Jungkook se despertó envuelto en el calor del cuerpo de Taehyung que yacía bajo el suyo. Estaba tendido sobre su pecho, con las piernas entrelazadas y los brazos de Taehyung firmes a su alrededor. Abrió un ojo y miró con enfado al despertador. Las seis y media. Su reloj interno nunca le fallaba, sin importar lo mucho que lo quisiera.
Su vejiga también insistía en que era hora de levantarse, así que intentó escapar del agarre de Taehyung. Su amante gruñó y lo atrajo hacia sí de nuevo. Jungkook le clavó un dedo en el costado, y Taehyung abrió los ojos con el ceño fruncido.
—¿Qué?
—Tengo que ir al baño. Déjame levantarme.
Taehyung gruñó con desaprobación, pero movió los brazos y dejó que Jungkook se levantara de la cama. Le dolía el trasero pero de esa buena forma que le recordó lo bien que Taehyung se sentía en su interior la noche anterior. Se alivió en el baño y se dio cuenta de cómo olía. Una ducha era lo primero en su lista de cosas que hacer ese día.
Volvió al dormitorio y encontró a Taehyung acurrucado alrededor de una almohada, así que se puso los jeans y fue a la habitación de invitados. Sacando una muda de ropa y su jabón de hierbas, Jungkook se encerró en el baño del pasillo para disfrutar de una larga ducha.
Cuando salió, pudo oler el desayuno cocinándose en el piso de abajo y se dirigió a la cocina. Tía Eunha estaba en los fogones, cocinando en un gran cazo, algo que olía espectacular.
—¡Vaya, buenos días! Te has despertado temprano.
—El primero en levantarse es el primero en escoger el desayuno —dijo Jungkook con una sonrisa.
—Eso es cierto. Toma, prueba esto —dijo la mujer sosteniendo una cuchara de madera cubierta con una espesa salsa blanca. Jungkook sopló para enfriarla, y la probó.
—Mmm. Está bueno. ¿Qué es?
—Huevos Goldenrod.
—Nunca lo había probado.
—Oh, sólo son huevos hervidos picados en una salsa blanca. Suena sofisticado, pero no lo es. A Yeonjun le gustan porque puede romper la yema encima.
—¿No duerme hasta tarde los fines de semana?
—Ese chico no sabe lo que significa esa palabra. Me sorprende que no esté ya aquí. En cuanto el sale el sol, sale de la cama. —Justo entonces oyeron cómo se abría una puerta en el piso de arriba y cómo se cerraba la puerta del baño del pasillo—. Y ahí le tienes —dijo Tía Eunha con una carcajada.
—A mí me pasa lo mismo. Siempre me despierto a las seis y media, quiera o no. Es molesto a veces.
Yeonjun entró en la cocina, frotándose los ojos, mientras Jungkook acababa de hablar. Su pelo se disparaba en todas direcciones, y su camiseta estaba metida a medias en los pantalones de su pijama. Caminando hacia Jungkook, se apoyó en este, parpadeando con sueño.
—Buenos días —dijo Jungkook, pasando un brazo por los hombros de Yeonjun para un breve abrazo.
Tía Eunha sonrió en su dirección por encima del hombro.
—Puede que se levante temprano, pero no habla durante un rato. Se parece a su padre en eso. Y hablando de él, más vale que ponga el café al fuego. Taehyung no es agradable antes de tomarse su café.
Yeonjun río contra el costado de Jungkook.
—Papá dice que el café es su gasolina.
Jungkook río, pensando en lo mucho que le gustaba a Taehyung hablar en otras situaciones. Era bueno saber que también era gruñón a veces.
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Magia Mental #1 (Taekook/Vkook) / Adap.
Fanfiction«Las especies mágicas no deben mezclarse jamás». De acuerdo a las normas, Jeon Jungkook debería ignorar los gritos de ayuda de los niños. Después de todo son cachorros de hombres-lobo, y él es aprendiz de mago. Pero, por primera vez en su vida, Jung...