Capítulo 32

6 1 0
                                    

Dentro de sí mismo se sentía bastante impactado por la información obtenida tras leer la carta.

Además, gracias a ello fue por lo que logró romper aquel misterio cuando fue perseguido en la escuela. Todo ese tiempo sí había visto a Andrew Coleman de verdad. Nunca había sido un fantasma o algo parecido.

Ahora que volvía a recordar la carta, Andrew había recibido algo para poder llevar a cabo sus misiones de asesino.

La cuestión al respecto era: ¿Qué fue lo que recibió exactamente?

Decidió volver a ver con mayor exactitud a su alrededor, en donde detectó varias imágenes sobre las tres mascotas de Funny Landy: The Freak, Bobie y Alastair.

Esos tres personajes se hallaban sobre una especie de repisa, en donde se encontraba un tubo que daba pinta de haber contenido algún suero especial.

Se acercó directamente a ello y pronto Max se dio cuenta de que aquel objeto de cristal tenía una etiqueta, la cual decía:

Mascotas de Funny Landy

Gracias a lo que estaba viendo fue que logró descifrar otro misterio. Andrew Coleman usaba las formas abominables de las mascotas para poder cometer sus actos criminales.

Cuando terminó de pensar en ello, enseguida el desfile de imágenes horripilantes se hizo presente en su mente, en donde se dio cuenta de las tres mascotas en su forma abominable, con excepción de una, la cual no lograba descifrar todavía.

Debido a aquello, Max cerró los ojos para volver a ignorarlo, aunque en esta ocasión retrocedió unos pasos a modo de reflejo.

Al momento en que volvió a abrirlos, el joven Greevey pudo ver un pedazo de periódico que decía:

ANDREW COLEMAN, EL CREADOR DE LAS MASCOTAS DE FUNNY LANDY, FALLECE

Al leer aquello, Max volvió a recordar un fragmento de la carta que había leído.

Esperemos y hayamos hecho realidad tus sueños

Haciendo uso de su propia razón, Max pudo deducir que el sueño de Andrew Coleman había sido la introducción de aquel trío de personajes como mascotas de Funny Landy. Solamente eso se le venía a la mente.

En fin, comenzó a mentalizarse en escapar de ahí antes de que la abominación de Andrew lo atrapara de nuevo, por lo cual dio los primeros pasos hacia la salida de aquella abominación.

Cuando abrió la puerta de un jalón, recibió en un abrir y cerrar de ojos un puñetazo en la boca, haciéndolo retroceder al momento.

Pensó por un momento que aquel monstruo había llegado para matarlo finalmente, aunque vio que se trataba de Arthur, cuestión que no cambió para nada el asunto. Aun así, seguía en peligro de muerte.

A como pudo verlo, Max se dio cuenta de que Arthur estaba sucio por el agua de las alcantarillas, además de tener en su rostro algunos rasguños y golpes.

—Mejor no podía ser. Ahora sí podré dar fin a un asesinato que debió concretarse meses atrás —dijo psicóticamente Arthur mientras entraba a la habitación y tomaba del cabello a Max.

El joven Greevey comenzó a ser llevado hacia la misma mesa de noche en donde había dejado la carta dirigida a Andrew Coleman. Una vez ahí, Arthur se encargó de mantenerlo prisionero al mantener recargado a la fuerza su cabeza.

— ¡Suéltame! —exclamó desesperado Max.

—Ni en sueños Greevey. Ahora que Alex ya no está con nosotros, yo seré el encargado de acabar con tu vida —terminó de hablar Arthur y agarró un arma punzo cortante que tenía a unos metros a su derecha.

La AbominaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora