El lunes por la mañana, Jungkook se masajeó el estomago mientras trabajaba en quitar las malas hierbas de los parterres en el jardín de atrás. Dos bandejas de miramelindos esperaban junto a él a ser plantadas, pero tenía que limpiar la tierra primero. Mientras pensaba en el mejor lugar donde conseguir abono ese año, su estomago envió otro calambre de aviso.
Su cuerpo dolía de nuevo, pero no era nada comparado al dolor que sentía antes de que los cachorros le ayudaran. Las reacciones ante la energía negativa que había absorbido preocupaban a Jungkook. El hechizo oscuro dentro de él seguía atrapado en la burbuja que había creado a su alrededor.
Tirando de una hierba problemática, Jungkook se centró en la oscuridad por un momento. Parecía estar volviéndose más débil, lo que Jungkook creyó que era un buen signo. Sin saber cómo librarse de ella por sí mismo, temía pedir ayuda al maestro Minho.
Tendría que deshacerse de su aprehensión antes de su sesión regular de entrenamiento, programada más tarde esa misma mañana. Jungkook ya había meditado, resultándole más fácil que antes. Esto le sorprendió, especialmente considerando todo lo que había pasado el fin de semana.
Se limpió la cara sudorosa con la camiseta manchada de tierra, y el último rincón más o menos limpio estaba ahora cubierto con nuevas líneas de tierra y sudor. El calor era peligroso, aunque era bastante temprano, y la humedad espesaba el aire hasta niveles incómodos. Decidió descansar un momento para tomar agua y refrescarse un poco antes de continuar trabajando en el jardín.
Con un poco de concentración, podía sentir la presencia de un miembro de la manada cerca. Hubo alguien cerca todo el fin de semana. Parecía que Taehyung había decidido no dejarle completamente a solas. En vez de molestarle, hacía que Jungkook se sintiera a salvo, al saber que le estaban vigilando. Depender de alguien más era algo nuevo para él. Parte de ser un mago requería la habilidad de estar solo. El aprendizaje de mago exigía concentración en solitario, roto únicamente por el maestro ayudando al aprendiz.
Debido a Taehyung, alguien estaba sólo a unos metros de distancia, y descubrió que le gustaba. Se limpió las manos sucias de tierra y se sacudió un rastro de abono de las rodillas. Jungkook se limpió tan bien como pudo por el momento, fue adentro, y cogió dos botellas de agua fría. Llevándolas fuera, gritó:—Puedes salir y coger una botella. Sé que estas ahí.
Un minuto más tarde, un tímido Hoseok emergió de los arboles.
—Hola, Jungkook.
La camiseta de Hoseok estaba empapada de sudor. Llevaba un pañuelo de camuflaje cubriéndole la cabeza, y también estaba empapado.
—Hola. ¿De verdad creíste que no sabría que estabas allí? —Le tendió la botella de agua, y Hoseok se la pasó por la frente un segundo antes de contestar encogiéndose de hombros.
—Bueno, estamos entrenados para este tipo de cosas. ¿Cómo lo has sabido?
—Supongo que podía sentirlos —Jungkook pausó, considerando la rareza de esa afirmación—. Sabes, desde la otra noche, tengo una conexión o algo con la manada. Es extraño. Pero algo reconfortante.
Hoseok no parecía muy sorprendido.
—Eso es lo que significa ser parte de una manada. Sabes que siempre hay alguien cuando los necesitas.
—¿Y no te importa?
—¿Qué si me importa ser parte de la manada? No, pero nunca he conocido nada más. Creo que me sentiría solo si no estuvieran allí.
—Sí, lo entiendo. —Jungkook conocía esa sensación.
—¿No tienen grupos o algo parecido los magos? Parece raro que estés aquí solo.
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Magia Mental #1 (Taekook/Vkook) / Adap.
Fanfiction«Las especies mágicas no deben mezclarse jamás». De acuerdo a las normas, Jeon Jungkook debería ignorar los gritos de ayuda de los niños. Después de todo son cachorros de hombres-lobo, y él es aprendiz de mago. Pero, por primera vez en su vida, Jung...