Capítulo 03

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Tras avanzar a través de varios pasillos en la escuela, finalmente Max llegó su nuevo salón de clases, aunque un poco jadeante por haber corrido.

Eso lo supo cuando consultó nuevamente en su papel que le había otorgado el director de la escuela.

Estaba un poco nervioso debido a lo que había pasado hace unos minutos con Alex Morgan. ¿Qué tal si sus compañeros lo comenzaban a mirar de forma extraña? Dejó de lado esos pensamientos con un suspiro y finalmente tomó valentía para entrar al salón de clases.

El ambiente juvenil era completamente alegre, y eso se veía reflejado en el rostro de los demás estudiantes. Algunos de ellos ya tenían formados sus propios grupos, los cuales estaban ubicados en distintos puntos del salón.

Max evitó a toda costa que lo volvieran a observar. No quería volver a sentirse humillado, y mucho menos teniendo a la vista su labio hinchado y ensangrentado.

Tras buscar desesperadamente un asiento libre, la mayoría de los jóvenes del salón de Max estaban tomando asiento.

Durante ese lapso, ya algunos de sus compañeros se habían percatado de su presencia, a lo cual se dedicaron a cuchichear acerca de él.

Max notó que algunas muchachas de un rincón lo miraban, otro grupo de jóvenes se había dedicado a observarlo burlonamente. Solamente pocos en su salón lo ignoraban.

Cuando al fin Max encontró asiento en su nuevo salón en un rincón cercano a la ventana que daba a una gran vista al campo de fútbol, se sentó ahí sin prestar atención a sus demás compañeros de su salón.

Una vez hecho eso, Max volvió a recordar a aquel payaso parado bajo el árbol. Había hecho lo mismo que aquel sujeto misterioso de la noche pasada. ¿Acaso se habrá tratado del mismo tipo? Eso no parecía hacerle sentido, más que nada por el tipo de vestimenta. El sujeto de la noche tenía la ropa de un arquitecto, además de que la morfología de la cabeza de aquel sujeto no cuadraba con la del payaso. El payaso tenía la cabeza ovalada. Lo recordaba claramente debido a que le hizo pensar en aquel personaje que fue noticia durante el año pasado.

Se encontraba tan sumergido que no se había percatado que el maestro había entrado al salón de clases.

—Buen día jóvenes. El día de hoy tenemos un nuevo alumno en nuestro salón —anunció el maestro al salón de clases, y acto seguido, observó al joven Greevey—. Max, si hicieras el favor de presentarte ante tus compañeros —pidió amablemente el maestro.

El joven Greevey dudó un momento hacerlo, ya que sentía de nuevo vergüenza, aunque tomó valor y obedeció a su maestro, incorporándose de pie.

—Buen día maestro y compañeros —saludó Max un poco nervioso, aunque pronto volvió a tomar valor y continuó—. Mi nombre es Maximus Greevey, prefiero que me digan "Max", tengo dieciséis años y mi pasatiempo favorito es escuchar música y hacer ciertos deportes, como el atletismo o el soccer. Otro de mis pasatiempos favoritos es ver casos de criminología en YouTube para ser honesto.

» Mi padre se llama Ian Greevey y él tiene cuarenta años. Él ha tenido varios empleos, de los cuales, uno de ellos fue la razón por la que mi familia y yo nos mudamos desde Nueva York hasta acá, habiendo comprado nuestra nueva casa meses antes de habernos mudado definitivamente.

Tengo una madrastra llamada Sarah Genero, pero por su matrimonio legal, cambió su apellido por el de Greevey, cuya edad es menor a la de mi padre, por una diferencia de diez años.

Tengo una hermana mayor llamada Katherine, quien no continuó con sus estudios y terminó por trabajar. Ella tiene actualmente veintiún años.

Mi anterior escuela secundaria fue la de Midtown, donde destaqué en la cuestión académica obviamente, además de haber cursado ahí un taller sobre criminología a la edad de trece años.

La AbominaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora