Jungkook siguió las indicaciones de Yeonjun hasta una carretera de gravilla que apenas era visible debido a los enormes árboles que la rodeaban. Las hojas de primavera de los robles creaban un toldo que bloqueaba la poca luz que el cielo nocturno proveía. Tras recorrer unos treinta metros, Jungkook pudo ver una verja alta que se extendía a los dos lados, y que la carretera estaba bloqueada por una enorme puerta negra.
Sus faros sólo le permitían ver hasta allí, así que Jungkook se detuvo frente a la puerta y miró a Yeonjun para que le diera más indicaciones. El chico pulsó el botón para bajar la ventanilla y emitió un sonido parecido a un ladrido. Un momento más tarde, un ladrido más bajo contestó, y un hombre salió del bosque con un enorme lobo casi negro junto a él. Sin haber estado nunca tan cerca a un hombre-lobo, a Jungkook le sorprendió lo grandes que esos hombres podían ser en su forma animal.
Los humanos parecían igual de grandes, como mostraba el hombre que se acercaba al coche de Jungkook. Vestido completamente de negro, su cabeza rapada reflejaba la poca luz que se filtraba. Descansó su mano en el arma que llevaba enfundada en el costado, y Jungkook no tuvo ninguna duda de que la sacaría y dispararía antes de que lo viera moverse. No hace falta decir que Jungkook se quedó completamente inmóvil.
El hombre se acerco al coche por el lado de Yeonjun y se inclinó para oler y tocar al chico. Metió el brazo dentro para tocar a los otros niños un segundo también. Un movimiento en su lado del coche atrajo la atención de Jungkook. El lobo se había acercado para mirarle a través de la ventanilla. Su aliento empañaba el cristal con cada exhalación. Tragando saliva, Jungkook movió los ojos de vuelta al frente.
Yeonjun se inclinó y puso una mano en el brazo de Jungkook, y este no pudo evitar sobresaltarse. El chico sonrió y se volvió a mirar al hombre en su ventana.
—Necesitamos ver a Alfa, Hoseok.
—Ya le he llamado —replicó Hoseok—. Está fuera buscándolos. ¿Estás bien?
Yeonjun asintió y se volvió de nuevo hacia Jungkook. Sonrió e intentó tranquilizarle.
—Todo va a ir bien. No tienes de que preocuparte.
Jungkook miró al lobo pegado a su ventana y devolvió la mirada de nuevo al chico.
—Es fácil para ti decirlo.
Yeonjun soltó una breve carcajada y se volvió hacia Hoseok. El hombre descansó su mano en el hombro de Yeonjun, apretando ligeramente con sus dedos y moviendo el pulgar en círculos. La mano de Hoseok pareció enorme contra el hombro del joven, recordando de nuevo a Jungkook lo jóvenes que eran los niños.
Podía sentir la excitada energía creciendo en ellos y se preguntó por qué no estaban todos saltando fuera del coche. Todos parecían saber que tenían que quedarse donde estaban. Incluso la pequeña estaba sentada tranquilamente en el asiento trasero, acurrucada contra uno de los otros niños. Estaba sonriendo, mostrando unos hoyuelos en sus mejillas que hicieron que Jungkook le devolviera la sonrisa por el retrovisor.
Mirando de nuevo al frente, Jungkook empezó a distinguir las formas de otros lobos en el oscurecido contorno de la puerta. Ahora que sus ojos se estaban acostumbrando, vio que todos eran enormes y que sus ojos estarían a la misma altura que los suyos donde estaba sentado en el coche. Ninguno de ellos parecía muy contento. El instinto de supervivencia de Jungkook estaba volviéndose loco, con cada fibra de su cuerpo gritándole que saliera de allí y se alejara de todos los cambiantes.
Justo cuando Jungkook creía que ya no podía soportar más la tensión, Yeonjun se volvió y miró por la ventana trasera del coche. Una furgoneta negra apareció y se detuvo a pocos centímetros del vehículo de Jungkook, sus faros iluminando el interior del coche en un repentino estallido de luz. Un hombre de considerable tamaño salió del asiento del copiloto y se acercó al coche. Tan grande como el tipo de la cabeza rapada con la pistola, el pelo del desconocido era casi completamente gris. Incluso su bigote y barba eran grises. Igual que su camiseta.
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Magia Mental #1 (Taekook/Vkook) / Adap.
Fanfiction«Las especies mágicas no deben mezclarse jamás». De acuerdo a las normas, Jeon Jungkook debería ignorar los gritos de ayuda de los niños. Después de todo son cachorros de hombres-lobo, y él es aprendiz de mago. Pero, por primera vez en su vida, Jung...