Capítulo 06

17 2 0
                                    

Max terminó gritando en plena oscuridad de su cuarto. Todo había sido un sueño. Una pesadilla que por un momento sintió real.

Aquel grito en plena oscuridad provocó que su padre y Sarah se dirigieran a su habitación a toda velocidad.

— ¿Qué pasó hijo? —preguntó su padre preocupado.

Max estaba respirando agitadamente. Sentía dentro de sí mismo un terror inexplicable. Su corazón latía a un ritmo completamente rápido, hasta que comenzó a descender el ritmo, lo cual le dio la señal de estar recuperando la tranquilidad poco a poco.

—Descuiden. No fue nada. Solamente fue una pesadilla —tranquilizó Max después de notar a su corazón volver a latir con ritmo normal.

—Nos diste un tremendo susto —dijo Sarah levemente alterada.

—De verdad, no fue nada. Sólo fue una pesadilla —insistió Max en mantener tranquila a Sarah y también a su padre.

Después de decir aquello, volvió a pensar en el ambiente tenso en el que se hallaba en aquella pesadilla. Era muy fuerte aquel ambiente tenso. Esos pasillos se le hicieron también bastante extraños. No podía existir un lugar donde hubiera videojuegos y un restaurante de comida rápida. ¿O tal vez sí?

Rápidamente se le vino a la mente un nombre: Funny Landy.

—Si algo te sucede no dudes en llamarnos —instruyó Sarah.

—De acuerdo —aceptó Max.

Dicho eso, su padre y Sarah se retiraron de la habitación, dejándolo de nuevo a solas.

De nuevo en la oscuridad, Max se quedó pensativo en aquella pesadilla que acababa de tener.

Tras volver a hacer un repaso de su pesadilla, Max se quedó en duda por algo. ¿Por qué apareció Michael en su pesadilla?

Aquello lo dejó un poco en suspenso, aunque una respuesta lógica podía responderle aquella duda. Hacía tiempo que no veía a Michael Halagan, de ahí la razón por la que pudo haber soñado con él.

En fin, cuando intentó volver a conciliar el sueño, Max sintió la necesidad de tener que volver a mirar a través de su ventana.

Corrió solamente un poco la cortina, obteniendo de nuevo un vistazo hacia el parque de su colonia.

Ahí estaba otra vez. El mismo sujeto misterioso. Parado en medio de la oscuridad nocturna de Chick Hall.

Max volvió a correr la cortina de su ventana, con el único fin de olvidar a ese sujeto misterioso, enfocándose en volver a tratar de conciliar el sueño de nuevo, deseando no volver a tener otra pesadilla.

* * *

Una semana después de su primer día de clases, Max estaba adaptándose poco a poco a su vida en Chick Hall.

Los Killer Boys aún lo molestaban, pero no tanto como lo hacían antes. Tal vez se debía a que Max se acercaba a propósito a cada maestro que tuviera cerca para evitar que Alex y su pandilla lo atacaran por completo.

También durante esa semana, Max no había visto a Michael aún, por lo cual dedujo que tenía una agenda apretada. Eso era muy probable.

Por otra parte, Max había cumplido su promesa de no llegar tarde a casa, pero con el precio de no poder reunirse con sus nuevos amigos. Los estuvo evadiendo durante esa semana. Se sentía culpable por no poder estar junto a ellos.

En fin, Max estaba en su casillero acomodando sus cosas para su nueva jornada escolar, cuando de pronto alguien le habló detrás de la puerta de su propio casillero.

La AbominaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora