiero causarte ningún problema, pero tienes que saber que necesito respuestas. Esa cosa secuestró a mi hijo, a nuestros cachorros.
—Lo entiendo, y estoy haciendo todo lo que puedo para ayudar. ¿A lo mejor podría simplemente llamarte? —Taehyung le miró de nuevo tan fijamente que el estomago de Jungkook dio un vuelco.
—Podemos empezar así. —Taehyung sacó su teléfono móvil del bolsillo delantero de sus jeans—. ¿Número?
Jungkook recitó los dígitos y corrió dentro por un trozo de papel y un bolígrafo. Cuando volvió, Taehyung anotó su número y le devolvió la hoja.
—Intentaré encontrar algo en mis libros. No sé qué está pasando, y no puedo preguntar a nadie sin meterme en problemas.
—Haz lo que puedas.
—Lo haré.
Taehyung levantó la mano y pasó su pulgar por el labio inferior de Jungkook.
—Cuídate, Jungkook. Llámame si necesitas algo.
Jungkook miró cómo se iba y dejó escapar un largo suspiro. Fue dentro a por una bebida fría y se sentó en la mesa de la cocina con algunos de sus libros. Su concentración se había desvanecido desde que oyó por primera vez a los asustados lobos en su mente días antes. Ahora tenía otra fuente de distracción, en forma de un enorme hombre-lobo Alfa, decidido a conseguir las respuestas que necesitaba.
ESTÁS LEYENDO
Magia Mental #1 (Taekook/Vkook) / Adap.
Fanfiction«Las especies mágicas no deben mezclarse jamás». De acuerdo a las normas, Jeon Jungkook debería ignorar los gritos de ayuda de los niños. Después de todo son cachorros de hombres-lobo, y él es aprendiz de mago. Pero, por primera vez en su vida, Jung...