Destinados por una piedra

Capitulo 15 (parte 2)

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En media hora ambos hombres terminaron arreglados, pasando por varios cuidados y tratamientos por parte de sus amigas, quiénes después los arrastraron al registro civil, mientras que los demás se iban con rumbo al santuario donde Wong y la capa de levitación se encargaban de llevar a todos los invitados al Karma-taj, lugar dónde se realizaría la ceremonia.

Sólo Pepper, William, Rhodes y Christine irían al registro, donde ellos firmarían como testigos de los hombres para después conducir como locos con dirección al santuario para poder ir a la otra ceremonia que para ellos, era la más impresionante.

Cuando llegaron al registro civil, de inmediato se llevaron la vista de todos quiénes cuchichearon entre ellos al ver llegara a tan importantes personalidades, que corrían por los apretujados pasillos cuidando no empujarse ni resbalar y terminar golpeándose. Cuando llegaron al salón indicado, todos saludaron a la juez y tomaron asiento en sus respectivos lugares. La ceremonia civil no duró mucho tiempo, a penas veinte minutos, pero esos veinte minutos fueron eternos para él genio quién había comenzado a aburrirse a los diez minutos de iniciar, comenzando a cabecear y bostezar sin mucho interés en encubrir sus acciones. Y por él, hubiera seguido con sus indiscreciones de no haber sido por Virginia, quién sutilmente apretó su hombro y le dedicó una perversa mirada como advertencia, que sin duda alguna lo congeló.

—bueno, por último pongan sus firmas y después las de sus testigos—ambos hombres afirmaron e hicieron lo que se les pidió, para después pasarla hacía sus acompañantes quienes también firmaron, dando paso a que la juez los pudiera considerar esposos y a que después de agradecerle ambos comenzarán a correr con dirección a los autos para poder llegar al santuario.

Strange había dicho que podían irse en portales, y aunque Tony y Rhodes estuvieron de acuerdo, las mujeres y el esposo de Pepper prefirieron ir de forma normal y tradicional, haciéndoles perder más tiempo, hasta que por fin de varios minutos llegaron al santuario donde había un pobre sujeto desorientado que Stephen reconoció desde la lejanía. Era Taylor, él novio de Christine; él ex cirujano le dio un codazo a su amiga y le señaló en dirección a su novio para que fuera a traerlo mientras ellos entraban y eran regañados por Wong y sofocados con cariño por la capa.

—ya todos sus invitados están en el Karma-taj—anunció él hombre asiático con dureza—. Sólo faltan ustedes dos, así que vayan a cambiarse por la ropa que trajo Pepper y después Strange lárgate al santuario y calma a la gente hasta que llegué tu esposo, ¿entendido?

Él hechicero supremo gruñó por recibir órdenes, pero finalmente fue de mala a gana a acatarlas.

—Wong, va a venir mi amiga Christine y su novio, así que por favor abre la puerta y llévalos al...

—Sí, sí, sí—él hombre hizo un ademán con la mano corriéndolo—. Y y tú, nuevo señor Strange, también lárgate a cambiarte antes de que te de una patada en el trasero igual que a tu esposo.

—¡Dios! ¿Por qué eres tan gruñón conmigo?

—Por que ahora que eres un Strange, tengo la autoridad para hacerlo—él castaño lo miró de mala forma, pero no dijo nada y se fue corriendo hacía la habitación que la capa de levitación le señalaba, siendo acompañado por Pepper, quien realmente se sorprendido cuando vio salir a su mejor amigo con un traje negro ajustado y con unos pequeños bordados de color dorado que deslumbraron a la chica, quien le esperaba con un ramo de flores azules que tenían un color tan celestial e irreal que sin duda Tony supo que esas flores nacían desde el santuario y muy seguramente, con ayuda de la magia.