Capítulo 8

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—¿Qué te pasa Steve?—cuestionó la viuda negra tomando asiento al lado de su amigo rubio quién tomaba un vaso de agua con pesadez.

—nada.

—a mi no me puedes mentir—replicó la mujer acercándose a él—. ¿Qué sucede?

—Strange—escupió con veneno—. Eso es lo que sucede.

—¿Strange?—cuestionó ella confundida en un principio, pero con el paso de los segundos su mente entendió a que se refería soltando un "oh".

—es un imbécil—declaró firme, golpeando con su vaso la mesa de granito—. Yo no sé porque Tony lo defiende tanto.

—bueno—murmuró la chica teniendo la respuesta en la punta de la lengua.

—no lo soporto—espetó molesto—. No me gusta tener que verlo aquí tan seguido, y odio que siempre que esté aquí se la pasa solo con Tony, hablándole como si nada más fuera él.

—¿Estás celoso?—cuestionó la espía casi segura de la respuesta afirmativa.

—claro que lo estoy—afirmó molesto—. ¿Qué no has visto cómo él doctor ese mira a Tony? ¿Cómo le habla y coqueta con él?

—pues yo creo que él doctor siempre ha sido muy respetuoso con Tony.

Rogers frunció el ceño y miró a su amiga con molestia, a lo que ella sólo se encogió de hombros y se escudó diciéndole que eso era lo que ella veía.

—él sólo se está aprovechando—alegó—. Se aprovecha de la piedra para poder besar a Tony y hacer lo que quiera con él—declaró levantándose bruscamente de la silla—. ¡¿Qué nadie lo ve?!

—Steve cálmate—le pidió levantándose y caminando hacía él—. Te estás alterando de más.

—¿y cómo no hacerlo?—preguntó frustrado—. Él se va a quedar con Tony, cuando yo soy quién lo ama.

—Steve—le llamo seria—. Todos aquí nos hemos dado cuenta de que él hechicero también ama a Tony.

Él rubio gruñó molesto agachado la mirada, evitando a toda costa darle la razón a su amiga

—Strange esta enamorado de Tony y al parecer Tony también siento lo mismo por él.

—¡eso no es verdad!—replicó levantando su mirada—. Tony no lo quiere.

La mujer no le respondió, sólo lo miró de forma penetrante, transmitiéndole con esa mirada que aunque le doliera debía de aceptarlo, Tony quería a alguien y ese alguien no era él, sino él hechicero.

—él se ganó la amistad y amor de Tony—aseguró la chica—. Él estuvo ahí cuando nosotros no lo hicimos, él lo levantó cuando estaba solo, él lo salvó miles de veces y de miles de formas—declaró con cierto dolor y vergüenza al recordar aquello—. Él doctor sería capaz de dar su vida si se tratara de Tony, ya en varias ocasiones la ha puesto en riesgo sólo para protegerlo.

—¿a qué quieres llegar?—cuestionó molesto.

—a que Tony no es idiota—respondió —. No es idiota como para no interesarse en alguien que le ha salvo constantemente sin tener una razón aparente. Se enamoró de él por sus acciones, por lo que hizo y vio en él.

—yo también he hecho cosas por él.

—Tony aún no ha superado "eso", Steve—murmuró la espía mirándolo fríamente—. Aún le duele recordar lo que sucedió y cómo todos se alejaron de él... Entonces, no puedes comparar lo que tú hiciste por él en su momento, con lo que Strange a hecho por él ahora.

Destinados por una piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora