Capitulo 22

84 14 3
                                    


Taehyung miró alrededor, a las preocupadas caras de sus amigos y consejeros de confianza. Todos se sentían intranquilos ante la situación, pero ninguno de ellos sabía qué hacer. Taehyung quería ir tras el Consejo y sabía que la manada le apoyaría. Jin dijo que sus instintos le decían lo mismo, aunque no creía que el Consejo fuera a dañar a Jungkook.

Los instintos ganaron, y se prepararon para ir en busca de Jungkook y traerlo a casa. La mayoría de la manada quería ir con él, listos para luchar por uno de los suyos. Taehyung escuchó el consejo de Jin y accedió a llevarse sólo un pequeño grupo. Yoongi y Hoseok acompañarían a Taehyung y Jin en su rescate.

Taehyung dejo a los ancianos al mando, instruyendo a Tía Eunha que contactara con su padre y le explicara la situación. Si las cosas no resultaban bien, necesitaría que su padre retomara el liderazgo de la manada. Abrazó a su hijo y le prometió traer a Jungkook a casa.

Jimin le detuvo mientras se marchaba.

—Alfa, me gustaría ir con ustedes. Creo que tener a alguien de otra manada con ustedes ayudará si las cosas no van bien.

Taehyung accedió. Si las cosas se ponían feas con los magos, tener a un lobo que no fuera de su manada ayudaría a dar las explicaciones que tuvieran que dar al Consejo de la Manada.

—Venga. En marcha.

Iban de camino cuando Taehyung oyó como Jungkook gritaba por ayuda a través del vínculo. Aulló y Yoongi frenó el coche.

—No —ordenó Taehyung—. Conduce. Está herido. —Yoongi pisó el pedal a fondo, y aceleraron a través de la noche mientras Taehyung rastreaba a Jungkook gracias a su vínculo.

Jin estaba gruñendo en el asiento trasero. Taehyung miró por encima del hombro y vio que su rostro estaba contorsionado por la rabia y como sus colmillos se extendían por encima de sus labios.

—Maldita sea. Debería haberlo sabido. Debería haberle advertido, haberle protegido.

Taehyung le ignoró, manteniendo su mente en Jungkook. Intentó comunicarse con él, pero no oyó nada en respuesta. El silencio le aterró, pero sabía que Jungkook aún estaba vivo. Al menos tenía algo a lo que aferrarse.

Cuando se acercaron, Taehyung y Yoongi se dieron cuenta de hacia dónde se dirigían.

—Joder —gritó Taehyung—. ¿Qué coño pasa con este sitio?

Hoseok explicó rápidamente a Jin dónde estaban mientras saltaban fuera del vehículo. Hoseok se transformó de inmediato, igual que Yoongi, y los dos lobos levantaron la nariz al aire de la noche.

Taehyung permitió que su lobo asumiera algo de control, transformándose parcialmente. Era más fuerte de esa forma, y se preparó para hacer lo que tuviera que hacer. Hoseok empezó a rodear la casa, dejándose guiar por el sentido del olfato.

Encontraron a Jungkook sujeto, cara arriba, en el suelo, con los brazos estirados y atados a estacas. Un brazo estaba doblado en un ángulo extraño, y Taehyung rugió de nuevo. Jin se apresuró hacia Jungkook y gritó por Taehyung. No necesitaba hacerlo, Taehyung le pisaba los talones.

La sangre manaba de las muñecas de Jungkook donde había grandes cortes atravesando sus venas. Jin arrancó las estacas y las tiró a un lado, liberando los brazos de Jungkook mientras Taehyung se quitaba la camiseta y la rompía en tiras. Envolvieron las muñecas de Jungkook, intentando detener el flujo de sangre.

Jungkook abrió los ojos, y gimió de dolor cuando ejercieron presión en su brazo herido.

—No pasa nada. Te tenemos.

Magia Mental #1 (Taekook/Vkook) / Adap.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora